El jueves por la tarde me pidieron escribir un artículo de opinión sobre la llegada de Amazon a España para ser publicado en la edición del domingo de El País. Terminé de escribir el artículo al día siguiente, a tiempo para ser publicado en la edición impresa.  Finalmente, la publicación se atrasó un día, y el artículo salió en la sección de vida y artes.  Muy poco serio por parte de El Pais. No solo me hicieron trabajar sin remuneración alguna frenéticamente para llegar a su hora y fecha de entrega sino que luego publicaron el artículo un día después y sin sentido por cortarlo a la mitad.

La versión online ya está corregida, pueden leerla aquí. Para aquellos que prefieren leerlo en mi blog, aquí les dejo mi artículo completo sobre la llegada de Amazon:

Más grande que Telefónica

Amazon, el gigante global del comercio electrónico que ha revolucionado la economía norteamericana, llega ahora a España. Los que venimos del sector de Internet vemos esta llegada con entusiasmo, pero muchos la ven con preocupación. Con una tasa de desempleo en el país del 20%, y trece meses consecutivos de caída del gasto en consumo, el anuncio de la llegada de Amazon a España puede ser considerada como una amenaza para la economía local, especialmente porque el gigante norteamericano es una amenaza seria al comercio tal como lo conocemos hoy. Por eso creo que el tema merece ser estudiado con más detalle para ver los efectos, tanto positivos y negativos, de su inminente entrada en la península ibérica.

A primera vista, las preocupaciones de muchos son comprensibles. Amazon no es solo otro comercio electrónico tratando de hacerse hueco en un determinado nicho para captar una pequeña cuota de mercado; es la compañía de comercio electrónico más grande del mundo cuyo modelo de negocios ha catapultado su valor de mercado de cero a 100.000 millones de dólares (unos 73.000 millones de euros) en 17 años. Para dar una perspectiva de su tamaño, hay que recordar que Telefónica, la compañía española más grande en términos de valor bursátil, vale 85.000 millones de dólares (unos 62.000 millones de euros).

Las ventajas de Amazon sobre el resto de los comercios tradicionales son numerosas en lo que a costes se refiere, pero las más destacables son la rápida expansión que permite un negocio únicamente online, con unos costes marginales insignificantes, y por supuesto que el alto volumen de ventas le permite negociar acuerdos muy atractivos con los mayoristas y fabricantes de todo el mundo. Como resultado, Amazon puede permitirse ofrecer precios muy competitivos, frecuentemente por debajo de sus competidores, mientras todavía es capaz de mantener un alto margen de beneficio. Es normal que el pequeño comercio y las grandes superficies estén preocupadas por la llegada de Amazon, ya que ven peligrar sus negocios y temen a una posible bancarrota.

Pero, ¿son estas preocupaciones justificadas? Un reciente estudio científico sobre el impacto del comercio electrónico en tres sectores tradicionales (agencias de viajes, librerías y concesionarios), realizado en Estados Unidos, puede darnos algunas respuestas. Los datos muestran que la expansión del comercio electrónico ha sido causa de que las grandes compañías crecieran a expensas de las más pequeñas. Este reemplazo de pequeños comercios fue más pronunciado en regiones donde el uso de Internet era mayor. La razón es que la intensificación en la competencia de precios requiere que los negocios tengan una estructura de costes muy eficiente, y los pequeños comercios no disponen de las economías de escala necesarias para poder competir. Trasladando las conclusiones de este estudio a España, el resultado más probable es que las pequeñas tiendas en grandes ciudades sean las que se vean más afectadas. Pero también hay que entender que Amazon es únicamente un factor adicional contribuyendo a la desaparición de los comercios pequeños, cuya erosión ha comenzado hace muchos años con la llegada de las Grandes Superficies.

Y aún así, la llegada de Amazon sigue siendo una buena noticia para España. Los beneficiarios más obvios serán consumidores: el aumento de la competencia provocará una caída en el nivel de precios, también será mucho más fácil obtener información acerca de productos y comparar ofertas. Además, la entrada de este gigante del comercio electrónico añade una opción más cómoda al sector mercantil. El entorno más competitivo obligará a muchos comercios a cambiar sus modelos de negocio y reinventarse. Este proceso de «destrucción creativa» finalmente se traducirá en un aumento de los niveles de servicio para los consumidores.

Y no solo los consumidores se verán beneficiados. A pesar de que un comerciante tradicional como Best Buy tiene 3.5 veces el número de empleados por cada millón de dólares de ventas comparado con Amazon, el efecto neto sobre la creación de empleo en España será positivo en el medio largo plazo. Los puestos de trabajo creados directamente en Amazon y en otras compañías de comercio electrónico representan solo una pequeña parte de la ecuación. Nuevos puestos de trabajo se crearán en industrias relacionadas. La logística es quizá el mejor ejemplo de esto, ya que el número de envíos aumentará fuertemente con el crecimiento del comercio electrónico.

Finalmente, Amazon contribuirá a la modernización de la industria del comercio electrónico español, preparando el mercado para la creación de muchas nuevas compañías en Internet. Durante los próximos años, veremos un fuerte incremento de la actividad en Internet y una maduración del sector. Un reciente estudio de McKinsey señala que por cada empleo destruido por Internet, se crearon 2.6 nuevos puestos de trabajo. Y más empleo es justamente lo que España necesita en estos momentos. Bienvenido, Amazon.

En el mundo de los blogs tenemos unas reglas de conducta que es mejor cumplirlas si uno quiere ganarse el respeto de sus lectores. Una de las reglas más importantes se refiere a los posibles conflictos de interés. Por ejemplo, cuando un bloguero escribe sobre alguna empresa en la que tiene algún interés económico, tiene el deber de contar esto a los lectores. El concepto periodístico no es que una persona que tiene un interés económico no puede ser objetiva, sino que al contarlo se aclaran las dudas.

FON, por ejemplo, fue criticada en el WSJ porque unos blogueros asociados con FON no dijeron en cada uno de sus artículos que lo estaban. En este caso, el standard era muy alto, porque estos blogueros sí lo habían dicho en su blog, pero no en todos sus artículos. Sin embargo, aunque el tema estaba al límite, la preocupación por temas de conflicto de interés es razonable.

En mi caso he tratado de contar todo lo que creo que puede resultar en un conflicto de interés. Inclusive, hay casos donde dudo si poner una advertencia o no, pero igual me decido por revelar posibles conflictos. Por ejemplo, en una dura crítica que hago a Klaus Schwab -el fundador del Foro Económico Mundial-, aclaro que además soy consejero de la fundación del Presidente Clinton, un posible competidor. Cuento esto no porque creo que mi crítica a Klaus Schwab no es sólida, sino porque el lector puede querer saber que puedo estar enojado con él porque me despidió de su foro y además que soy consejero de una fundación que organiza un evento competitivo. Estos son hechos relevantes en mi relato, así como es relevante que mis lectores sepan que soy el fundador de FON cuando hablo sobre Fon.

Ahora ¿qué tiene que ver esto con Juan Luis Cebrián y El País? Me explico ¿Por qué cuando El País escribe sobre Juan Luis Cebrián no aclara que además de ser «académico español», como dice hoy un un artículo sobre el Festival del Pen, dice que es además accionista de Prisa, consejero delegado de Prisa, que es dueña de El País? Creo que es un error de El País no comentar los vínculos de gestión y accionariado que existen entre el periódico y Juan Luis Cebrián. Personalmente, creo que es un logro especialmente único de Juan Luis Cebrián combinar dotes de académico, escritor, periodista, ejecutivo y empresario, pero también opino que puede ser difícil para una periodista como Barbara Celis escribir sobre su superior de una manera objetiva, y que es razonable que ella cuente quien es Juan Luis Cebrián dentro de la estructura de El País cuando habla sobre él.

En general, creo que ya es hora de que El País y todos los medios españoles (El País no es la excepción, sino la regla) cuenten en cada artículo si sus empresas tienen intereses económicos o de cualquier tipo sobre el tema tratado en la noticia. Cumpliendo estas reglas las noticias serán simplemente….más noticia y los medios españoles más creíbles.

P.D: Me olvidaba de aclarar, Juan Luis Cebrián es mi vecino y cuando le veo tenemos conversaciones muy interesantes.

Escribe hoy Hermann Tertsch en El País un artículo sobre la Cumbre Euromediterránea (“Las razones de la abuela”). El periodista se hace eco de las opiniones que anticipan un pronóstico tan infértil como bienintencionadas se presumen las razones de ZP para convocarla. Cita las declaraciones de Rosa Regàs, la directora de la Biblioteca Nacional: «Tras la incomparecencia de líderes árabes puede estar la mano negra de Condoleeza Rice». Las palabras de Regàs son la introducción (lo que en lenguaje de prensa se denomina percha), con las que Tertsch da comienzo a un artificio semántico, de factura propia, que trasciende del color de la piel a la oscuridad de las intenciones con una simpleza metafórica cuanto menos peligrosa para un diario de difusión nacional. Escribe: “Es evidente que la mano de Condoleeza Rice es negra, la derecha tanto como la izquierda”, confirma: “Rice, con sus intenciones siempre tan negras como sus manos” y sentencia, en el último párrafo: “(…) tenemos la negra con Condoleeza”.

La política y el lenguaje comparten la capacidad de construir realidades, en ocasiones incluso hermosas. Pero también la de destruir. Tertsch vincula la oscuridad de facto de un personaje como Condoleeza Rice al color de su piel con una analogía tan siniestra como lo es para muchos la política internacional de la secretaria de estado americana; difundir opiniones en términos de intenciones tan negras como sus manos muestra un espíritu democrático tan cuestionable como el personaje sobre las que versan. Las insinuaciones racistas del lenguaje son una de las mayores oscuridades en las razones de la democracia.

Hoy El País me pone en la portada del sitio de tecnología con una nota bien guerrera. El artículo es interesante, porque se concentra en lo que será el verdadero ataque de FON al 3G, no el del wifi de ahora, sino el del wimax (turbowifi en desarrollo que saldrá en el 2007).

El periodista de El País estuvo muy atento, porque de mi ponencia en SIMO pescó lo nuevo: nuestro plan para reemplazarle a los foneros, gratuitamente, sus routers wifi por routers wifi/wimax cuando salga esta tecnología. Haciendo esto los foneros podrán tener su red wimax gratuita mucho antes que Vodafone, Movistar y Amena puedan montar la suya de pago. El beneficio del wimax es que da mucho mejor cobertura y aun más ancho de banda.

Pero lo que me sorprendió El País de ahora con respecto a El País del 2000, es que en el 2005 parece más listo a antagonizar a sus anunciantes si la noticia les parece válida. Cuando yo decía en el 1999 que Jazztel iba a lograr que en España se consiguiera tarifa plana para fijos -cuando cada llamada Madrid-Barcelona costaba 30 pesetas el minuto- El País de entonces no me daba una oportunidad de contar mi mensaje. Telefónica tenía demasiado peso. Pero con Jazztel llegó la tarifa plana para fijos y la banda anchísima. Lo mismo con Ya.com, otra gran empresa. La noticia tendría que haber sido contada.

Con FON lograremos lo mismo para móviles: tarifa plana y banda verdaderamente ancha, de muchos megas, no como los 384kb del 3G. Me alegro que El País no esté acojonado de sus grandes anunciantes y publique mis declaraciones (que como todos sabemos pueden o no llegar a ocurrir dependiendo del entusiasmo fonero por crear un país wifi). Me alegro que las consideren noticia estando en un SIMO invadido por la publicidad de Vodafone. Su stand, ubicado cerca del nuestro, parece una ciudad. Sin embargo algo debe estar ya pasando porque su acción cayó en picado esta semana. No cayó por FON, que recién empezamos, sino porque con el wifi los analistas financieros ven lo que vio El País: el wifi crea una estrategia factible para competir con el 3G, cuyas ventas no se han materializado.

La vivienda en España es carísima y,como se ve en este artículo de El Pais, sube, sube y sube.

El fenómeno de las impresionantes subidas de precios inmobiliarios no es sólo español y también se da en muchos países: Reino Unido y Estados Unidos son buenos ejemplos. Pero en España el fenómeno es aún más agudo.
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