En el mundo de los blogs tenemos unas reglas de conducta que es mejor cumplirlas si uno quiere ganarse el respeto de sus lectores. Una de las reglas más importantes se refiere a los posibles conflictos de interés. Por ejemplo, cuando un bloguero escribe sobre alguna empresa en la que tiene algún interés económico, tiene el deber de contar esto a los lectores. El concepto periodístico no es que una persona que tiene un interés económico no puede ser objetiva, sino que al contarlo se aclaran las dudas.

FON, por ejemplo, fue criticada en el WSJ porque unos blogueros asociados con FON no dijeron en cada uno de sus artículos que lo estaban. En este caso, el standard era muy alto, porque estos blogueros sí lo habían dicho en su blog, pero no en todos sus artículos. Sin embargo, aunque el tema estaba al límite, la preocupación por temas de conflicto de interés es razonable.

En mi caso he tratado de contar todo lo que creo que puede resultar en un conflicto de interés. Inclusive, hay casos donde dudo si poner una advertencia o no, pero igual me decido por revelar posibles conflictos. Por ejemplo, en una dura crítica que hago a Klaus Schwab -el fundador del Foro Económico Mundial-, aclaro que además soy consejero de la fundación del Presidente Clinton, un posible competidor. Cuento esto no porque creo que mi crítica a Klaus Schwab no es sólida, sino porque el lector puede querer saber que puedo estar enojado con él porque me despidió de su foro y además que soy consejero de una fundación que organiza un evento competitivo. Estos son hechos relevantes en mi relato, así como es relevante que mis lectores sepan que soy el fundador de FON cuando hablo sobre Fon.

Ahora ¿qué tiene que ver esto con Juan Luis Cebrián y El País? Me explico ¿Por qué cuando El País escribe sobre Juan Luis Cebrián no aclara que además de ser «académico español», como dice hoy un un artículo sobre el Festival del Pen, dice que es además accionista de Prisa, consejero delegado de Prisa, que es dueña de El País? Creo que es un error de El País no comentar los vínculos de gestión y accionariado que existen entre el periódico y Juan Luis Cebrián. Personalmente, creo que es un logro especialmente único de Juan Luis Cebrián combinar dotes de académico, escritor, periodista, ejecutivo y empresario, pero también opino que puede ser difícil para una periodista como Barbara Celis escribir sobre su superior de una manera objetiva, y que es razonable que ella cuente quien es Juan Luis Cebrián dentro de la estructura de El País cuando habla sobre él.

En general, creo que ya es hora de que El País y todos los medios españoles (El País no es la excepción, sino la regla) cuenten en cada artículo si sus empresas tienen intereses económicos o de cualquier tipo sobre el tema tratado en la noticia. Cumpliendo estas reglas las noticias serán simplemente….más noticia y los medios españoles más creíbles.

P.D: Me olvidaba de aclarar, Juan Luis Cebrián es mi vecino y cuando le veo tenemos conversaciones muy interesantes.