2009 31
Yo, argentino
Publicado por MartinVarsavsky.net en Argentina con Sin Comentarios
Volviendo de nuestro viaje vemos que tenemos bastantes regalos. Entre ellos encuentro la colección de Oblogo, una revista literaria argentina que resultó ser tan buena como corta. Tiene bastantes artículos de muy alto nivel, algo que sorprende al venir encuadernados en un formato de panfleto político. Aún no entiendo a quién debo agradecer por el envío, pero lo voy a hacer porque reconozco que me quedé atrapado por el contenido. Cada artículo es como un túnel (en el sentido digital) directo a un punto concreto de la personalidad argentina. Son excelentes retratos; me gustó uno sobre un viaje en subte, otro sobre los diferentes estilos de engaños matrimoniales, y uno muy gracioso sobre como funciona de mal McDonalds en Argentina, donde le cambiaron el nombre a las pajitas porque sonaba a masturbación. Entusiasmado le empecé a leer artículos a Nina, pero al hacerlo me di cuenta del abismo cultural que nos separa.
A Nina, siendo europea del norte, alemana y educada en Inglaterra, le cuesta entender muchas cosas del carácter argentino. Mis historias en las que personajes se enorgullecen de actos que a ella le parecían egoistas y traicioneros perdían el humor. Al final, aunque siendo argentino, yo también veía que lo que en Argentina son virtudes en la mayoría de los países son defectos. En cierto sentido los europeos del norte son más parecidos a los japoneses (acabamos de estar en Japón) que a los argentinos. Son considerados honestos, cívicos, responsables de sus actos y listos a disculparse ante el menor agravio. La sorpresa mayor fue cuando le mostré la foto de el Yo Argentino. Nina no podía creer que en Argentina ser argentino signifique algo tan negativo entre los mismos argentinos. El concepto de que un pueblo tuviera un gesto y una expresión en la que ser argentino significa justamente lo contrario de lo que en Alemania y el norte de Europa es ser una buena persona la confundía. Al principio creyó que era una tomadura de pelo a los argentinos hecha por algún rival latinoaméricano que quería difamarnos. Yo tuve que explicarle que no éramos víctimas de ningún ataque regional, sino que aunque ser argentino es una actitud que define lo opuesto de la solidaridad eso es, justamente, ser argentino. Según la revista:
«Yo, argentino» es un gesto que sirve para excusarse de involucrarse en una cierta situación….el gesto es utilizado como sinónimo de «yo no me meto», o bien con un significado cercano al de no me hago responsable
En argentina ser canchero (chulo), piola (listillo), avivado (ser más engañador que el otro), ser un buen jugador de truco (el juego nacional basado justamente en el truco) son virtudes. Cuando yo era chico tenía un pariente que traía billetes recién sacados del banco y me decía que los hacían en su casa, pero que no le contara a nadie. Mi educación argentina consistió en aprender el refinado arte de conseguir no «caer» en las mentiras que me rodeaban. Los héroes que nunca habían contado una mentira no pasaron por Las Heras entre Ayacucho y Junín. Y ojo, no es que en Europa del norte no se miente, pero lo que no se llega es a estar orgulloso de «hacerlo caer al otro». Por eso es muy difícil explicarle eso a una persona que viene de una cultura tan distinta que es divertido engañar.
Cuando yo era chico y mi padre, educado en Harvard, paraba en el paso de cebra para dejar pasar a los peatones, yo recuerdo que le preguntaba por qué éramos los únicos boludos que hacíamos eso y le decía que si seguía así un día nos iban a chocar de atrás. Pero luego de vivir 25 años afuera volví de visita y un taxista casi atropella a una señora que cruzaba por el paso de cebra y cuando yo le dije que la señora tenía el «derecho» de paso, me respondió «¿derecho? dale…¿qué va hacer? ¿le va a ir a llorar al juez en silla de ruedas?» Y yo extrañé mucho a mi padre, que ya había fallecido.
Y hay otro tema de la Argentina que es complicado de compartir con un europeo del norte y es el del servicio doméstico. En Europa del Norte no tener mucama no es una cuestión de dinero, sino de la satisfacción de valerte por ti mismo. Mi suegro tenía una fábrica cuando Nina era chica, pero ellos no tenían mucama porque en Alemania está mal visto que otro te lave los platos, te sirva la mesa en tu casa, te cocine tu comida y ni hablar de que eduque a tus hijos. La madre de Nina cocinaba, el padre lavaba y todo esto volviendo de la fábrica donde tenía un centenar de empleados. En la Argentina en la que crecí yo, la población estaba dividida entre los que ensucian y los que limpian, los que tiran la ropa y los que la recogen, los que se visten con una camisa reluciente y los que la planchan. Sí, en Argentina también hay familias que ni le limpian la casa al otro ni nadie le limpia la suya, pero siguen siendo minoría.
Cuando yo era chico mis padres eran los dos profesores. Mi padre de física, mi madre de inglés. No teníamos ni plata para comprarnos un coche, ni una televisión a color. Pero eso si, teníamos a Rosa que es como mi segunda madre y aún la veo cuando voy de visita a la Argentina. Y Rosa se ocupaba de la casa. Sin Rosa Las Heras 1975 se venía abajo. Durante el fin de semana los platos se apilaban porque nadia lavaba nada hasta que llegara Rosa. Y esto no es algo que nos avergonzaba. «Dejá que viene la mucama» es algo muy común de decir en Argentina. Y la vajilla sucia se acumula. Así es que con Nina tenemos una especie de shock cultural. Nina en casa se levanta a recoger los platos y el servicio se pone incómodo. Nina me hace ver como raro lo que para mi es normal. Por eso nos sentimos muy bien cuando vamos a nuestra casa en París. Ahí no tenemos ayuda, yo hago la compra y cocino, Nina lava los platos y hace la cama. Yo manejo la Vespa. Pero no vivimos en Paris, vivimos en Madrid, con mucha ayuda. Y yo que siempre pensaba que estaba ayudando a inmigrantes, consiguiéndoles sus papeles, dándoles trabajo, ahora me doy cuenta de algo obvio, que las únicas sociedades justas son las que la gente se hace la mayoría de sus cosas, nadie es la mucama de la mucama, la niñera de la niñera. Y hay muchas historias tristes de señoras que dejan a sus hijos con sus padres y cuidan de los hijos de otros, en Argentina y en España también. Mucha de la liberación femenina se debe a que hay otra mujer bastante menos liberada que está cuidando los hijos de la mujer que trabaja. Muchas Rosas.
Termino con un comentario que podría explicar la increíble difusión que existe entre la clase media y alta argentinas de la psicología y el psicoanálisis. Así como todo el que puede en Argentina tiene una persona que le limpia y cocina, también tiene una persona que le limpia y le cocina, el cerebro. Cuando hablo con Nina de este tema, de que la mayoría de la gente que vemos cuando visitamos Argentina va a un psicólogo o una rama de la psicología llamada psicoanálisis, que es hoy en día solo común en Argentina, es interesante su respuesta. No es que Nina está en contra de la psicología y el psicoanálisis, pero su reacción y la de muchos de mis amigos nórdicos, es que así como uno tiene que hacerse su cama, también tiene que ocuparse de sus problemas a menos de que por supuesto sean realmente graves, en cuyo caso uno va a un hospital donde si te hacen la cama y también te curan. El resultado es que para ellos ser «inglés», o ser «alemán», o ser «sueco», significa un tipo de orgullo diferente. Los nórdicos se disputan las buenas virtudes. Aspiran a ser responsables, comprometidos con la sociedad, cívicos, cordiales, no quieren ser vivos y hacer «caer al otro». Pero para nosotros, lamentablemente, ser argentino significa lavarse las manos, pero no los platos, y yo lo digo reconociendo que aún soy bastante argentino.
Ahora si finalizo aclarando que no quiero ofender a nadie con este artículo, y menos a mis compatriotas. Ser argentino también tiene virtudes como la creatividad, la espontaneidad, y quizás en ciertas ocasiones no hacerse cargo de las culpas evita depresiones y suicidios que son bastante más comunes en Europa del norte. Pero creo que contar esta experiencia personal en mi blog, la de tratar de compartir artículos de una graciosa y divertida revista literaria llamada Oblogo con mi esposa alemana, y lo que ocurrió al tratar de hacerlo, le puede resultar útil a algún otro argentino. ¿Quién sabe? Quizás podemos ser más argentinos…siendo menos argentinos.
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Sin Comentarios
Guido Núñez-Mujica en agosto 31, 2009 ·
No se preocupe, Sr. Varsavsky (O Varusavusuky, para que nos entiendan los japoneses), acá en Venezuela también hay mucho de eso y peor. Acá a uno literalmente, le pueden encajar un tiro si le recrimina a alguien que lanza basura desde la ventana del coche. La viveza criolla, aunque no es tan apreciada como pinta usted allá en Argentina, sí que es apreciada y nuestra política lo muestra. Fortunas hechas de la noche a la mañana y la gente que en lugar de indignarse espera la pongan donde hay, para ellos hacer lo mismo.
Deprimente. Pero Argentina no está sola.
Athos en agosto 31, 2009 ·
Martín,
Justo cuando leía tu articulo me acorde de mis amigos en Argentina, y de mis amigos alemanes e ingleses aquí en Europa. Y sinceramente me parece q tu descripción es bastante injusta. Me ha tocado vivir situaciones personales difíciles de ambos lados del charco y cuando de un lado te abrazan y te dan el hombre para que llores todo lo que necesites, del otro te tocan el antebrazo haciéndote una caricia leve, o te dan un abrazo rogando soltarse lo más pronto posible, como si eso que tuvieran entre sus manos fuera una braza caliente.
Es interesante ver la estadísticas de suicidios en países nórdicos y compararla con Argentina, quizás eso te ayude a sacar conclusiones que ayuden a enriquecer tu visión sobre el Argentino, y hablando de Argentino hay algo que me gustaría agregar, muchas de las cosas que escribís arriba son «Argentinas» para alguien q viene de Buenos Aires, olvidando que Argentina es un país, y no una provincia q aspira a ser país, y quizás por ser de donde sos no tuviste la suerte de coexistir con los Argentinos, esos que viven una realidad distinta a la gente de la capital y por consiguiente son diferentes.
Creo que el artículo se debería haber llamado “Yo Martín”, hubiera tenido mucho más sentido.
saludos,
Raul Kraps en agosto 31, 2009 ·
Excelente artículo Martín. Como siempre directo al grano y super claro.
Damian en agosto 31, 2009 ·
Martin: me parece muy interesante tu paralelismo. Cuando los argentinos viajamos al exterior es cuando nos damos cuenta de nuestras miserias, inclusive desde el check-in en el aeropuerto. Lástima que nuestros gobernantes hagan carrera política para viajar y no sea al reves.
gabriel en septiembre 1, 2009 ·
Martin: me parece muy interesante tu paralelismo. Cuando los argentinos viajamos al exterior es cuando nos damos cuenta de nuestras miserias, inclusive desde el check-in en el aeropuerto. Lástima que nuestros gobernantes hagan carrera política para viajar y no sea al reves.
Daniel en septiembre 1, 2009 ·
Lamentablemente, esas premisas se ven hoy en dia aumentadas y corregidas por mas violencia social y una muy creciente anomia. Todo con el visto bueno del actual poder gobernante. Creo que ese «yo,argentino» nos arrojo a esta triste realidad. Igualmente, somos por los menos dos paises y no gobiernan para ninguno.
Ezequiel de Olazábal en septiembre 1, 2009 ·
Hola Martín,
Muchos pueden decir mucho de las dos posturas, pero como menciona Athos hay de todo, pero no creo que sea como para que el post se llame «Yo, Martín».
Lo que te puedo contar, es que desde mi lugar de Yo, Ezequiel en mis diferentes experiencias laborales, me he encontrado literalmente marginado por no compartir el «Yo, Argentino» de otros.
Lo que si me impactó es que yo viví en Las Heras 1975 y luego en Las Heras 1946. Quiero agradecerte porque sin querer, me trajiste muchos recuerdos a la memoria. No se hasta que año estuviste viviendo ahí, pero nosotros eramos 6 hermanos (ahora 8) y eramos bastante «revoltosos».
Fuerte abrazo y gracias por compartir estas experiencias.
Ezequiel
Martin Varsavsky en septiembre 1, 2009 ·
vecinos! estaba Abel de portero? ese estaba cuando yo era chico en los 60 y 70
Jorge en septiembre 1, 2009 ·
Martin, es interesante. A mis 42, sigo parando ante la cebra, y el repasador esta a mano. Mi mujer cocina y limpia, cuando yo tambien colaboro. Pienso aun que el de enfrente, merece el respeto y la oportunidad, al igual que yo. Celebro si aun le va mejor que a mi. Pese a que no es lo mio, intento montarme en la que creo es la oportunidad no zocarrona , de nivelar para arriba, llamese blog, 2.0. twitter, etc. . Gracias a eso, tambien te leo y se reflexiona.
No todo esta perdido . Abrazo
JozB en septiembre 1, 2009 ·
Tiempos de no pasar x aquí. Interesantes contrastes de culturas(como el de la mucama), y creo que no solamente es muy argentina, sino bastante parecida con Latinoamérica en general.
Saludos!
Santiago B. en septiembre 1, 2009 ·
Martín,
Oblogo es un proyecto de dos amigos que se llaman Gerry Garbulsky y Gus Faigenbaum. Seguramente te lo mandaron ellos. Lo están bancando a pulmón repartiéndolo gratis con la idea de mejorar la experiencia de vuelta a la casa de las personas abrumadas por su rutina. Si querés decime y te pongo en contacto con ellos para que puedas decirles que recibiste las revistas y qué te parecieron.
Saludos!
Santiago
Martin Varsavsky en septiembre 1, 2009 ·
los felicito!
willdom en septiembre 1, 2009 ·
Me encanto ese artículo GRACIAS
Miguel en septiembre 1, 2009 ·
Muy buen post sobre el «argentinismo»!
Aguante OBlogo!!
Aarkat PDA en septiembre 1, 2009 ·
Martín coincido en muchas de las cosas negativas de la «identidad nacional». El «yo no me meto» va muy de la mano del «por algo será» y quedo claro cuando desaparecieron 30.000 compatriotas y mucha gente miraba la novelita y «no sabia nada de lo que pasaba».
Igualmente me parece que es una marca cultural de los últimos 40 años, la generación de mis abuelos era muy honesta, trabajadora y solidaria.
Me parece que estaría bueno nombrar la cantidad de cosas buenas que tiene el ser Argentino y que nos destacan en el plano afectivo, creativo, e intelectual en general.
Un abrazo
PD: Para los del interior donde se puede ver/bajar/conseguir la revista?
Aarkat PDA en septiembre 1, 2009 ·
Oblogo http://oblogo.com/
Francisco en septiembre 1, 2009 ·
Un muy buen post, muy relacionado a lo que ocurre en mi país, Chile, pero que creo que lentamente está cambiando, hay que tener un poco de esperanza 🙂
Jonás en septiembre 1, 2009 ·
Hablando de Argentina y Argentinos… esto solo puede sucerder aquí, en Argentina: http://www.youtube.com/watch?v=2iYZy2xyR-g
Yo, Argentino.
Martin Varsavsky en septiembre 1, 2009 ·
Curioso porque trata con un humor medio perverso un tema muy serio, el alcoholismo entre adolescentes.
Ariel en septiembre 1, 2009 ·
Jonas #19: JAJAJAJAJA EXCELENTE!! Aguante el Monkey Island, Guybrush Threepwood y el GROG!
JLB en septiembre 1, 2009 ·
Me gustó mucho el artículo. No tiene desperdicio aún considerando que no pienso igual en algunas cosas. Por ejemplo, me parece que el «yo, argentino» y todo lo que conlleva es más bien una característica principalmente porteña. El esteroetipo del argentino canchero, fanfarrón, agrandado y egoista al mismo tiempo no solo es mal visto en el exterior si no también en el interior del país.
Claro que los del interior no somos tan inocentes (yo soy un cordobés que vive en Buenos Aires desde hace muchos años) aunque por otros motivos. Un simple repaso es suficiente para darse cuenta que, al menos desde que yo nací, no hubo ningún presidente constitucional argentino nacido en Buenos Aires capital. Al mirar el país que supimos conseguir eso solo nos condena a los del interior.
Mientras escribo me doy cuenta que tengo más comentarios para hacer sobre otras cuestiones de la nota aunque ello no signifique necesariamente pensar distinto. Efectivamente el psicoanálisis es muy común sin ser una característica porteña exclusivamente. Yo mismo hice terapia varios años. Es más que nada un espacio de reflexión sobre uno mismo con una opinión externa que te enfoca. ¿vos hiciste terapia Martín? este artículo sin ir más lejos tiene la cuota de autocrítica de un psicoanalizado. La autocrítica necesaria sin la cual no es posible cambiar. No estoy diciendo que solo se consigue con psicoanálisis. Algunos la consiguen solos. Otros, como yo, necesitamos alguna ayuda extra. Por lo expuesto estoy a favor pero, como en todo, sin ser un fundamentalista.
En cuanto al servicio doméstico creo que el tema es principalmente cultural. En una sociedad en la que no está bien visto es más difícil probar y tomarle el gustito. Yo cuento con servicio doméstico y para el ritmo de vida mío y de mi esposa (y hasta el de mi hijo) es imposible pensar en la posibilidad de no contar con esa ayuda. Una sociedad con grandes desigualdades es un campo fértil para su popularidad lo cual no quiere decir que uno abuse si no más bien todo lo contrario. Digo esto por que pudimos comprobar a una muy pequeña escala los beneficios de los micro créditos. Hemos ayudado bastante y en diversas oportunidades a la persona que trabaja en casa y pudimos apreciar los grandes cambios que consiguió en su vida y en la de su familia gracias a las ayudas que le dimos a modo de préstamos (sin interés, por supuesto).
Bueno basta ya. es muy largo lo que escribí. A veces creo que debería abrir un blog.
Saludos
Javier
maria en septiembre 1, 2009 ·
martin: desde hace ya unos meses para los que salimos del laburo en el microcentro oblogo es lo mas grande que hay!!
yo salgo del laburo a las cinco en punto el dia que reparten oblogo en mi estacion, para no recibirla nin un minuto tarde.
ese dia seguro que llego a casa sin mufa.
Gustavo Faigenbaum en septiembre 1, 2009 ·
Gracias Martín! Nos alegra mucho que te hayan gustado las revistas. Leemos siempre tu blog y es un orgullo para nosotros que tu review sea tan favorable.
Lo que no le contaste a tus seguidores es que vos mismo sos un «Oblogger» («El futuro de tu auto eléctrico está en Bolivia», un post de M.V., salió publicado en la Oblogo nro. 3).
Aprovechamos para contarte que Oblogo sigue creciendo, Va por el número 14, con 200.000 ejemplares distribuidos gratuitamente en Buenos Aires. Es nuestro granito de arena para que lea buena literatura, se distienda al final de la jornada laboral y se ría de sí misma. Intentamos también acercar los mundos online y offline y de este modo aportar nuevas perspectivas acerca de la vida cotidiana, la Argentina, y el cambalache modelo siglo XXI.
Gracias nuevamente,
Gustavo Faigenbaum
gustavo@oblogo.com
Martin Varsavsky en septiembre 1, 2009 ·
¿Yo soy Oblogger? Salvo el tema técnico de que mi CC es solo para medios sin publicidad todo bien. Felicitaciones. La revista es de muy alto nivel y le debe hacer pasar un buen rato a la gente que va o vuelve del trabajo. ¡Y muchas gracias por enviarme los ejemplares!
Gustavo Faigenbaum en septiembre 1, 2009 ·
Un detalle más: la foto del gesto «Yo argentino» es parte del proyecto Gestiarium liderado por Guido Indij (www.gestiarium.org)
Leonardo en septiembre 1, 2009 ·
El otro día me dieron la revista oblogo en la estación Alem del subte B. Me alegro la vuelta a casa! Desde que subi al subte me sumergí en los artículos y el tiempo se me paso volando.
Espero conseguir la de esta semana!
Santiago en septiembre 1, 2009 ·
Martín,
Es perfecta la comparación que haces sobre como nos ven en el mundo a los argentinos. Somos muy así como explicas, pero también hay argentinos como tu, Pablo Larguia y otros tantos relevantes en el mundo que son argentinos pero que nos reivindican un poco cada día y son inherentes a la Argentina. por lo pronto, yo nombro a esos argentinos porque me siento orgulloso de poder compartir algo con ustedes, como lo es, ser bien Argentino!
Debo decirte que en el ultimo tiempo, contigo me ha pasado que no te conozco bien, osea no somos realmente amigos, pero le hablo de ti a todo el mundo, les cuento tu historia y todas las cosas que haces por el mundo. Tienes la capacidad de hacerme sentir cada cosas que cuentas como si la estuviera viviendo yo mismo, sera por tus vídeos, sera porque la tecnología nos acerca un poco mas, no se porque, pero es increíble.
Eres un referente importantisimo, cuando era chico soñaba con muchas cosas para conseguir en mi vida y luego de tiempo de cumplir varias y otra todavía estar luchando por conseguirlas, te encuentro a ti un compatriota que quiere casi las mismas cosas que yo cuando chico, y encima que las ha cumplido, se me hace mucho mas fácil seguir adelante para hacerlas realidad. por eso te digo GRACIAS MARTÍN!
Un saludo grande desde Argentina para ti y tu familia!
Juan Cruz en septiembre 1, 2009 ·
Hola Martín, la verdad que un lujo tu artículo! me gustó mucho… soy argentino y estoy viviendo fuera, y comparto lo que decís. Digamos que me cuesta mucho, pero mucho, hacerle entender algunas cosas a la gente que me rodea. Hay cosas que hasta dan vergüenza, pero es parte de lo que somos y lo increíbles es que hasta se extraña.
Fuerte abrazo,
Juan Cruz
El Bruno en septiembre 1, 2009 ·
Me ha gustado el post, pero (lo siento tengo que dejar un pero) me da pena que no solo gente de mi pais se sienta identificada con esta «forma de ser». Yo, que también soy un argentino que vive en España y que tiene la suerte de viajar, muchas veces veo eso que dices de los países «nórdicos»; también siento que una gran parte de mi extraña a mi país y nuestra gente (o eso puede ser ahora que estoy de regreso un mes de vacaciones); pero lamentablemente veo que aquellas cualidades que nos definen y que has descrito muy bien en este post, se extienden por muchos lugares de latinoamérica, es una pena.
congras por el post.
Saludos
Leandro en septiembre 1, 2009 ·
Muy interesante el articulo. Aunque yo creo que hay grandes diferencias entre Buenos Aires y el Interior. Es por eso que muchas veces se llama a quien es un poco ingenuo «provinciano». Aunque veo que el flujo enorme de informacion y medios esta achicando esa brecha, desgraciadamente.
Es comun que entre «provincianos» veamos a Buenos Aires como una jungla. Donde nadie respeta a nadie y donde los «leading cases» en «cuentos del tio» se generan alli.
Pero separar estas cosas irian en favor del «Yo, argentino». Frase acuñada durante la dictadura militar para explicar que no queriamos meternos en temas politicos que nos dejaran en alguno de los dos bandos: militares o terroristas. Y no es mi caso, vivo en Argentina y soy argentino en los casamientos y en los velorios.
Yo encuentro amargamente genial una de las pocas frases buenas que dijo Valdano (gran jugador de futbol y DT) en su vida: «en Argentina es mas importante no pasar por boludo, que pasar por honesto». Esto define en pocas palabras lo que siente un argentino. Somos tan vivos que nos reimos en la cara de los japoneses por sus formas, de los chinos por su color raro, de los americanos porque pronuncian ou en lugar de o, o de los chilenos porque hablan cantando y les robabamos las minas (mujeres) en nuestras vacaciones. Ahhh!, los alemanes, que tipos que no saben de joda (parranda).
Lo que no vemos, es que en el fondo (y en la superficie), esos paises estan desarrollandose a pasos agigantados. Mientras los argentinos estamos en sacar los $10.- de ventaja para los fasos (cigarrillos) en el dia de hoy. El resto «Dios proveera», porque «Dios aprieta pero no ahorca», porque en este pais «te las podes rebuscar de alguna forma». «Argentina es un pais generoso».
Lamento decir que no veo que las cosas cambien, ni vayan a cambiar en el mediano plazo. Hasta que el bien en Argentina no pague mas que ser vivo (chulo?).
Miguel en septiembre 1, 2009 ·
Yo, español.
Para bien, o para mal, cualquier español podría igualmente suscribir las palabras de este artículo (supongo que los amiguetes italianos también y eso explicaría muchas cosas). Muy buen post.
Claire Mandarina en septiembre 1, 2009 ·
Los chicos de la Oblogo me avisaron de este post, y la verdad, una alegría encontrar el blog en su totalidad 🙂 Una pena que no mencionaras el artículo que yo escribí, nada más 😛
Creo que uno de los motivos por los que más me gusta viajar es que al cambiar de sociedad uno se da cuenta de cuántas normas invisibles nos entretejen la cotidianeidad. Cada cultura y sociedad, por más globalizados que estemos, sigue siendo un conjunto de características únicas, y creo que cuantas más conozcamos, más entenderemos a la propia.
Seguiré pasando, pues! Besos con olor a mandarina.
George en septiembre 1, 2009 ·
Perfecta pintura del ser Argentino. Una cosa mas: no he visto en ninguna otra cultura el sentido del humor que hay en la Argentina. No me refiero a lo chabacano de algunos programas de TV de moda sino de la habilidad de reirse de todo y tener un comentario gracioso ante cualquier situacion.
Chiva Congelado en septiembre 1, 2009 ·
Justo acabo de escribir algo bastante parecido sobre los mexicanos en mi blog. El resto de Hispanoamérica sufre del mismo problema.
Juan Carlos en septiembre 1, 2009 ·
Por lo que cuentas, yo me identifico con la forma de ser de Nina, soy muy autosuficiente en mi vida, y no me gusta que me sirvan, aunque si me gusta que me traten bien y me hagan la pelota cuando pago un servicio caro, por ejemplo en un gran restaurante o en un gran hotel, pero, a la hora de compartir amistad, prefiero hacerlo con un argentino antes que con un alemán, y por supuesto mi respeto por los alemanes es muy alto, que quede claro.
Bmé. en septiembre 1, 2009 ·
Los españoles creo que no estamos muy lejos de lo que comentas. El año pasado de viaje por Finlandia estuve a punto de ir al departamento de extranjería para pedir como hacerme finlandés.
La gente no hace ruido en los restaurantes, deja las bicicletas sin atar (y no se las llevan), las ciudades están limpias, etc. PROBLEMA: No tienen sol, o si lo tienen no se ve.
juan dominguez en septiembre 1, 2009 ·
Tu post está muy bien pero me permito unirme a lo que han dicho otros comentaristas: ni los suecos (o alemanes o ingleses o lo que sea) son tan buenos como parecen, ni los argentinos (españoles italianos o venezolanos) tan malos.
Sí es cierto que hay una idiosincrasia particular entre los países de culturas más católicas, y si que me dio la impresión los años que viví en Argentina de que engañar al de al lado es una virtud valorada socialmente.
Lo que no cuentan los nórdicos-protestantes es la insolidaridad, el abandono moral (no el económico, ojo) de la ciudadanía menos favorecida y la presión social que lleva aparejada ese tipo de vida. Los muy protestantes, los calvinistas, tienen esa cosa de la transparencia absoluta, y la charla directa con Dios, y eso les permite ser buenos si cumplen una serie de normas, cada vez más arraigadas y publicitadas. Por eso puedes suicidarte, consumir drogas y tantas otras cosas sin que nadie se preocupe por ti.
Los que venimos de culturas católicas, sin embargo, hemos vivido toda la vida con la idea de que los pecados nos son perdonados si nos arrepentimos y si cumplimos una serie de preceptos de tipo moral, no positivos como los protestantes, que nos inducen a ayudarnos en comunidad, a sentir un tipo de empatía que lleva a prohibir muchas cosas, pero también a acoger, muchas veces informalmente, al que está en apuros.
Respecto al psicoanálisis, eso creo que es un misterio para todo el mundo, pero yo me permito interpretarlo a mi modo: los argentinos son los únicos ciudadanos de un país en todo el mundo que están constantemente preocupados por el hecho de ser argentinos. La Argentina se convierte en una figura paterna o materna que causa conflictos internos y a la que se ama y se odia al mismo tiempo, y se acaba construyendo una nación, una cultura, y una identidad personal básicamente bipolar.
xl en septiembre 1, 2009 ·
2 anecdotas:
1 Hemingway, vino a decir que los espanyoles eramos orgullosos pero a diferencia de los anglosajones nuestro orgullo no era por ser el mas honrado u honesto, si no por ser el mas ladron…
2 Cuando la Reina Juliana (Reina de Holanda) salia de su cuarto, no habia nada a hacer, se dejaba la cama erfectamente echa, se recogia la ropa, y hasta llevaba unos trapos para recoger el polvo,en estancias de una semana impedia que le hiciesen los banyos e insistia en hacerlos ella…
Gustavo Rodríguez en septiembre 1, 2009 ·
Saludos Martín, interesante el post y aunque me duele profundamente, creo que en muchos aspectos es verdad.
Aunque coincido abiertamente con aquellos que refieren este comportamiento como prioritariamente porteño, y no Argentino. A pesar de todo, y con todas nuestras miserias, creo que Argentina es un pueblo solidario, que se hace presente en general cuando existe alguna necesidad imperiosa, lamentablemente cubriendo el hueco que dejan nuestras políticas de estado, o mejor dicho la ausencia de ellas.
Yo Argentino! , pero como Favaloro, como el Dr. Albino, como Fangio, como aquellos que eligieron crear nuestra Argentina, como Belgrano, como Moreno, como Don José de San Martín, como Alem, como mi abuelo Juan Kubilius…
Ricardo Mildiner en septiembre 1, 2009 ·
Hola Martín. Te felicito por tu nota, está muy bien contada y creo que es un reflejo de lo que somos. Soy amigo de Gerry uno de los creadores de Oblogo y espero que la misma tenga una larga vida. Soy porteño (casi cómo decir Yo Argentino!!) y por razones de salud y placer me paso unas 2 hs diarias arriba de una bicicleta circulando por Buenos Aires, imaginate lo que es ser la carrocería humana en medio de millones de «Yo Argentinos»!!!!, hay veces que pienso que tendrían que diplomarme de mago, la ciclovía es carril exclusivo de motos, en el Rosedal crean un puente nuevo en el recorrido de la bicisenda con un cartel de prohibido circular bicis, y los conductores parecen asesinos de una pelicula de Tarantino. Si somos calidos, afectivos y creativos, pero no nos vendría mal en la «Repartija» un poco más de civilización. Salu2 y gracias, Riky Mildiner
Martin Varsavsky en septiembre 1, 2009 ·
El respeto al ciclista dice mucho de una sociedad. Yo también soy muy ciclista. Hasta en eso España es mitad de camino entre Argentina y digamos, Holanda.
Jorge en septiembre 1, 2009 ·
Martín, con tu post por un lado me reí, por otro aplaudí 🙂 pero también:
1) Si revisamos un poco la historia de los países nórdicos-sajones, muy linda la consideración entre ellos, pero con los países vecinos ¿qué pasó? Alemania no es ejemplo de nada en ese sentido. Y si ahora lo es, cuánto de eso es por sensación social de culpa.
2) Gran parte de la conducta nórdica-sajona es impuesta y de forma extremadamente autoritaria. Hasta qué punto el «respeto» es una versión lavada del miedo. Interesante tu comparación con los japoneses. Tanto unos como otros aprendieron a obedecer y ser respetuosos porque tradicionalmente, si no lo hacían, el señor feudal de turno les cortaba la cabeza (posteriormente, con el avance de la civilización eso derivó en lo que llamamos «condena social»). OK, con los siglos tomaron eso como conducta idiosincrática y herramienta social útil, pero
3) creería más lo que decís de los sajones si su idiosincrasia hubiese tenido otro origen. De hecho, aquí en Argentina trato con muchos alemanes radicados acá por contrato, y en todos ellos (independientemente del choque cultural de asumir, ponderar y cubrirse de las «trampas» que citás y que tienen que enfrentar constantemente) lo que más destacan de aquí es la sensación de libertad ¿Por qué? Porque nadie los vive controlando hasta la persecución, nadie los enjuicia, nadie los exige por la menor estupidez, y con eso la vida es más llevadera. Algo tendrá que ver la religión, como mencionan en algún comentario: el dios de los protestantes es un abominable hinchapelotas que no te perdona una, y para ser aprobado por él, tenés que terminar siendo peor que él en ese sentido; pero nuevamente, veamos las razones históricas.
4) El gesto de la foto yo se lo ví a mi viejo pero con otra cara, cara de preocupación y los ojos llenos de miedo. Como adolescente que era jamás le entendí pero hoy a los 40 asumo que en los 70s y 80s, «años de plomo» en Argentina, en gran medida tener esa actitud era estar al margen para mantenerse vivo. Por supuesto, uno podía tomar otra actitud, si era posible irse. Mi viejo no podía ¿qué alternativa le quedaba?
Una característica que no mencionás Martín: la queja y el llanto, que no sé si decir «argentinos», pero sí porteños. Otra es la resignación, que se ve muchísimo fuera de Buenos Aires. Todas características de gente encerrada, oprimida, pisoteada, condenada a la mediocridad. Y la Buenos Aires de la época militar podía considerarse una jaula social donde todos estaban vigilados, todos tenían que cuidarse de todo, y los más adaptados tenían su propia cabeza formateada con mentalidad de carcelero.
¿Te sorprende entonces la proporción de psicólogos que hay acá? Si lo que opina Nina fuese cierto, con ese criterio este país debería ser un gran asilo de locos… Bueno, de hecho lo es, sinó no se explica por qué es así y cómo pasan acá las cosas que pasan 😀
y 5) Lamentablemente, así como tu post es bueno también es sesgado. Otros detalles en la personalidad «argentina», así generalizando es el humor, el cariño, la paciencia y la atención respecto del otro, el ingenio y la habilidad de improvisar, la creatividad casi innata, todas y cada una complemento de las características negativas que citas. Y merece un estudio detallado ver hasta qué punto todo eso se relaciona entre sí 🙂
No conocía Oblogo. Gracias por hacérmela conocer. Pero te señalo Martín que valorás esa revista como si fuera un destello perdido de creatividad, cuando le realidad es que acá hay cosas tanto o más creativas y originales que constantemente pululan, y sugiero traigas a Nina para acá una temporada a ver qué le parece eso. No he conocido alemán que no se haya asombrado y sorprendido del burbujeo creativo que hay en Buenos Aires, pese a cualquier contra que plantees.
Otro sesgo: el gesto de la foto es más de la generación anterior a la nuestra, aunque en nuestra generación también se ve y algunos jóvenes lo compartan. Pero eso se está volviendo un pasado quemado, cada vez a mayor velocidad. Me da la sensación de que las generaciones jóvenes se están «volviendo más sajonas», pero para analizar eso a fondo, mejor nos contactamos dentro de 5-10 años, así determinamos con justicia hasta qué punto eso «es mejor» o no.
Un abrazo
Martin Varsavsky en septiembre 1, 2009 ·
El tema de la Argentina y Nina se complicó porque a la cuarta hora de estar en Buenos Aires, estando con sus amigas, la asaltaron violentamente en medio de Palermo y le robaron el Rolex que le había regalado su madre a los 15 años. Nina fue corresponsal en Africa por dos años y nunca se lo habían robado. Terminó peleándose con los ladrones y logró recuperar la cartera, pero recibió golpes y perdió el reloj. Eso nos arruinó un poco la experiencia porque después, como es normal, tenía miedo de ir por la calle, que es como sabemos, uno de los grandes placeres de Buenos Aires.
Y con respecto a tu visión histórica de la gente del norte de Europa, ya sean británicos, escandinavos, alemanes es curioso pero yo pensaba bastante como vos de los alemanes. Especialmente por ser judío. Pero luego de hacer una empresa ahí, hacerme muchos amigos y después conocer a Nina cambié mucho de opinión. Son gente especialmente cálida, fiable, y con un lado increiblemente romántico.
Ahora si vamos a criticar a Alemania te digo que la primera es Nina que está contentísima en España y que dice que no tiene ningún deseo de volver a su país. Al final España es como el punto medio. Ni tan egoista, ni tan estructurada.
Enrique en septiembre 1, 2009 ·
Martín, muy bueno el artículo, pero me parece que la descripción es más que anda de los porteños (como yo) que de todos los argentinos. La gente del interior del pais, es increiblemente honesta, trabajadora y respetuosa. Los porteños somos lo peorcito que hay acá… tenemos mucho para mejorar..
Martin Varsavsky en septiembre 1, 2009 ·
Estoy de acuerdo. Conozco todas las provincias argentinas menos San Juan y Catamarca, y la gente es más solidaria. Pero lo mío es una anécdota, y la expresión no es Yo porteño sino Yo argentino.
JAVIER SANDOVAL en septiembre 1, 2009 ·
Valiente artículo, como es habitual, veo que arrancas este dificil curso 2009-10 con ganas. Echaré un vistazo a Oblogo.Gracias
Jorge en septiembre 1, 2009 ·
Ante todo Martín ¡¡¡que sorpresa tu respuesta rápida!!! ^-^
No sabía lo de Nina aquí. Y así como lo cuentas, qué decirle ¿no? 🙁 Salvo que lo que apunté sigue siendo válido.
Y perdón a tí y a ella, pero lo tengo que preguntar ¿las amigas conque Nina estaba eran argentinas? ¿Nadie le dijo que no podés salir por ahí en Buenos Aires con un Rolex puesto, que en zonas turísticas como Palermo un extranjero se destaca tanto que es un blanco móvil? Y no es que eso pase hoy, es algo de siempre.
Una característica social de los argentinos, que me sorprende y mucha veces entristece y/o enerva, es que así como hay «terribles vivos» hay abominables estúpidos en la misma proporción. Una palabra típica argentina Martín: boludo. Quizá valga la pena un post donde solo analicemos esa palabra 🙂 Y flor de trabajo para vos, tener que definirla para Nina 😀 😀 El argentino/a se dice así porque es así y así se define entre pares (recuerdo imborrable en Chile, hace 15 años y yo de mochilero sin oír esa palabra durante casi un mes: me emocioné al escucharla más que si me hubiesen puesto enfrente bandera, escudo, mate, a Maradona o cualquier símbolo «nacional argentino» :-D). Sospecho que el argentino empezará a ser otra cosa cuando asuma que lo es. Hoy no lo hace, no se quiere reconocer así. Hace falta una buena temporada de psicoanálisis para decirse «boludo» en el espejo 🙂 Y no es porque te consideres el más «vivo» del Universo.
Respecto de lo que dices de alemanes, a mí también me pasó, y tienen esas caracteristicas que mencionas, eso no se discute. Pero convengamos que esas características se vuelven evidentes porque con ellos convives, cuando ellos te conocen, y en particular cuando demuestras que compartes criterios que ellos aplican naturalmente. Cuando esas condiciones no se dan, ellos se mantienen cordialmente educados, pero si no te ignoran, te menosprecian a su modo.
Nunca olvido que en algún punto, ellos se suponen «übermenschen» (espero haberlo escrito bien), los Elfos de la Tierra Media de Tolkien. El punto duele, no lo admiten, a veces quieren esconderlo, otras veces lo muestran aplicado y ahí brillan con los logros que consiguen por propio esfuerzo, a veces lo consiguen trascender y con eso brillan más aún :-D. Es un punto fascinante y terrible en igual proporción.
Pero está.
En particular, está también el tema de la exigencia de la autoridad y la autoexigencia, que no sé hasta dónde está relacionado con lo anterior. Fuí testigo de situaciones no digo ridículas, sino directamente alucinantes donde me encontraba con gente extraordinariamente capaz totalmente bloqueada e inutilizada por estupideces, el problema era que esas estupideces estaban amparadas por alguna Autoridad o peor, por la autoridad muchas veces cuadriculada en sus propias cabezas. No sé si me chocaba más ver eso, o la incredulidad en sus ojos cuando planteaba una solución sencilla, obvia o incluso estúpida, como por ejemplo decir «bueno, entonces que no se haga».
Muchas veces esa característica me da lástima. Tanta exigencia y excelencia interna… Además es como que consideran natural que se proyecte hacia fuera, y que debe ser así también naturalmente. Muchas veces pienso que eso es una ilusión que se vuelve problema. Por supuesto si un alemán que piensa así cae en Argentina está irremediablemente perdido, Buenos Aires por lo menos es el negativo de todo eso.
Aunque más que negativo, te diría complementario.
Sobre lo que opina Nina de Alemania… no conozco alemán fuera de Alemania que no diga eso 🙂 Supongo que es por haber experimentado lo latino, que suaviza tanta cosa estructurada. Los que conozco y han vivido en España también me dijeron lo mismo. Pero lamento señalarte esto Martín, y no es por mala intención, es consideración en el mejor de los sentidos: sempre Alemania es donde nació y, en última instancia, su casa.
Nuevamente abrazos
Horacio en septiembre 1, 2009 ·
Muy buen artículo y lo de Oblogo es digno de destacar. El intento de meter es nuestros ya atestados transportes públicos un poco de literatura es casi un acto de resistencia.
Igualmente más allá de las diferencias de costumbres (tener o no quién te lave los platos) en el fondo algunas motivaciones son universales. Todo el mundo en es generoso y egoísta al mismo tiempo. Noble con sus causas, pero capaz de las peores pequeñas traiciones cotidianas (bajo la etiqueta, por ejemplo, de «mentira piadosa»)
diego en septiembre 1, 2009 ·
Martin, no conozco los ningún país nórdico, conozco la argentina ya que la disfruto, la vivo y la padezco cada dia.
Me llama la atención de tu vida, que aun te sientas Argentino, en el sentido para mi ya eres un ser global con mentalidad global, pero te esfuerzas en demostrar o comunicar tu ser argentino… se nota por ejemplo cuando en cada post pones la traduccion o equivalencia entre el «español» y versión «argentina» de cada palabra. No se.. creo que con la vida que llevas deberias estar mas alla de las cosas buenas o malas que tiene argentina… lo digo en terminos de inquitud no de critica, pero evidentemente tu infancia, tus afectos, o quien sabe que cosa, indefectiblemente te llevan una y otra vez a la argentina.. ¿cuanto tiempo ya haces que vives en España? ¿ o cuantos años hace ya que no vives en Argentina?
Mi padre vive en colombia hace ya 37 años, y creo que mira Argentina com mucho cariño, con miles de recuerdos, pero creo que su mirada ha dejado de ser la de un argentino en el extranjero, es mas un colombiano que Argentino… (aunque tiene el beneficio de entender un poco mas al peronismo jajajaj)
Te mando un saludo
Aile en septiembre 1, 2009 ·
Martín, qué cantidad de comentarios tienes! ¿llegarás a leer el mío?
En fin, me identifico mucho con tu artículo. Soy mexicana, mi chico francés y vivimos en Madrid por lo que el choque cultural se percibe por todas partes, detalle que te hace irremediablemente tolerante.
Coincido contigo en la mayoría de las cuestiones, más aún en cuanto al tema del psicólogo. Me parece de lo más normal pagarle a alguien para que te escuche durante una hora y te ayude a desenredar tus neuronas pero a él le resulta una aberración exponer de tal forma tu vida privada, cuestión de gustos pero es cierto que mis neuronas, mi psicólogo eventual y yo sorteamos mejor las vicisitudes. Por otro lado, debo reconocer que el hecho de que mi pareja revalorice tanto las labores hogareñas resulta muy beneficioso para nuestro bolsillo maltrecho. Sólo hay un aspecto con el que no estoy de acuerdo: creo que la liberación femenina no consiste en trabajar en despachos o en cuidar a tus hijos, sino en ser libre para hacer lo que realmente deseas. En tal caso, a mi no me apetece cuidar niños o dedicar mi valioso tiempo a las tareas del hogar así que encuentro tan loable recibir dinero (o pagarlo) por lavar la ropa como por auditar las cuentas de una empresa. Todo está en que te guste hacerlo y en que encuentres la mejor manera de rentabilizar tus gustos o habilidades.
Roger en septiembre 1, 2009 ·
Sin ninguna duda, Martín, una vez FON tenga el camino trazado con benefcios, plantéate de escribir un libro compilación de tus ideas, de esa visión del mundo tan rica y peculiar que tu tienes. No hace falta qu inventes nada, tienes los temas iniciado ya en este blog.
Gracias por este post, me ha hecho pensar mucho.
jose en septiembre 1, 2009 ·
Supongo que vivir en una ciudad grande como Buenos Aires será como vivir en Madrid multiplicado por 2 o por tres: nadie conoce a nadie y la gente olvida la educación frente a las prisas y el estrés.
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Yo vivo en las afueras de Madrid, y cuando meto el coche en la ciudad y vuelvo pienso que estoy en otro planeta: la gente no tiene prisa, y se respeta!!!.
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Yo siempre he creído en que la proporción de sinvergüenzas, ladrones, o buena gente es más o menos constante en todos los lugares, aunque la cultura fomenta-recrimina a unos o a otros.
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He vivido lo de no ser capaces de abrazar a alguien(lo que dice Athos) con franceses, pero demuestran aprecio de otras formas.
Ernesto en septiembre 1, 2009 ·
Martin:
Solo para detenerme en el tema del servicio domestico, no es tanto porque haya costumbre o no, sino por el hecho de cuan acostumbrados estemos a que este asequible. Mi familia no ha solido tener servicio domestico (bueno ahora mi hermana si, porque ya es mama) y no me afecto mucho el no tenerlo en Madrid, pero no ha sido raro el encontrarme con latinos viviendo aqui (o en algunos otros paises de Europa) quejandose lo caro que es tener servicio domestico, que no compensa trabajar para poder pagarlo (en Sudamerica si llegas a ser un profesional no mal pagado puedes permitirtelo), y claro… se entiende parcialmente esa desazon.
Si llevamos las analogias al extremo, sabemos que los españoles que fueron a Latinoamerica en los primeros tiempos de la expansion de Telefonica si que aprovecharon las ventajas de poder pagar servicio domestico cama adentro sin que se les fuera la vida en ello, es mas conoci un español que sin estar forrado preferia Peru entre otras razones por eso (y me imagino que tambien porque ahi no se tiene la costumbre de ser tan cicateros con el espacio a la hora de construir viviendas).
andi en septiembre 1, 2009 ·
Creo que tenés una idea un poco exagerada de las virtudes del norte de Europa.
En Suecia hay un slogan muy interesante «en svensk tiger» que se puede traducir como «un sueco calla» o «un tigre sueco». http://en.wikipedia.org/wiki/En_svensk_tiger
Nació en una campaña durante la segunda guerra, para inculcarles a los suecos que no hablasen sobre asuntos suecos con extranjeros. Y la mentalidad un poco sigue, a diferencia de los argentinos, los suecos tienden a pintar Suecia mucho mejor de lo que es. Y como nadie entiende el idioma o vive el tiempo suficiente para ver como son las cosas realmente….Siempre me ha llamado la atención como en Italia o Francia (donde también viví) tienen una idea tan exagerada de las virtudes del norte. Pero es muy cómico ver como se excusan ante mi marido sueco cuando algo no funciona y le dicen cosas tipo «claro allá en Suecia que es un país serio..». Sobre todo en Italia. Mi marido no entiende nada. Les trata de decir que acá también hay un montón de cosas que no funcionan. No le creen.
A veces el slogan se usa también para decir que un sueco no se mete. Un poco como el yo, argentino.
Referente a las empleadas (y otro tipo de ayuda doméstica), en Suecia hace un par de años, el estado las subvenciona. Con cama no hay, pero desde que es accesible tener empleada «todo el mundo» tiene alguna extranjera que le viene a limpiar una o dos veces por semana. Es común escuchar el «dejá que mañana viene la polaca». Que lo entiendo, no es fácil combinar familia y trabajo.
Saludos desde Suecia
Martin Varsavsky en septiembre 2, 2009 ·
¿En Suecia los políticos se enriquecen en sus cargos como los K, Menem y muchos otros? ¿En Suecia los que gobiernan se consiguen super poderes y dominan al congreso por una década? ¿En Suecia los maridos dejan a sus esposas de presidentes? ¿Hay cuatro presidentes en unos meses? ¿En Suecia dejan pasar a los peatones en el paso de cebra? ¿En Suecia se exporta comida mientras que mucha gente pasa hambre? ¿En Suecia te roban a las 4 horas de llegar como le pasó a Nina?
En Suecia, en Suecia, en Suecia, creo que si no me estuviera por dormir podría terminar una larga lista que pondría en duda tu argumento de que «casas mas casas menos igualito que Santiago».
Ojo no es que Argentina no sea mejor que Suecia en algunas cosas importantes. Argentina tiene mejor clima, naturaleza, paisajes, comida, ambiente para salir, la gente es más espontanea, divertida, toma menos, se deprime menos, comparte más sus dificultades. Pero estas cosas no pasan por el lado de cómo está organizada la sociedad. Ahí es donde la Argentina pierde por goleada.
cristian en septiembre 2, 2009 ·
una cosa, el comportamiento de los porteños no es el de TODA Argentina….
no generalicemos…
Gustavo en septiembre 2, 2009 ·
¿Cómo es eso, Cristian? ¿Te parece mal generalizar a toda la Argentina, pero te parece perfecto generalizar a todos los porteños?
cristian en septiembre 2, 2009 ·
no me parece mal generalizar a los porteños, porque son el causante de la gran crisis que vive el país hace años.
desde el ‘canillita’ hasta el presidente (si, ya sé que el presidente no es porteño, pero aporteñado está),
el porteño es el que cree que insulta diciendo boliviano al hincha de boca, el que le dice pata pila al paraguayo, y cabecita al del interior.
o me equivoco?
hay toda una idiosincracia porteña muy negativa.
Marcela en septiembre 2, 2009 ·
que raro, un articulo criticando a los argentinos, lleno de argentinos justificándose, una de las típicas actitudes argentinas en lugar de hacerse cargo y tratar de mejorar.
Yo, argentina
(lamentablemente)
Fernando J en septiembre 2, 2009 ·
Siempre tuve entendido que el origen del «Yo Argentino» era en las guerras donde la Argentina mantuvo la imparcialidad (o no tomo partido hasta cierto punto).
Por otro lado el tema como trata cada uno al servicio domestico tambien es cultural y hay de todo incluso dentro de las mismas culturas. Conozco gente que la trata como de la familia compartiendo la mesa e incluso vacaciones y quienes consideran siervos al servicio domestico.
Los que tuvieron la suerte de viajar como yo… Se dieron cuenta que generalmente los argentinos somos los unicos (y sino los primeros) en hacer la fila para subir al avion cuando los asientos son numerados? Segun mi observacion, la urgencia no es por ocupar un asiento sino el lugar para los bolsos de mano/bolsas del freeshop/etc arriba!!
inversor00 en septiembre 2, 2009 ·
Cuidado Martín con cariño, que no te coman el tarro, que Alemania tiene muchas más miserias que la Argentina, pero las esconden debajo de la alfombra, no expresan sus sentimientos, y piensan que por no expresarlo están en lo correcto, digamos que tu vienes de la cultura de la mentira y ellos de la cultura de la «ocultación», y hacen sentirte peor porque sacan a relucir tus ¿defectos?, preguntale como pagan sobornos empresas nórdicas en Argentina, pero incluyendo un sobrecito para ellos claro…..
Con cariño Martín cuidado con las teutonas, ya lo decía Felipe II, prefiero consejeros españoles que alemanes, porque con los españoles al final me entero de las intrigas y con los alemanes no….
Psicólogo en septiembre 2, 2009 ·
Y dale con que el psicoanálisis sólo se da en Argentina. En la Universidad de Cornell de NY están los mejores psicoanalistas del mundo, como Otto Kernberg. Lo que pasa es que en Argentina se han quedado un poco atrasados y se practica un psicoanálisis anticuado y ortodoxo, en el que se considera que Freud sigue siendo EL mesías. En el resto del mundoesta disciplina ha avanzado una barbaridad y ya no se trata de rebuscar en la infancia ni de analizar sueños, ni de tirarse a un diván para que un tipo con barba no te diga ni los buenos días.
Para ponerte un simil informático chusco, es como si allí los ordenadores corriesen todavía con Ms-Dos (pantalla negra y letras verdes, para más señas) y en Europa y Usa con Windows Vista.
Jorge en septiembre 2, 2009 ·
A Diego (50): no sé qué es para ti «ser una persona global». En mi opinión es ser una persona adaptable capaz de estar en diversos puntos del planeta sin incomodarse demasiado. Estimo para eso que es necesaria una síntesis interna y Martín hace rato muestra que la ejercita ¿eso no incluye sus orígenes?
A Marcela (60): entiendo que no se puede cambiar en algo hasta que uno no se asume y acepta cómo uno es. Hay comentarios acá que tienen pinta de justificación, pero sobre ellos dejo el beneficio de la duda.
A Psicólogo (63): estando yo en el campo informático, te digo que tu ejemplo no es feliz. He visto desarrollos en DOS que demuestran a Windows Vista como una masa barroca inútil en comparación. Estimo que te estarás refiriendo a una comparación en el tiempo, como diciendo «DOS es viejo» 🙂 Volviendo a tu ejemplo, el hijo no reconocido del DOS es Linux (antes de que griten por ahí, Linus Torvalds hizo lo que hizo por reacción frente al DOS, si hubiese estado frente a una Mac allá en Finlandia ¿la historia hubiese sido la misma o no?).
Por los conocidos psicólogos que tengo, si bien la base de estudios en Argentina es freudiana, fuera de las Universidades los profesionales toman otros enfoques y métodos para tratar con sus pacientes, así que no sé hasta qué punto podemos generalizar.
Jorge en septiembre 2, 2009 ·
Martín, Suecia tendrá muchas características de las cuales Argentina carece y quizá carezca siempre 🙂 Hasta qué punto no lo sé, no tuve el honor ni de estar allá o siquiera conversar con alguien que pasó por ahí.
Entiendo no existe ninguna sociedad ideal. Lo que pasa es que las fallas que ellos tienen, o tú no las viste o no las registras pues no entran en tu campo de interés. Y al revés, si ves fallas que te afectan tendrás más presente eso que cosas buenas, que existen, pero no tuviste posibilidad de experimentar.
Otros factores son qué estabas haciendo ahí y en qué términos. Por ejemplo cuando intercambiamos impresiones sobre los alemanes, una cosa es ir a formar una empresa allá, y otra es trabajar con ellos en Argentina siendo empleado. ¿Una situación es mejor que otra? ¿Ves más detalladamente las cosas según cruces determinada línea? No creo, son experiencias diferentes y complementarias.
En ese sentido, perdón por señalar que tu réplica a andi (55) es bastante argentina, en el sentido de que está muy centrada en tu óptica y en particular con referencia a lo que no se tiene a mano, con dejo de queja incluída 😀 Por supuesto es así porque sos así 🙂 y así está bien.
Solo que ojo con la observación, que ellos tengan situaciones mejor resueltas no quiere decir que saltaron a otro nivel de la Evolución, simplemente consiguieron un sistema que parece les funciona, punto. Pero si hacia nosotros el único corolario es «estamos haciendo todo mal», los resultados son históricos, están a la vista: seguimos como estamos. ¿Por qué? Porque para qué vas a moverte si en comparación sos una bosta.
Y la paradoja Martín que quiero observes: si la Argentina hace todo mal ¿cómo existe? Y esa paradoja se vuelve notoria en momentos en que países superexitosos están en crisis porque cometen errores que no deberían cometer en el estadio en que están ¿a ellos qué demonio les pasa? ¿Podemos dejar de lado eso porque en su caso son «accidentes»? ¿Y quién te dijo que así debía ser el análisis?
La suerte no existe. Quizá sea que la Argentina está inmersa en un sistema que funciona a su modo, y la tragedia sea que los argentinos no lo ven.
Quede claro: esto no quiere decir en absoluto que me parezca que en Argentina esté todo bien. Muy poco de la Argentina me gusta y lo apruebo, como sociedad. Pero si no la analizamos en la forma menos sesgada posible, si no consideramos tanto defectos como virtudes, algo siempre se nos escapará de ella, no podremos verla como herramienta de trabajo, jamás empezará a moverse de una manera que creamos más justa, positiva y funcional.
Abrazos again 🙂
claudia en septiembre 2, 2009 ·
Muy bueno, pero Martín, te invito a que recorras el interior de pais y que veas la diferencia, claro está que lo que ven los de afuera es a Buenos Aires.
Lucas en septiembre 2, 2009 ·
A esta altura, después de 35 años de vida, como argentino no me llama para nada la atención muchos de los comentarios aquí expuestos por los mismos argentinos, residan estos en argentina o en el exterior. Las observaciones que voy a indicar están basadas en un análisis netamente estadístico, es decir comprenden a la gran mayoría de la población, sea esta urbana o suburbana. Hay un amplio sector al que este análisis no aplica, pero es cuantitativamente muy inferior al predominante.
1) En ningún comentario se proponen las posibles soluciones a nuestras equivocaciones, todo lo contrario, son todas criticas y justificaciones. (Esto me hace recordar eso de que los argentinos son todos DT de fútbol, son todos presidentes, por que para opinar y dar explicaciones están siempre listos, pero para decir: me equivoque, disculpas, lo voy a intentar solucionar de esta forma…)
2) Hay una creencia popular Argentina, pueden corroborarlo con los cometarios en este mismo blog, de que la culpa es de los políticos y gobernantes que son corruptos. (Claro, estos son importados de una galaxia muy lejana para perjudicar al argentino). Abran los ojos compatriotas, los políticos y gobernantes son un fiel reflejo de la sociedad argentina y más importante aún, son argentinos.
3) Otra creencia: Los argentinos se vuelven corruptos cuando llegan al poder. El argentino “coimea” al policía, el policía le pide una “coima” al infractor que paso en luz roja, a Juan Pérez (que no termino el secundario), le “consiguieron” un “trabajo” en una oficina publica por que es el sobrino de José López que es intimo amigo del funcionario de turno. ¿Había otros individuos mejor preparados o capacitados para ese puesto? Probablemente, pero no tenían la suerte del “de ser amigos de alguien”. No cito más ejemplos para no extenderme.
3) Discriminación. Este tema es sumamente interesante. Los argentinos vivimos criticando a los nórdicos, norteamericanos, y otros pueblos por ser discriminadores. Tenemos que admitirlo. El argentino es un individuo muy discriminador también. Si no es por el color de la piel, es por que no le gusta lo que a la mayoría sí, o por que no reside en tal o cual lugar, o por que usa zapatillas marca “flecha” o por que es “grasa” (disculpen extranjeros pero definir este ultimo concepto requeriría de otro análisis particular y no puedo extenderme en ello) o por que escucha tal o cual música o como en muchos otros países, por su religión o creencias).
4) Como puede ser que Australia hace 100 años se pobló de lo peor de los anglosajones (presidiarios e indeseables) y llegó a ser lo que es hoy, y nosotros, supuestamente una de las potencias mundiales, llegamos a esta instancia. ¿Como puede ser que un país rico en alimentos, campos, climas diversos, minerales fácilmente extraíbles, una nación rodeada de mar y hermosos ríos y lagos, tenga tantos niños que mueren de hambre y enfermedades?. ¿Como puede ser que tantos hombres y mujeres no tengan un trabajo digno para poder alimentar y educar a sus hijos?
Evidentemente, algo hicimos mal, ¿no?. Pregunto, por que tal vez, alguien cree (respeto otras ideas) que fueron los anglosajones o los nórdicos en su plan de re-ordenamiento imperialista que nos indujeron a este desastre.
5) Hace tiempo que nuestra sociedad perdió el respeto. Esto definitivamente se puede adjudicár a las poblaciones urbanas y no tanto a las suburbanas. Hoy es posible ver en el transporte público como mujeres embarazadas o ancianos viajan parados mientras que los jóvenes permanecen sentados escuchando musía y nadie les llama la atención. Nadie lo hace por que la sociedad en general ha perdido los valores éticos y morales que supieron tener generaciones anteriores pero que no supieron inculcar en las nuevas, o que estas no quisieron asimilar.
6) El clásico argentino: “la culpa la tiene el otro”. “Nosotros seremos así pero ellos son asá”. “Ellos no tienen sentimientos, son fríos y esconden su amor, nosotros no”. Siempre nos justificamos. Un psiquiatra nos podrá confirmar que esta es la típica actitud de la inmadurez, de la pubertad donde el adolescente todavía no se hace cargo de sus actos. ¿Es casualidad? Mi abuelo decía siempre que los latinoamericanos somos los adolescentes del mundo.
Para concluir. Tengo un titulo universitario, una esposa a la que amo y una hija que es mi conexión con Dios. ¿Por qué, a pesar de todo lo que observo en mi país, no cuelgo la toalla y empiezo de cero en una nación donde se respete al individuo honesto y trabajador?
Bueno, por dos razones. Primero, me parece que eso sería muy fácil para mi, pero no para el niño sucio y enfermo que deambula por las calles del bajo flores en busca de un pedazo de comida descartada o de un poco de pasta base para olvidar que su padre esta preso y su madre no puede criar a sus seis hermanos y a los otros dos de su nueva pareja. El no puede solicitar una visa para Canadá. Ni siquiera puede tener una cama con sabanas limpias y una madre que lo tape por las noches. ¿Entonces, es correcto que yo abandone a mi compatriota para salvarme? (Nota: Ser patriota no es sinónimo de gritar “marado, marado, marado”)
En segundo lugar, por que a pesar de todo, en argentina todavía hay amor. Y como decía mi vieja, donde hay amor hay esperanzas. Nosotros los jóvenes, no debemos buscar los culpables en las generaciones de nuestros padres y abuelos, sino entender por que se equivocaron e intentar mejorar las cosas, para que nuestros hijos sientan que nuestro amor hacia ellos, es algo más que un simple “te quiero” o “un regalo de cumpleaños”.
Quiero aclarar que personas como N. y C. Kirchner hacen más daño que bien, son personas sumamente egoístas y carecen de la capacidad de amar o perdonar al prójimo.
Todos los jóvenes podemos hacer algo para cambiar las cosas, y para los que tengan dudas, les dejo una frase de la Madre Teresa de Calcuta.
Periodista: Señora, ¿Seamos realistas, cree usted que por darle de comer a 1000 o inclusive 10.000 personas va a cambiar las cosas?
Madre Teresa: Señor, aquí están mis 1000, donde están sus 1000?
Un abrazo
Enrique Place en septiembre 2, 2009 ·
Muy buen artículo Martín, no puedo estar más de acuerdo, siendo uruguayo y estar viviendo en Argentina desde hace casi dos años… Argentina tiene muchas cosas mejores que Uruguay (y viceversa), pero lo que digo generalmente es que lo malo es que está lleno de argentinos (al igual que en uruguay) y ese es el problema 😉
A veces nos tildan a los uruguayos de lentos, de ir a otra velocidad, pero los argentinos se pasan de rápidos 😉
La verdad que sí, extraño un poco que no me atropellen en el supermercado, que no saluden, pasar por la cebra y que me pisen, o tener que pelear porque alguien se hizo el «vivo» y te quiso pasar en la fila de espera, pero bueno, de todas formas al principio uno ve que «todos son argentinos», pero con el tiempo te das cuenta que no son todos iguales y que hay muchas personas educadas, honestas y amables.
El tema es encontralas 😉
Parece que aquí la regla es «te piso para no ser pisado» y eso los hace poco queribles porque se vuelven egoistas.
El que esté libre de pecado, que tire la primer piedra 😉
Gonchi en septiembre 2, 2009 ·
Lo del cuento de Nina y el Rolex creo fue un error tuyo no advertirle que en Buenos Aires no se puede andar con Rolex autentico, al menos por ciertos lugares.
Muchos no terminan de entender que Argentina es un pais pobre o al menos con muchos pobres, muchos de los cuales son lamentablemente delincuentes….
Ignacio en septiembre 2, 2009 ·
Martín, con matices algo gruesos comparto tu análisis. Soy español, casado con una argentina y resido en Costa Rica. Pasó largos períodos en Buenos Aires cada año y residí enamorándome del país hace tiempo. Por influencias argentinas cuando estoy en España y voy a cruzar el paso de cebra, siempre me detengo en la acera y los coches indefectiblemente se detienen y en no pocas ocasiones el conductor me mira, me cede el paso con los ojos o la mano, y me mira como si fuera un marciano.
Lo de la visitas al psicoanalista es para hacer un tratado. Tengo amigos argentinos que te dicen “me voy a terapia” con la misma fluidez con que yo digo “me voy al peluquero”, es algo que nunca he llegado a entender bien.
De todas maneras, hay que hacer justicia a otra Argentina que es la que está fuera de capital y el GBA. Era algo que había escuchado muchas veces pero fue hasta el año pasado que me estuve pateando casi un mes Catamarca, Tucumán y Salta cuando lo entendí de una manera existencial. Qué diferencia!!
Felicidades por el artículo.
Jorge en septiembre 3, 2009 ·
A Lucas (67):
Citas a Australia. Te enumero algunas características de los australianos que me llaman la atención. Son características que ví en documentales y películas, por ejemplo en «Australia» con Hugh Jackman y Nicole Kidman. Las numero a medida que se me ocurren, y podés colocarlas en el orden que prefieras.
No puedo decir que «así son los australianos» porque no conozco ninguno ni estuve allí, pero entiendo que lo que proyectan en las pantallas es una imagen de ellos que dan (y en algún punto, se dan a sí mismos). Quizá Martín u otro pueda señalar hasta qué punto lo que enumero corresponde a la realidad.
1) Son rudos, se vanaglorian de ello y les gusta serlo.
2) No le hacen asco al trabajo duro.
3) Les apasionan los desafíos. Espíritu de pionero. No se quedan quietos donde están, si no les dejás moverse se irán donde sí puedan hacerlo.
4) Hablan poco. No dan vueltas, manos a la obra.
5) Independientes. Cuando hay que hacer algo lo hacen con sus propias manos. Ni piden permiso, ni esperan que alguien les diga que hagan algo.
6) No les gusta que se metan en sus asuntos. Si los jodes, te esperan escopeta en mano. Si te pasas de vivo, te comés un puñetazo de inmediato. No hay medias tintas.
7) Tras todas esas características, reglas claras. Reglas simples, reglas prácticas y concretas, reglas que se obedecen a rajatabla. Dos mas dos es cuatro: todo el mundo lo sabe, todo el mundo lo entiende, nadie lo discute, no hay chicanas ni devaneos legales.
8) El que las hace, las paga. Si el Estado no se ocupa, ellos mismos se encargan de que eso se cumpla.
9) El estado molesta por lo que le corresponde y nada más. Fuera de eso, no jode. Cumple. Y si no cumple se come todas las broncas. Al responsable lo revientan, si pueden 🙂
10) El Estado está a su servicio pero, a la vez, ellos mismos son el Estado, este los representa y los símbolos que usa son sus propios símbolos. Los triunfos de otro australiano se toman como propios. No hay ningún «ídolo» o «genio», todos se rompen el lomo en lo suyo, si tenés éxito te lo reconocen, punto.
11) Están orgullosos de su país y de ellos mismos, y te lo demuestran con hechos en donde ellos mismos tuvieron algo que ver.
Posiblemente haya más puntos, pero creo con esto podemos comparar idiosincrasias y ver diferencias. Sin vueltas: el resultado inmediato no es nada feliz 🙂
Ahora, supongamos que se propone que seamos así, ya que mencionas que nadie hace propuestas. Dos detalles que nos faltan:
A) Qué objetivo tiene la propuesta.
B) Cómo conseguís que se haga.
En otras palabras, acá las teorías no corren, bajemos a tierra y arremanguémonos. Cosas concretas que se aplican en la calle, ya mismo, con lo que hay a mano. También hagámonos cargo, y no me vengas conque no querés mancharte las manos con sangre si hace falta: remilgados abstenerse, o ponés los huevos o quedás fuera. Suena bruto, pero es así.
Y si lo mirás con esa óptica, vas a pensar varias veces lo que proponés, porque una vez que comiences no hay vuelta atrás. Este juego va en serio, no es algo donde podés decir «stop» o «pido gancho» si vas retrasado.
Con ese criterio, que no hayan circulado en comentarios de este post soluciones, responde al menos a tres cosas: a) sensatez b) precaución frente a una situación que supera y c) miedo, todas respuestas lógicas, comprensibles y admisibles. En mi caso, seguro es b) y c) y pongo mi d): no tengo mucha idea de por dónde empezar, más allá de mi pequeño círculo.
Quizá esto se llame justificación, en mi caso es lo que hay por el momento. Por lo menos elijo decir verdad.
Aparte: yo también decidí quedarme en mi país, teniendo oportunidad de irme, pero mis razones para eso son más rastreras
1) Ningún otro lugar me convence
2) Por qué tengo que irme para hacer lo mismo que hago acá
3) No me quiero ir
Hace un tiempo mis razones habrían sido más elaboradas, ahora prefiero razones toscas, crudas pero directas y concretas.
George en septiembre 3, 2009 ·
Jorge. Aunque no parezca esto lo digo con mucho respeto: El que no se pira de la Argentina es o porque trabaja en el gobierno (y esta salvado) o porque no puede. Y el ultimo seguro que NO apaga la luz… de cabron nomas.
Cuent(A)cuentos en septiembre 3, 2009 ·
Me da la impresión que Lucas y Jorge están en precampaña electoral, lo que no sé es como se llama su formación política ?¿
Gonchi en septiembre 3, 2009 ·
Para George (comentario 72)
«el que no se va de Argentina es porque trabaja en el Gobierno o porque no puede»
Empleados publicos en Argentina hay aproximadamente 2 millones, o sea que segun tu vision los otros 38 millones nos quedamos en Argentina porque «no podemos irnos».
Cuanta envidia tenes, de los que se quedaron en argentina y les fue bien, que son muchos. Claramente tu caso debe ser que tuviste que irte a la fuerza y crees que todos estan en tu misma condicion…..
Fernando en septiembre 3, 2009 ·
Martín ¿te lees todos los mensajes?, si es Sí, hasta que tiempo atras del post los continuas leyendo..?
No se, en principio es una intriga que tengo, este post, lo sigo por los comentarios.
A ver si me respondes este !!!
Andres en septiembre 3, 2009 ·
Martin,
Me parecio muy bueno el articulo y te juro que no quiero entrar en ninguna polemica. Pero seria bueno que tambien se haga una reflexion historica de esos paises de europa del norte y sus tradiciones. Pero habria que preguntarles que hizo cada uno de ellos cuando ocurrio la segunda guerra mundial y se realizaron matanzas inmensas, se robaron millones de valores personales y materiales y la gran mayoria hizo la vista gorda. Tal vez deberian haber ido al psicologo en esa epoca, porque difinitivamente no se hicieron responsables de sus problemas de esos tiempos.
Gonzalo en septiembre 3, 2009 ·
Los alemanes son muy ordenados y correctos. Tan ordenados y meticulosos que mataron en serie a 6 millones de judios y NADIE en Alemania se opuso , sino que mas bien se regodearon con el tema. Para colmo el juicio de Buremberg fue una farsa donde se condenó a menos del 1% de los responsables del Holocausto.
Dejame con los argentinos, seran desordenados, narcisistas, egoístas, rebeldes, maleducados, pero a los militares que mataron 30,000 argentinos fueron juzgados y encacerlados, todos.
Y lo siento por el rolex de Nina, en cualquier ciudad del tercer mundo le hubiera pasado lo mismo.
Martin Varsavsky en septiembre 3, 2009 ·
Gonzalo yo soy judío y visito frecuentemente Alemania. El Holocausto es un horror injustificable. Pero es difícil culpar a la generación de Nina por algo que ocurrió hace 70 años y te recomiendo tratar con los alemanes de hoy en día para que veas lo diferentes que son. Culpar a los alemanes de ahora por el holocausto es como si empezaramos hablar del genocidio indígena en Argentina y nos culpáramos por el mismo. La verdad es que los argentinos masacramos a los indios y por lo menos cuando me lo enseñaban a mi en el Nicolás Avellaneda lo contaban con orgullo. Lo llamaban la Conquista del Desierto, llamaban desierto a una región poblada desde hace miles de años por gente como nosotros que ahí vivían y que terminamos robándoles todo lo que tenían hasta la vida misma. Pero para que no quedara como que les robamos sus tierras decíamos que «conquistamos el desierto». Pero si era desierto, ¿por qué había que conquistarlo?
Pero si volvemos a la actualidad el tema es que hoy por hoy Alemania es un gran país en muchas cosas y podemos aprender de el. Pero no solo Alemania, Argentina tiene mucho que aprender de España, otro país que en el que se cometieron atrocidades durante la Guerra Civil, pero que ahora es un gran ejemplo en muchos temas, entre ellos como España no pierde la cabeza cuando trata con el terrorismo de ETA o islámico. Como sabemos la reacción de los militares argentinos fue muy diferente y resultó en el asesinato injustificado de mucha gente entre ellas mi primo David Horacio Varsavsky que solo tenía 17 años cuando lo secuestraron y tiraron de un avión.
Gonzalo en septiembre 4, 2009 ·
Martin muchos de los alemanes de hoy en dia no tienen mucha idea del Holocausto o del problema judío (de haber perdido la mitad de su poblacion mundial a manos de los nazis), de hecho muchos no han conocido un judío en su vida. Eso no habla bien del pueblo alemán en general , por mas que ésta generacion no haya tenido nada que ver con el Holocausto.
Pero coincido con tu segundo párrafo Argentina tiene mucho que aprender de Alemania o España. Y lo siento por tu primo David, no conocía que tenías un familiar cercano víctima de la dictudura militar.
Animo con la gripe «A», dicen los que la tuvieron en Argentina que no es mas que una gripe comun aunque mas fuerte, y que que la eficacia del Tamiflu es casi total si es tomado a tiempo…
Lucas en septiembre 4, 2009 ·
“…y NADIE en Alemania se opuso…sino que mas bien se regodearon con el tema…”
Gonzalo: No se si es por ignorancia o por convicción, no obstante me veo en la obligación de informarte que durante el régimen nazi murieron mucho más que judíos. Los nazis mataron rusos, polacos, alemanes, daneses, noruegos, suecos, franceses, italianos, gitanos, y a todo aquel que pensaba distinto. Inclusive Stalin asesinó millares de personas y muy probablemente haya sido tan o más sanguinario que Hitler, sin embargo, como dicen, el ganador escribe la historia. Entre los tantos asesinados por los nazis estaban mis abuelos paternos (ella era polaca y el alemán), que profesaban la fe católica y era gente muy honesta y trabajadora.
Los militares argentinos de la dictadura asesinaron a muchas personas y no por ello te acuso a vos y a tu familia de asesino solo por el hecho de que también son Argentinos”
A mi no me ofendes con lo que escribís, pero te sugiero que por respeto a los que ya no están, tengas mas cuidado con tus dichos.
Gonzalo en septiembre 4, 2009 ·
Lucas
Los nazis mataron a la mitad de la poblacion judia mundial de 1930 y al 80% de la poblacion judía de Europa (en algunos países como Polonia o Lituania el porcentaje de exterminio fue del 95%). Fue una exterminacion sistematica , la mayor de la historia probablemente.
Desconocer esto diciendo que los nazis ademas de judios mataron gente de otras religiones/nacionalidades (lo cual es cierto pero en todo caso hay que decir fueron victimas «colaterales» ya que el objetivo principal de Hitler fue matar judíos) es minimizar el holocausto y hasta me atrevería a decir que es una forma de negarlo.Con ese argumento es que países como Polonia o los países bálticos minimizan el Holocausto, basta ir a Auschwitz para ver lo que digo. Te recomiendo una visita allí para aprender un poco.
Anecdótico en septiembre 4, 2009 ·
Tampoco hay que irse al norte de Europa, yo soy de Avila y allí se respetan mucho los pasos de peatones.
El sur de Europa no es solo Nápoles. Tristemente Italia cada vez parece más el norte de Africa.
Cuent(A)cuentos en septiembre 4, 2009 ·
#79 Gonzalo:
El hecho de que muchos no hemos conocido a un judío en nuestra vida, ? habla mal de nosotros ¿. Joder, yo he inivitado dos veces al Varsas a tomar un agua de Solán de Cabras y charlar sobre temas de negocios y he fallado las dos veces.
! Si es que no quereis conocer a otras personas fuera de vuestro entorno, como no haceis proselitismo ¡¡¡
Todoa los bien nacidos, hemos leído y visto imágenes del sufrimiento que ocasionó el régimen nazi y hemos sufrido con su conocimiento, también sifrimos hoy en día con el maldito Robert Mugabe y con tantos otros, especialmente en África y en Palestina.
Gonzalo no estás solo.
Lucas en septiembre 4, 2009 ·
Desde chico que escucho a mis parientes contar historias como haber tenido que vivir ocultos en los bosques de Varsovia comiendo hojas de los árboles, o que perdieron todo lo que tenían…o la cantidad de gente muerta, etc. Nunca tuve abuelos para ir a visitar, como otros chicos argentinos y ahora tengo que soportar que un ignorante como vos me acuse de negar el holocausto y encima me recomendas aprender un poco…
¿Sabes una cosa…?
Personas como vos siempre existieron y siempre van a existir. Individuos cegados, llenos de odio y siempre dispuestos a separar antes que a unir. Gracias a Dios, también existen personas como el rabino Bergman, o como Sophie Scholl (seguramente no tenes idea quien es). (Y no, no es un Power Ranger)
No tengo nada mas que decirte, solamente que antes de mandar a aprender a alguien, tené la cautela de informarte primero, ya que opinas en el foro de MV y ni siquiera sabias que la dictadura había secuestrado y asesinado a su primo. Lamentable.
Dicho sea de paso, el papá Varsavsky, otro ejemplo de persona. QEPD.
Marcos en septiembre 5, 2009 ·
Orgulloso de ser Argentino.
Fabricio en septiembre 6, 2009 ·
Creo que el Yo, argentino viene mas que nada del ‘io manco’ que nos heredo el italiano. No se van a pensar que solamente trajeron cualidades buenas… Nos hacemos los dolobus como se hacen ellos….
Lucas en septiembre 7, 2009 ·
Hola. Quisiera comentarles algo que me humildemente me parece podría ayudarnos a entender por que los Argentinos estamos cayendo en picada (mas allá de las desgracias producto de los gobiernos de turno).
Fíjense que desde hace un tiempo, en un ámbito tan insólito como previsible, la gente se esta empezando a dar cuenta que “algo estamos haciendo mal”.
No. No fue en la política, ni tampoco en un reality show de Gran Hermano. Fue en el fútbol.
Muchos analistas deportivos (les recomiendo leer el artículo de Juan Pablo Varsky de la Nación 07/09/09) están considerando esta posibilidad. Por favor, fíjense esta analogía: Nuestro país esta lleno de talentos y personas extraordinariamente inteligentes (la selección nacional probablemente tenga a los mejores jugadores de fútbol del mundo) y sin embargo, ambos no consiguen salir adelante, les diría todo lo contrario.
En Chile, el DT Bielsa hizo triunfar a la selección del país hermano y sin embargo en Argentina fue un fracaso (muchos de los talentos argentinos que desechamos, triunfan en sus respectivos campos en el exterior).
¿Me siguen, no? ¿Creen que es casualidad?
Entonces, según la lógica argentina, hay que encontrar un culpable. Es Sebastián Verón. No, es Lionel Messi. En Europa es un crack y en Argentina esta perdido.
Señores: El problema no es de uno, ni siquiera de dos. Es nuestra actitud hacia los demás. Conciencia colectiva. Patriotismo. Trabajar en equipo. En Argentina (y en el fútbol) estamos acostumbrados a las individualidades, todos quieren salvarse sin importar lo que le pasa al otro. Vivimos defecándonos los unos a los otros todos los días desde hace mucho tiempo (disculpen el lenguaje, pero no encontré una palabra más precisa). Eso pudo haber funcionado en el siglo anterior, pero ya no funciona en los tiempos actuales.
Propongo que lo meditemos. Fuerza Argentina, hay muchos chicos con hambre y padres sin trabajo. Creo que ganar en el fútbol, va a ser una consecuencia necesaria de esto último.
Un abrazo.
Jorge en septiembre 8, 2009 ·
Lucas (87):
Sugiero leas este análisis
http://www.canchallena.com/1171710
Resumiendo, de nada sirve tener gente excepcionalmente talentosa sin una dirección adecuada, que no está preparada ni capacitada, que en vez de planear improvisa, y que está más ocupada en hacer promoción y política en vez de comprometerse en cumplir con objetivos, que para rematar ni siquiera tiene planteados.
Como la organización de un equipo entiendo no permite que los jugadores exijan cómo los tienen que dirigir y entrenar, en última instancia, al ver que el equipo donde están no va ni para atrás ni para adelante, terminan defendiendo sus propios intereses, básicamente tratando de destacar en jugadas para aparecer en cámara, lo que redunda en una suba de sus cotizaciones como jugadores (no puedo afirmar que todos los jugadores razonen así, pero sí que no me sorprendería que muchos lo hagan, porque lo que se ve parece efecto de eso) :-). En definitiva se cierra el círculo, el efecto se realimenta, todo termina siendo un «viva la pepa» y un «sálvese quien pueda».
Por cierto sería extremadamente interesante comparar esta imagen con una sociedad y la relación con las instituciones y Gobiernos que tenga 🙂
Por otra parte, propongo estudiar casos como la Selección Argentina de Básquet, con Manu Ginóbili (que podría haberse hecho tranquilamente el superstar y por el contrario, se entregó al desempeño máximo de todo su equipo), o Las Leonas en Hockey hace unos años, o el Seleccionado de Rugby en los últimos mundiales ¿qué pasó en esos equipos? ¿Cómo llegaron a lo que llegaron, cuando en el caso del rugby argentino, este es amateur, no profesional? Hubo una dirección coherente y consecuente, una vocación de entrega al trabajo del primero al último de los integrantes de cada equipo, divismo tendiente a cero, identificación con los objetivos generales en vez de personales, poca promoción y mucho trabajo.
Hay ejemplos tanto de degradación como de crecimiento y superación. Si queremos plantear cambios, muy bien señalar todo el tiempo a los primeros, también miremos a los segundos.
jovialiste en septiembre 9, 2009 ·
El post YO ARGENTINO se ve que está escrito por un Argentino, por más expatriado y naturalizado godo, aún lleva la marca «made in Argentina», en el orillo, y no puede dejar de escribir proyecciones sobre sus impactos emocionales ligados a lo Argentino.
Está bien que así sea. Aunque:
Mejor sería que enfocaras tu atención sobre los rasgos positivos de los Argentinos como cultura americana europea, y ponderaras la generosidad Argentina, que envió remesas de granos y de carne a la famélica Europa de la guerra, que NO tuvo la locura guerrera de los europeos y de otros y buscó la paz en general, etc…que prefirió construir centrales nucleares a la bomba, y muchos otros rasgos que hablan del adelanto psicológico de los Argentinos sobre otros individuos de otros pueblos circunstancialmente en bonanza.
Marcos en septiembre 10, 2009 ·
Gracias Martín. Ruego nunca reivindicar, con tu ejemplo personal, la noción que citás de “Yo argentino,” “sin meterte” e “involucrarte” para hacer algo valioso por nuestro país. También tuve educación en Harvard (y viví en Madrid) y he vuelto a Argentina para seguir “involucrándome” y “meterme” en la resolución de nuestros problemas. Sé que es difícil, pero la probabilidad de que esto cambie para mejor baja exponencialmente si personas valiosas como vos no se “meten” e “involucran”. Un cordial saludo.
Mazcue en septiembre 10, 2009 ·
Es muy interesante el post, pero no estoy de acuerdo con la «generalización» que haces al referirte del «Argentino», ya que me parece basas tu experiencia en el trato que has tenido con los habitantes de Capital Federal y Buenos Aires; siendo que «Argentinos» también somos los del interior del país.
Lo aclaro, porque yo soy de Entre Ríos, y vivo en Santa Fe desde hace unos 10 años, y puedo asegurarte que el trato entre los ciudadanos es distinto, y que la mayoría de nosotros «no va al psicologo o hace psicoanálisis».
No se por qué, pero a menudo pasa esto, hablan de «los Argentinos» cuando en realidad se refieren a «los porteños», y ligamos el pato todos… (acá te doy la razón al decir que nos excusamos de cierta situación, pero es la verdad).
Yo Argentino del interior, Abrazo!
Lucas en septiembre 15, 2009 ·
Un nuevo ejemplo que muestra que la falta de cortesía y la arrogancia no tienen nacionalidad.
http://straightsets.blogs.nytimes.com/2009/09/15/can-i-speak-in-spanish/#comment-62821
nora en septiembre 18, 2009 ·
Es cierto lo que te señala Nina, los argentinos solemos eludir la responsabilidad de recoger nuestras basuras. El placer es nuestro, las miserias son ajenas… parafraseando… Reflexiones que una hace los sábados cuando descubre que medio día de sol y bienaventuranza se le pasa en el medio del Skip, la lejía y los trapitos. También vengo de una familia donde la cabeza manda. Nina, seguramente, conocedora de los valores centrales de las culturas, advertirá los de la suya. A propósito de los conflictos con la propia basura: Una vez leí, hace muchos años, un artículo del Spiegel donde ante mi asombro, una mujer alemana había ahogado a su hijo con sus propios pañales sucios. Otras infrigían severos castigos a los niños desordenados, ante lo cual el periodista y yo llegamos a la misma conclusión: la mierda es un problema. Aquí y allá. Sólo que cada cultura le pone sus propias dificultades; esto pensé hace poco en Berlín, cuando pisé un suelo mojado. La cara de la mujer de limpieza me hizo recordar viejas pelis. Que no era jóven, que se veía campesina, que no había ido a una escuela antiautoritaria, pues… Hoy, para ser sinceros, Martín, pensando que mañana es el día de la limpieza, daría mi vida por estar en mi casa de Argentina y ver cómo Mari entre mocho y mocho abraza a los niños, les pregunta cosas de su vida, los abraza fuerte, me explica lo que le dijo el psicólogo la semana pasada, y el aroma a jabón nos envuelve de una estúpida felicidad.
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Carlos en agosto 31, 2009 ·
Martín,
Quería aclarar que la revista Oblogo se consigue gratis, por ejemplo, en la salida de la línea D de subte, estación Catedral. Si pasan a eso de las 5:30 hs las están repartiendo.
Saludos.