Mi amigo Andrew Mclaughlin tiene un hobby curioso: estudia dictaduras y dictadores. Es increíble todo lo que sabe sobre Pinochet, Stroessner, Ceaucescu, Franco y muchos otros. Sus historias sobre las cacerías de Ceaucescu -a quien le ataban osos a árboles- son hilarantes. Otras son más tristes. Lo que tienen en común todos estos dictadores es una pasión por distorsionar la información. Si quieres conocer el mundo según Kim Jong Il, de Corea del Norte, aquí lo tienes. En inglés y español.

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Swaption en enero 6, 2006  · 

Martín, puedes revisar tu información sobre los osos, yo creo que lo que hacían era colgar animales domésticos muertos por enfermedades contagiosas como cebo, con lo que los osos acudían cada día enfermados por lo que son fáciles de abatir.
Lo digo porque es lom leí cuando se habló de la cacería que tuvo Juan Carlos I en Rumanía, que habían empleado el mismo método que con Ceaucescu, y por eso había podido matar 9 osos.

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Carlos F.Fuente en enero 7, 2006  · 

Al fín y al cabo todos los dictadores son la misma lacra social y política independientemente de cómo se quieran vender. Pero lo peor son aquellos dictadores que se disfrazan de un traje democrático y pervierte las leyes, el Estado y traicionan al pueblo y a la libertad.

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Daniel en enero 9, 2006  · 

Creo que a Franco le hacían lo mismo cuando salía a pescar.
Patético.

Supongo que será el enorme complejo de inferioridad que arrastran de la infancia unido a una megalomanía excesiva.

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