2007 9
Volver a los 17
Publicado por MartinVarsavsky.net en Argentina con Sin Comentarios
Cuando tenía 17, en 1977, estaba de moda una canción que se llamaba, Volver a los 17. La cantaba Mercedes Sosa. En ese entonces yo estaba de ida a los 17. Pero hoy, gracias a una entrevista que me hizo el periodista Andres López, de Clarín, titulada «Mi Primer Empleo», tuve que volver a los 17 para recordarlo. Este inocente viaje en el tiempo se apoderó de mi vida. El resultado es el primer artículo en estilo autobiográfico de este blog. Lo que sigue es el relato de mi vida desde septiembre de 1976 a septiembre de 1977.
Primero el entorno. Yo, con mis 47 años, me voy a navegar en familia a la Isla del Aire en Menorca. Cuando estoy regresando mi ayudante me dice que me toca hablar con un periodista que está en otra isla del Aire, la de Buenos Aires. Atiendo la llamada y el periodista me pide que hable sobre mi primer empleo. Es ahí que empieza el viaje a los 17. El me pide «Volver» y yo vuelvo con una intensidad que hace casi tensa la conversación con el entrevistador. En ese momento, gracias a la mezcla de lo más moderno, el móvil, con lo más antiguo, la memoria, vuelvo a los 17 y me siento invadido por la tristeza y una emoción profunda. A duras penas logro terminar mi entrevista tratando de enfocarme en el tema del primer empleo, ser aprendiz de carpintero en un astillero de San Martín en las afueras de Buenos Aires. Concluyo la entrevista y me siento obligado a escribir la historia del año más importante de mi vida en mi blog. Al hablar de mi primer empleo me doy cuenta que no puedo hacerlo sin relatar los tristes hechos de la dictadura militar, de los años en los que fueron secuestrados y asesinados amigos y familiares queridos. Años de adolescencia donde a las primeras relaciones amorosas les tocaron convivir con los primeros duelos sin funeral, porque así era la historia de los desaparecidos. Morían… sin funeral.
Todos tenemos años que marcan un antes y un después en la vida. Para mi sin duda fue el año comprendido entre septiembre de 1976 y septiembre de 1977, de mis 16 a mis 17.
Hasta 1976 mi vida fue la de un chico de clase media, hijo de profesores, que vivió siempre en el mismo departamento en la Avenida Las Heras 1975, 6A. Pero el año 1976, el año en el que yo decía que vivía en Las Heras «el año pasado» fue tan lleno de descubrimientos, maravillas y horrores que fue mi propio antes de y después de por el resto de mi vida. Si tuviera que decir exactamente cuando comenzó a descarrilarse mi vida de adolescente, diría que fue en marzo de 1976, cuando Jorge Rafael Videla se hizo con el poder en Argentina y el país –que ya venía mal luego del desastre que había armado el patético líder Juan Domingo Perón al dejar a su esposa en el gobierno antes de morir–, se puso mucho peor.
Como todas las tragedias, el fin de la década del 70 en Argentina que concluyó con una enorme ola de terrorismo de estado (sí, la peor pesadilla, los asesinos son tus gobernantes) tuvo muchas causas. El resultado fue la tormenta perfecta que causó la muerte de decenas de miles de inocentes en manos del gobierno. Entre ellos mi primo David Horacio Varsavsky, secuestrado y asesinado por el gobierno de Jorge Rafael Videla en el barrio de Belgrano, en Buenos Aires, el 16 de febrero de 1977. Su muerte, y la temprana muerte de mi padre en un avión que volaba de Estados Unidos a la Argentina fueron los dos golpes más duros de mi vida.
Los simpatizantes del gobierno de Videla –que representarán hoy quizás un 10% del electorado argentino–, dicen que la entrada de los militares en el gobierno se debió a dos razones. En primer lugar debido a la incompetencia de Isabel Perón y, en segundo lugar, para luchar contra el terrorismo de izquierda. Mi opinión es que, aunque efectivamente Isabel Perón era una incompetente, quizás no lo era tanto como su marido que la dejó en el poder (la gente que hoy gobierna la Argentina sigue llamándose peronista y cantan una ridícula marcha idólatra a su persona al mejor estilo fachista), y aunque el terrorismo efectivamente existió y se calcula que causó unas 400 víctimas mortales, el terrorismo de estado del gobierno de Jorge Rafael Videla es absolutamente injustificado y causó más de 30 mil víctimas tan inocentes como mi primo. Lamentablemente fue durante esa ola de terrorismo de estado que a mi me tocó descubrir la vida.
Mis 16, como dije, venían tranquilos hasta que los militares no solo derrocaron a la democracia y asumieron el poder en el país, sino que con una capilaridad política inexplicable asumieron el poder en mi colegio secundario, el Nicolás Avellaneda, ubicado en El Salvador entre Fitz Roy y Humboldt. Se que a mis lectores en Europa o Estados Unidos les puede resultar difícil creer que un gobierno militar pudiera llegar hasta tal punto de control de querer poner militares a dirigir los colegios, pero así lo hicieron. Y lo primero que hizo el militar que vino a mi colegio fue decidir a que estudiantes asesinaba y a cuales simplemente expulsaba del colegio. Me pregunto como un hombre adulto, con sangre fría, podía sentarse en una mesa y decir, a este chico lo matamos, a este lo rajamos (expulsamos) a este lo dejamos. Y quizás hoy estoy vivo porque en esa mesa alguien dijo «a Varsavsky lo rajamos» y no dijo «Varsavsky es boleta».
¿Cuál podría haber sido mi delito? Probablemente haberme declarado públicamente un socialista democrático (mi país más admirado en ese entonces era Suecia) y quizás por haberme declarado también anti peronista terminé entre los expulsados y no metido en un avión con un cura que me daba el pésame en vida mientras unos militares me drogaban y me tiraban en medio del mar para que mi cadáver nunca fuera encontrado (si los curas apoyaban a los militares en el asesinato y así se supone que murió mi primo, en un «vuelo de la muerte»). Algunos de mis pobres compañeros comunistas o peronistas no tuvieron la suerte de solo ser expulsados y fueron brutalmente asesinados así como también los de otros colegios como el Nacional Buenos Aires o el Pellegrini.
Recuerdo el día que mi madre recibió un llamado del colegio que decía que yo no podía ir más porque había «militado». En la Argentina obsesionada con lo militar militar curiosamente quería decir estar en el ejército y pertenecer a una organización política, una gran confusión. Todo era militar o militar. Yo, como buen adolescente, no tenía miedo, nada de miedo. Yo, como buen adolescente, sólo tenía furia, mucha furia. Entonces hice un plan: averigüé que había una manera de no ir al colegio, pero graduarse del colegio que consistía en «dar el año libre». Para dar el año libre había que presentarse únicamente durante la semana de exámenes. Y eso es lo que decidí hacer. Como no podía ir al colegio iba a la Biblioteca del Ministerio de Educación, el mismo en el que ahora se hacen las reuniones de Educ.ar, emprendimiento social creado por mi fundación. Pasaba horas y horas en esa biblioteca estudiando las 22 materias que tenía que dar libres, las 11 de cuarto y las 11 de quinto. Mi madre trataba de convencerme para que fuera a otro colegio, para que no diera el año libre, pero yo ya estaba decidido a hacerlo.
Mis padres ya estaban separados. Mi madre vivía en Recoleta y mi padre en Belgrano, en Teodoro García y Arribeños, y durante una noche de discusión, luego de pasar el día en la biblioteca, mi madre me dijo que si seguía con mi plan de dar el año libre me echaba de mi casa, que me fuera a vivir con mi padre que había alternativas mejores como ir a otro colegio, que no hacía falta irse de la Argentina, que la cosa no estaba tan mal y que ella me sugería seguir mi vida con normalidad. Yo traté de hacerla razonar pero no pude. Mi madre, como la gran mayoría de la gente en el Buenos Aires de entonces, simplemente no se podía imaginar el asesinato en masa que estaba ocurriendo que no se limitaba a los terroristas. Pero no pude llegar a un compromiso y al desobedecerla me tuve que ir a lo de mi padre, con mucho dolor. Así se sumaban las expulsiones, la del colegio, la de mi casa de mi infancia, y mi adolescencia tan armada hasta entonces, se derrumbaba mes a mes.
Mi primer intento de formar una relación amorosa también fue un fracaso. Mi novia de ese momento sufrió un durísimo golpe cuando su hermana fue secuestrada por los militares. Ella vivía en la esquina de mi casa. Recuerdo el horror de sus padres, su miedo permanente. Para ir de Teodoro García y Arribeños, donde vivíamos nosotros, a Teodoro García y Villanueva, donde vivía ella, había que recorrer 100 metros. Pero esos 100 metros estaban plagados de peligros. El horror fue una noche cuando un representante del gobierno militar apareció de improviso a negociar con el padre de mi novia para que él les entregara el hijo en vez de la hija, ya que se «habían equivocado». Yo estaba por subir a su departamento pero di la vuelta al ver los coches militares abajo. Mi novia era la tercera hija, sufría pensando que la próxima en ser secuestrada era ella. Pero el padre, nunca supe bien como, logró lo que casi nadie consiguió en Argentina y fue que su hija fuera liberada de un campo de detención y reapareciera con vida. Aunque fue maltratada, torturada y abandonada en medio del campo en Santa Fé, pudo rearmar su vida y hoy en día es una feliz médica que vive en Madrid y está casada con su novio de esa época, también médico.
Pero mi primera relación amorosa terminó así abortada, sin concluir, de un día para otro, porque apenas liberaron a la hermana de mi novia toda la familia se fue a España. Yo estaba feliz por ellos, pero sentía que al reaparecer su hermana, «desapareció» mi novia. Lo que hoy no entiendo mirando hacia atrás es cómo viendo la evidencia, viendo todo lo que pasaba, no nos escapamos con mi familia a finales del 76. Cómo no evitamos el secuestro y asesinato de mi primo, David Varsavsky, que vivía en Federico Lacroze, también muy cerca de nosotros. Cómo esperamos medio año más. Pero no, lo loco es que cuando los militares vinieron en febrero del 77 a buscar a mi primo, mi padre Carlos Varsavsky, una de las personas más inteligentes que conocí en mi vida, reaccionó con calma y creyó que mi primo aparecería con vida «cuando los militares vieran que David no estaba metido en nada». Así que primero nos quedamos «para ver si mejoraba la cosa», luego nos quedamos «para estar cuando lo suelten a David», y al final nos escapamos cuando vimos que gente querida y conocida seguía desapareciendo como cubitos de hielo en un día de calor. Pero yo sigo pensando en cómo mi padre que era judío no se dió cuenta que esto era como otro holocausto. Su error me hace recordar al poema de otro Martín
«Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada».
Aunque este poema se refiere a los Nazis, bien puede contar la historia de los desaparecidos de Argentina detallada en el libro Nunca Más.
Pero como estaba relatando, durante el 76 nos quedamos y yo di exitosamente mis exámenes durante diciembre de ese año. El tema de rendir los exámenes para mi fue una lucha cargada de emociones. Los profesores sabían quien era yo, sabían que me habían expulsado y simpatizaban conmigo. Pero el nivel que hay que tener para poder «dar un año libre» era muy alto. Cada examen era un oral y un escrito en el que te podían preguntar cualquier cosa del programa, hasta lo que ellos mismos no tenían tiempo de enseñar. Lo absurdo de todo esto es que como tengo muy buena memoria aún hoy recuerdo con bastante detalle lo que tuve que aprender, temas insólitos de la historia argentina, que es como una película de Hollywood al revés, que empieza bien y termina mal. Al terminar de dar los exámenes y aprobar no solo me sentí contento, sino que disfruté de la primera «venganza» de mi vida. En mi pequeña medida había triunfado contra el coronel que dirigía el Nicolás Avellaneda: estaba vivo y me había graduado del colegio que me había expulsado. De esta experiencia aprendí que hasta de las situaciones más horribles se puede sacar provecho. Y apenas aprobé hice mi solicitud para entrar a New York University, donde mi padre estaba tratando de conseguir un puesto de profesor para que todos pudiéramos emigrar y él tener un sueldo. Una vez hecho esto organizamos con mis amigos más queridos un viaje a Brasil, que para los adolescentes argentinos era la tierra prometida.
A veces me pregunto si para gozar es necesario sufrir. Si gozar es un sentimiento absoluto o relativo. Porque si no, me cuesta entender cómo escapados de un ambiente tan terrible los 5 amigos que fuimos a Brasil nos divertimos tanto. Y recorrimos este país «mais grande do mundo» kilómetro a kilómetro. El viaje a Brasil fue todo para nosotros. Las argentinas eran, y siguen siendo, mucho más difíciles para ligar (seducir) que las brasileñas. Viajábamos en auto stop (a dedo) o en autobus y donde sea que íbamos encontrábamos garotas, garotas y más garotas. El colmo fue una vez afuera de Florianópolis, que nos dividimos en dos grupos para hacer dedo hacia San Pablo y terminamos en un cruce en la ruta en medio de la nada a la puesta del sol. Cuando estábamos armando la carpa (tienda de campaña) desilusionados, listos para dormir ya que hacer dedo de noche era inútil, aparecen dos garotas del otro lado de la ruta, también haciendo dedo. Nos miramos, nos reímos, las invitamos a nuestra carpa y terminamos los cuatro enrolladísimos. El único pudor era hacer turno para usar la carpa, porque eran hermanas. Así era Brasil: libertad, sexo, carnaval, todo lo opuesto al horror, al estado de sitio que vivíamos en Argentina, donde te podían detener en cualquier momento, donde la gente moría porque descubrían «El Capital» de Marx en su casa, donde el tema no era el sexo, sino pasar a la clandestinidad para seguir vivo.
Recuerdo que sobreviví en Brasil de fin de diciembre hasta marzo con $200 dólares. Dormíamos en la playa o en los bancos de las plazas y a veces viajábamos juntos, a veces separados, porque era más fácil que te llevaran solo que en grupo. El Brasil de esa época no era como el de ahora en el que los asesinatos son tristemente el pan de cada día (yo mismo presencié el asesinato de un adolescente en Copacabana en el 2001). Algún día alguien me contará cómo fue que Brasil pasó a ser el país increíblemente violento e inseguro que es ahora, porque en esa época, para nosotros, era un paraíso de tranquilidad, hasta el punto que vivíamos hablando con extraños, haciendo dedo, confiando en la gente y comiendo menúes populares en restaurantes de pueblo (siempre mandioca, arroz y pollo).
Pero Río de Janeiro, que tenía que ser la coronación de nuestro viaje, puso a toda la «barra» (pandilla) en apuros al enamorarnos todos de una chica llamada Isabella que nos invitó a quedarse en su lujoso departamento de Leblon, aprovechando que sus padres estaban de viaje. Me acuerdo lo increíblemente hermosa que era Isabella y cómo mis queridos amigos (aún hoy no pasa una semana sin que nos escribamos todos por internet) se transformaron en peligrosos rivales. Lo peor era que cada uno de nosotros creía haber tenido un triunfo. A mi me besó cuando salí de la ducha, eso lo sé, y yo estaba convencido que estaba conmigo, pero cuando me enteré que Martin B y Roddy parecían tener trofeos similares me agarró un ataque de celos. La situación se puso insostenible y no se cómo me rayé (piré) y decidí seguir el viaje solo con el objetivo de llegar a Salvador de Bahía (o Bahía como decíamos nosotros), ya que me había enterado que mi tía Ruth, la hermana de mi madre, y mi tío Carlos, se habían escapado ahí. Pero nunca me olvidé de Isabella y ese es el nombre de mi segunda hija, que es tan hermosa como la Isabella original. No tengo claro si esto es una casualidad.
Mis tíos Ruth y Carlos fueron de los centenares de miles que no murieron en manos de los militares, sino que emigraron, como terminamos emigrando nosotros. La mayoría a España, México, Brasil, Venezuela, Italia y Estados Unidos. El caso de ellos era el siguiente: un ex novio de mi tía simpatizaba con los Montoneros y la ex esposa de mi tío con el ERP. Se que suena tirado de los pelos que alguien que tuviera un ex novio simpatizante de los Montoneros se tenga que ir del país, pero el padre de mi tío, que era general y gobernador de la provincia de Mendoza, les dijo que «estaban en las listas» y que se fueran. Ellos se escaparon y como mi tío era un gran neonatólogo encontró rápidamente un trabajo en un hospital de Bahía y ahí se fueron.
Ahora lo que yo me pregunto es cómo tomaba yo decisiones a los 16 años, porque no recuerdo llamar a mis padres para consultarles si me «dejaban» seguir de Río hasta Bahía (la distancia por tierra entre Buenos Aires y Bahía es similar a la distancia entre Madrid y San Petesburgo). Supongo que mis padres pensaban que yo estaba mejor perdido en Brasil que encontrado (por los militares) en Buenos Aires.
Así fue como seguí solo de Río a Bahía, a dedo. Recuerdo que mi estrategia era no hacer dedo en la ruta, sino ir a las estaciones de servicio y hablar con la gente. Estando con tanta garota había aprendido rápidamente el portugués (cuando hicimos Jazztel de Portugal daba charlas en portuñol y descubrí cuánto más fácil es entender a un brasilero que a un portugués). En general se me daba muy bien pedir que me llevaran. Me imagino que a los 16 años no daba miedo a nadie ni yo tenía miedo a nadie. Era genial vivir sin miedo al crimen, algo que con la enorme inseguridad de Latinoamérica se perdió. Como los viajes en coche eran tan largos el transporte abría camino a la amistad. Una familia, por ejemplo, me llevó hasta Vitoria y cuando llegamos me invitaron a la boda a la que iban. El único recuerdo que me queda de esa boda es la comida, pasé de las garotas y solo quería comer. Se ve que pasaba mucha hambre.
La alegría al llegar a Bahía y ver a mis tíos fue total. Y no solo estaba feliz de verlos y ellos a mi, sino que lo que era increíble de mi vida en esa época es que si no llegaba a Bahía hubiera tenido que mendigar o algo así, porque ya no tenía nada de plata, ni móviles que no existían, ni tarjeta de crédito internacional, ni manera de salir adelante. Así que cuando se abrió la puerta de ese departamento en Ondina me invadió una mezcla de alegría y alivio total.
Quizás la alegría me duró mucho, porque no me enteré que durante mi viaje los militares habían secuestrado a mi primo en Buenos Aires. No se por qué no me enteré, pero creo que fue porque en esa época la primera reacción de los familiares ante un secuestro por parte del gobierno era, absurdamente, confiar en que el gobierno iba a solucionar todo y dejar a la víctima libre. La gente iba a las comisarías, hacía denuncias, y a veces, como en la fábula de Esopo, entraban y no volvían a salir. Las víctimas del aparato represor del gobierno no tenían realmente idea de lo que estaba ocurriendo. La analogía con el régimen Nazi es muy fuerte.
Una de las razones por las que hice Educ.ar en Argentina y Chile 25 años más tarde, fue por mi convencimiento de que si hubiera habido internet los militares de esos países no hubieran podido controlar los medios y matar a tanta gente inocente. Pero en esa época no se sabía nada. Las radios, televisiones, periódicos, estaban todos tomados por los militares que secuestraban, asesinaban, torturaban periodistas disidentes como a Jacobo Timerman, padre de mi querido amigo Javier Timerman. Así fue que, sumido en la inocencia total, ignorante de que durante esos días, mientras yo ligaba con bahianas y hasta trabajaba de guía turístico, mi querido primo hermano estaba siendo asesinado.
En marzo, luego del carnaval y gracias a la ayuda económica de mis tíos, pude comprar un boleto (billete) de omnibus (autobus) y viajar de Bahía a Punta del Este sin hacer dedo. El viaje duró 5 días parando sólo para cambiar de autobus. En uno de esos trayectos conocí a una hermosa brasilera con la que se ve que me enrollé tanto que inclusive en el Brasil del «valetodo» nos hicieron bajar del autobus.
Al llegar a Punta del Este conocí a la que fue mi primera novia, porque la que hubiera podido ser mi primera novia, como conté, se había tenido que escapar a Madrid. Las brasileras nunca llegaron a novias y mi amor por Isabella no había sido correspondido. Quizás por ese tortuoso inicio de vida romántica mi primer enamoramiento fue un romance total, ella tenía 15 y yo 16, pero no recuerdo como teníamos acceso a un coche (creo que algún amigo más grande nos llevaba de un lado para otro) y nos enrollamos no en Punta, sino en La Coronilla. Recuerdo que en ese viaje estábamos con otro chico que luego resultó ser empresario de Internet en Nueva York.
Hay gente que piensa que la virginidad es una sola. Yo creo que hay tres que en general se pierden por separado. Una es la que todos conocemos, la de coger (follar) por primera vez, otra es la de hacer el amor, estar enamorado y follar por primera vez gozando plenamente, y la tercera –que en general llega más tarde– es concebir, hacer el amor con el deseo de ser padres. Yo perdí mi primera virginidad en el sentido estricto de la palabra a los 13 años en un prostíbulo de Punta del Este llamado Hiroshima, que estaba decorado con una bomba atómica que colgaba del techo. Bastante patético todo. Yo era muy jóven y no estaba preparado realmente para el sexo y fué una desilución. Pero la pérdida de la segunda virginidad compensó con creces al ambiente sórdido de la primera. Fue 3 años más tarde y se ve que los dos estábamos muy listos para amarnos y gozar. La experiencia fue profundamente romántica.
Para los que vivíamos los horrores y el miedo de Buenos Aires y podíamos escaparnos a Uruguay o Brasil –aunque estos países, especialmente Uruguay, también tenían sus dictadores– viajar era estar en libertad. Aunque todos estos países tenían dictadores estos no se pisaban los territorios. Cada dictador, sea Pinochet o Videla, se ocupaba de torturar a los suyos. Los uruguayos torturaban a sus ciudadanos, los argentinos a los suyos (aunque los argentinos fueron especialmente sanguinarios y mataban también a bastantes extranjeros, cosa que hizo que los militares argentinos fueran y sean aún buscados por cortes internacionales en muchos países). Es por esto que pese a que Uruguay tenía su dictadura, para mi aún representaba libertad y mi novia y yo podíamos amarnos allí sin problemas.
Sigo sin recordar como me comunicaba yo con mis padres o dónde estaban ellos cuando volví de Brasil a Uruguay. Supongo que en Buenos Aires. Supongo que mi padre, el tío medio adoptivo de David, cuyo padre había muerto de un ataque al corazón pocos años antes en La Patagonia, estaba tratando de averiguar si aún estaba con vida. Pero me entristece no recordar casi ningún trato con mis padres durante ese año.
Lo que si recuerdo es que la vuelta a Buenos Aires fue un shock. Me enteré de la desaparición de mi primo y me angustié tanto que me enfermé gravemente. Los médicos decían que tenía difteria. Yo no se qué tenía, pero recuerdo dos cosas. Una, que tenía tanto pus en la garganta que me ahogaba y que me daban inyecciones de Keflin. El horror de esta enfermedad duró 2 semanas y bajé 9 kg. Así recibí la noticia de la desaparición de David, con quien me había pasado la infancia jugando y era mi único primo. El que me había enseñado un condón por primera vez y cuando me preguntó que creía yo que era, le dije convencido «un globo de cumpleaños». La otra cosa que me puso especialmente triste al volver a Buenos Aires es que el padre de Rody, uno de mis compañeros de viaje a Brasil, al enterarse que mi primo había sido secuestrado por los militares, le prohibió verme. Rody le obedeció y yo me sentí enormemente traicionado. Esto me causó un profundo dolor. Me sentí un paria, un intocable. Años más tarde lo entendí. Los militares mataban como si lucharan contra una epidemia imaginaria. Ellos jugaban a la mancha, yo te toco, ellos te matan.
Para colmo, y no se bien por qué (se lo podría preguntar ahora a mi madre que tiene 68 años a ver si lo recuerda) pero al curarme mi madre me mandó de vuelta a casa de mi padre donde yo no quería ir. Mientras tanto, como no tenía que ir al colegio y estaba haciendo tiempo para ingresar a la New York University, donde había solicitado ingreso y me habían aceptado, decidí buscar trabajo. Mi padre planeaba el exilio y su vida era un verdadero caos. Durante el año anterior había corrido regatas en el Río de la Plata y conocido a un armador (dueño de un astillero) a través de mi madre que me ofreció un trabajo de ayudante de carpintero. Lo acepté, ya que mi plan era trabajar en una fábrica y no en una oficina. El plan era en parte ideológico. Yo, como dije, era socialista y creía que los obreros estaban siendo explotados (aún creo que en cualquier mercado laboral en el que hay desempleo los obreros están explotados), pero siendo una persona lógica recuerdo comentar con mis amigos que era absurdo hablar de la lucha por los derechos de los trabajadores sin haber trabajado nunca. Además, argumentaba que para entender como era la vida de un obrero, había que ser obrero. Así fue que terminé de obrero en un astillero en San Martín, de marzo a junio de 1977. Mis recuerdos de esa época son trabajar mucho, ver mucho a mi novia, tener muchas relaciones sexuales, estar muy enamorado, tener mucho miedo a los coches Ford Falcon que usaban los militares y policías vestidos de civiles, escaparme antes de empezar el servicio militar (porque a mi primo lo habían secuestrado la noche que iba a entrar a hacer el servicio militar), organizar mi vida alrededor del estado de sitio y los toques de queda y preocuparme por mi hermanastro que se drogaba muchísimo junto a sus amigos y además vendía drogas.
Los días de aprendiz de carpintero eran eternos. El primer día de trabajo el carpintero jefe miró mis manos de pianista (no se tocar el piano, pero todos dicen que tengo manos de pianista) y vi como se dibujaba una sonrisa burlona en la cara de Joe Tenazas (el apodo fue inspiración de mi amigo Max) y me dijo, «pero vos no trabajaste un día de tu vida, ¿no?». Así fue como por falta de experiencia me puso a lijar quillas de veleros y a la semana de lijar quillas estaba que me moría. Claramente la vida de los obreros era una mierda, eso estaba claro, ya lo había aprendido. Pero no renunciaba, seguía lijando quillas esperando la hora de comer el asadito que era el único lujo del obrero argentino. Yo creo que la gente que nunca hizo un trabajo manual, como será el caso de los lectores de mi blog, no saben lo que es lijar una quilla durante las 8 horas laborales seguidas. Aclaro, es simplemente peor de lo que se imaginan. Cuando yo hoy en día escribo artículos diciendo que los franceses son unos ridículos porque limitan la jornada semanal a 35 horas, pienso en trabajos como los que hago ahora y las 70 horas o más que trabajo a veces. Pero entiendo perfectamente como alguien cuyo trabajo es lijar quillas mirando un reloj que se mueve a la misma velocidad que cuando están reparándote una carie quiera la semana de 35 horas. Es más, entiendo como puede querer cobrar seguro de desempleo y quedarse en su casa. Así fue que en medio de este sufrimiento –donde además de lijar y lijar tenía a Joe Tenazas diciéndome cuán mal hacía mi trabajo (y lo peor es que tenía razón)– cuando un día por megafonía del astillero preguntaron si alguien hablaba inglés, salí corriendo hacia la gerencia diciendo que si. Y ese fue mi último día como miembro de la clase obrera, porque con mis 17 recién cumplidos entré en la gerencia empresarial y nunca volví a salir de ahí. El tema fue que no solo empecé a traducir el contrato para que el astillero pudiera construir un velerito de 21 pies, sino que me metí en las negociaciones y terminé sacándole mejores condiciones al diseñador francés, cuyo nombre no recuerdo. Me quedé en la gerencia hasta que me fui a Estados Unidos, e inclusive mi primer trabajo en Estados Unidos mientras era estudiante siguió siendo hacer consultorías para el astillero.
La historia de mi llegada a Estados Unidos también obedece a uno de esos absurdos planes adolescentes que me hacía yo. Todo tenía una lógica en este mundo, donde mi primo había desaparecido de la manera más ilógica. Mi argumento era el siguiente. Me habían aceptado en NYU, en Nueva York, pero yo en vez de ir a Nueva York volaba a San Francisco. ¿Por qué? Porque «¿cómo me iba a ir a vivir a un país que no conocía?». Si ya conocía todas las provincias argentinas menos San Juan y Catamarca (aún no las conozco), tenía que recorrer bien Estados Unidos antes de llegar a Nueva York. Además mi primo no aparecía y mi padre finalmente se había dado cuenta de que la cosa estaba peligrosísima y lo mejor era que nos fuéramos lo antes posible. Lo raro del caso es que aunque una parte del gobierno norteamericano, los republicanos, se dedicaban a entrenar a militares en sudamérica para torturar y asesinar civiles, otra parte, los demócratas, y en nuestro caso el querido senador de Nueva York Patrick Moynahan, nos rescataba y daba a mi padre y a todos nosotros visas de refugiados (hace un par de años pude agradecer a su viuda en una cena en la casa de Jim Wolfenson, que dirigía el Banco Mundial).
Esto quiere decir que no solo me había hecho 8000 kilómetros entre enero y marzo del 77, sino que entre junio y agosto me hice 6000 más. Esta vez viajando de San Francisco a Los Angeles, Santa Fe, Phoenix, El Gran Cañón, Denver, Boulder, Omaha, Des Moines, Toronto, Montreal, las Cataratas del Niágara, y muchos otros sitios antes de llegar a Nueva York. Pero en Estados Unidos no me resultó fácil viajar a dedo. A la segunda vez que un homosexual trató de meterme la mano encima me di cuenta que el sexo en USA no era como en Brasil, y me compré un billete de Greyhound Bus con el que podía cruzar Estados Unidos por solo $75.
El cruce de Estados Unidos fue quizás más interesante, pero mucho menos divertido que el viaje por Brasil. No se trata del idioma, que hablaba bastante bien, sino que la gente en Estados Unidos me parecía rara, no la entendía. A diferencia de Brasil, los autobuses estaban llenos de personajes solitarios, a veces psicóticos. Si en Brasil me invitaban a una boda, en Estados Unidos no me daban absolutamente nada sin pagar, nadie parecía interesarse por mi, me sentía increíblemente solo. Llegó un momento en el que, pese a los horrores que había vivido en Argentina, extrañaba Buenos Aires, donde al ser víctima aún era alguien. En USA no era nadie.
Al llegar a Nueva York me sentí tan contento de ver a mi padre que hasta su esposa, a la que nunca había querido mucho, me pareció simpática y ni hablar de la felicidad de ver a mi hermana Paula. Eran mi familia y estaban ahí, en Grand Central, para recibirme. Así llegué al final de este viaje, que había empezado en la biblioteca del Ministerio de Educación y que terminaba en Nueva York, concretamente en la New York University, en la que estaba por empezar mis clases y mi padre había conseguido un trabajo de profesor. Un viaje en el que yo sobreviví y mi primo David Varsavsky no. Mi primo, para el que hice construir en el colegio Toledano de Alcobendas (al norte de Madrid) el único polideportivo donde los chicos que son en su mayoría judíos, juegan todos los días viendo su nombre.
¿Por qué decidí que su tumba fuera un polideportivo lleno de chicos? Porque David solo tuvo infancia. Solo un chico podría entender su vida y sólo los chicos la van a entender. Y decidí que fuera un colegio judío porque aunque David, como yo, no era religioso, los antisemitas que lo mataron no hacen distinciones tan sutiles, ellos odian a los judíos como si fuéramos una plaga. No digo que a David lo mataron por ser judío, porque no lo se, pero las estadísticas muestran que una persona tenía 12 veces más probabilidad de ser asesinada por los militares si era judía.
En España hubo una persona que entendió muy bien el gesto de hacer un polideportivo en Alcobendas, Alberto Ruiz Gallardón, el hoy alcalde de Madrid. Cuando Ruiz Gallardón era presidente de la comunidad de Madrid, no se cómo se apareció en la inauguración del polideportivo y dio un discurso muy conmovedor. Había estudiado la historia de mi primo David y la relató muy bien. El segundo homenaje a mi primo fue haber hecho Educ.ar. Para mi Educ.ar, aunque no directamente ligado a David Varsavsky, es más que un homenaje, es una estrategia de prevención para que un pueblo no pueda ser tan brutalmente engañado nunca más. Y durante este proceso de reconciliación con la Argentina que tan mal me trató lo que fue emocionante fue el reencuentro con los propios militares, ya reformados en Campo de Mayo. Aunque cueste creerlo, fue el ejército argentino que distribuyó y distribuye las computadoras de Educ.ar . Hay gente que no puede perdonar. Yo si. Cuando estuve con el comandante Bendini y sus colegas sentí realmente que el ejército argentino nunca más haría lo que está tan bien descrito en el Nunca Más.
¿Por qué hice tantas cosas por David? En parte porque lo quería como a un hermano. Pero debo reconocer que nunca me quedó claro a qué Varsavsky fueron a buscar los militares cuando se llevaron a mi primo. Y nunca me quité del todo la culpa de si me salvé por estar en Brasil. Porque aunque yo era socialista declarado yo se que mi primo David era solo un chico que iba al industrial y había aprendido a reparar radios y televisiones para ganar algo de plata. Nada más.
¿Volver a los 17? En mi caso sería increíblemente traumático. Nunca cambiaría mis 17 por mis 47, con 4 hijos, queridos amigos argentinos, españoles y norteamericanos. Los 17 se los dejo a mi hija mayor, que los acaba de cumplir, y que está festejando con 4 amigas de marcha por Ibiza. Esos son los 17, los míos fueron muy especiales, y su historia merece ser contada, pero no se los recomiendo a nadie.
Agregado del 2013: acabo de releer lo que escribí en el 2007, solo me queda agregar que ahora tengo 5 hijos y uno que va a nacer en unas semanas. Mi hija mayor acaba de terminar Columbia College y está haciendo su primera empresa, mi segunda hija estudia pre medicina en New York University, mi tercer hijo Tom estudia física en Imperial College en Londres, mi cuarto hijo Leo tiene 6 y está en el colegio y mi quinta hija Mia tiene un año y medio y ya habla bastante en castellano, alemán e inglés. Mi esposa Nina es lo mejor que me pasó en mi vida. Mi trabajo sigue viento en popa y mi conclusión es que un mal comienzo no pronostica un mal final. Un mal comienzo te ayuda a apreciar la felicidad cuando finalmente te llega en la vida. La mia fue muy triste hasta los 25, a lo que cuento aquí se le agrega la muerte tempranísima de mi padre cuando yo tenía solo 22 años y las dificultades emocionales y económicas que sufrí luego de su fallecimiento. Y no solo eso sino que la hermana de David, Alicia, murió durante su exilio en Venezuela atropellada por un conductor borracho que la mató pero no a su hija que nació en el accidente. Estaba embarazada de 8 meses, otro episodio increiblemente triste. Pero a partir de los 25 las cosas remontaron y los últimos años con Nina han sido los mejores de mi vida. Alexa, Isa, Tom, Leo los maravillosos hijos mencionados en el relato son una enorme fuente de felicidad. Mi trabajo esta vez en Fon también está floreciente. En el 2011 nació Mia, una estrellita de 18 meses y en 3 semanas va a nacer David. Si David Varsavsky va a renacer. Así se llamará nuestro próximo hijo en honor a mi queridísimo primo David.
Sigue a Martin Varsavsky en Twitter: twitter.com/martinvars
Entradas relacionadas
Sin Comentarios
Max Navarro en agosto 9, 2007 ·
Martin,
Me ha impresionado. Debe ser muy difícil detener la esquizofrenia cuando has vivido varias vidas en una, consecutivas y estancas. Supongo que el único recurso es esa amnesia voluntaria y temporal que padecías hasta la entrevista.
Me pregunto, pues esa amnesia es tan solo superficial, qué dejó en ti todo aquello, y qué lecciones duramente aprendidas trasladas a tus hijos.
Max
PD: Thanks for sharing
Pablo Salmerón en agosto 9, 2007 ·
Hay mucha gente que vivió cosas así aquí en España durante la dictadura. La verdad es que tiene que ser jodido tener una infancia así. Deberías escribir, o por lo menos empezar, tu biografía.
Jorge Carabias en agosto 9, 2007 ·
Genial post Martin. Como bien dijo Ortega y Gasset: «yo soy yo y mis circunstancias». Las personas se forman a partir de sus vivencias.
César Blanco en agosto 9, 2007 ·
Ya decía yo que llevabas demasiado tiempo, un día!, sin escribir nada. La espera ha merecido la pena. Muchas gracias, Martín.
janscas en agosto 9, 2007 ·
Desde luego el post me ha impresionado. Mi primo segundo es argentino y su padre lucho contra la dictadura de esos años. Siempre me cuenta que su padre nunca habla de ese periodo de su vida. Simplemente no puede. Debio de ser muy muy duro.
Vivir algo asi te hace saber valorar muchas cosas y te hace bajar de las nubes el resto de tu vida.
Rodrigo en agosto 9, 2007 ·
Saludos Martín,
increible y sumamente interesante este capítulo de tu vida, hay que reconocer que apesar de ser aun una persona joven haz vivido realmente mucho y es muy grato el que puedas compartir estas experiencias con nosotros tus lectores. No tienes pensado el lanzar una autobiografía de tu vida? Ya que además de tener muchas historias para contar, eres muy bueno plasmándolas.
A mí como lector me queda la duda, si después de todas estas experiencias y de la gran libertad que gozaste siendo joven (no cualquiera recorre cuatro mil kilometros haciendo auto-stops a esa edad) le permites a tus hijos eso mismo, o si el haber vivido eso te ha permitido darte cuenta de eventuales errores en dicha formación y eso te ha vuelto más estricto con los tuyos.
De la década de los 70 solo se por lo que he visto y leido, pero me deja la sensación que comparativamente ahora todo se ha vuelto mucho más sombrio, triste e inseguro a comparación de dicha época o ¿será que como en todo, embellecemos siempre el pasado y en realidad esa época era parecida a la actual?
Por último ¿cómo le haces para ser un hombre tan ocupado y al mismo tiempo tener tiempo para poderte tanto dedicar a todos tus hobbies como para escribir diariamente aquí?
Rodrigo
Minos en agosto 9, 2007 ·
wow…increible historia. Me atrapó por completo, y me llegó bastante. Una verdadera lástima lo de tu primo, realmente lamentable, y como tu bien lo comentas indirectamente a la final, pudiste haber sido tú.
Vaya que has vivido, y lo que has vivido es digno de un libro, Martin. Esperaré tu autobiografía un día de estos.
Saludos de un venezolano inmigrante en Madrid.
ricardo galli en agosto 9, 2007 ·
Brasil, Brasil y adolescencia, qué tiempo aquellos. Aunque me has hecho acordar que todos mis amigos follaban como condenados, menos yo 🙁
Lo demás…. bueno, conocía más o menos la historia. Mierda de historia, o de país. Aunque no lo viví tan de cerca, también tengo una muy buen amiga con historia similar a la médica que cuentas, la hermana menor de mi suegra que también la mataron cuando era una abogada que recién comenzaba, y dos primos (Patricia y Marcelo, hermanos) que estuvieron secuestrados por unos 5 años y milagrosamente los han soltado vivos.
Mariano en agosto 9, 2007 ·
Impresionante, flaco. Impresionante.
MB
javi en agosto 9, 2007 ·
Autobiografia???
Pelicula ya!!
Nos vamos al cine a ver a un niño pedante ingles con un juego de magia y el quimicefa, y no vamos a ir al cine a ver esto??
Habla con Enrique Cerezo y de paso que se dedique exclusivamente a hacer producir peliculas, porque lo que es dirigir al Atletico Madrid…Pero eso es otra historia 😛
Gustavo en agosto 9, 2007 ·
Plas Plas Plas, que emocionante historia Martin, me encantó, con mucho sentimiento, muy bien narrado.
Yo tenía nueve años en el 76 y sólo me acuerdo escuchar la marcha militar por los altavoces del subte A de Caballito cuando iba al colegio de los salesianos.
Un abrazo.
Gustavo
Patitofe0 en agosto 9, 2007 ·
El funeral hace parte del duelo Martín, lo terrible es precisamente que cuando no hay cadáver, no hay funeral y tampoco hay duelo, y sin la elaboración del duelo tampoco hay recuperación. O que, por lo menos, sea mas largo el proceso.
Estas horribles cosas son las que hacen posible que, al cabo de muchos años, las heridas y los dolores de la perdida no puedan sanar y sigan sangrando indefinidamente. Como te pasa ahora. Estás sangrando.
Me has puesto los pelos de punta, se puede palpar la angustia y la impotencia en tu relato. Es conmovedor, aterrador; parece casi imposible que esto haya pasado.
Tienes razón al escoger tus 47 y desechar los 17, pero esos 17, también son afortunados en la medida que han contribuido a imprimir en el hombre de 47 el sentido de justicia y rechazo a lo absurdo, son los que han dado paso al hombre único, irrepetible y trascendente que, me despierta mas admiración cada día…
Y sí, el sufrimiento también puede ser constructivo cuando toca al hombre cuya grandeza no le permite la derrota, que cae y se levanta con la lección aprendida, una sonrisa en los labios y con la capacidad de perdonar a sus propios verdugos, con fe en el mañana y una esperanza nueva en el corazón.
Mi más profundo respeto y un fuerte abrazo de osssooooooooo
Diego en agosto 9, 2007 ·
Nadie debiera haber pasado por lo que viviste :/
warren en agosto 9, 2007 ·
Gracias por compartirlo Martín,
He disfrutado de lo lindo con tu historia.
Saludos,
Rafa en agosto 9, 2007 ·
Hola Martín,
Estoy en el trabajo, pero no he podido parar de leer tu historia…
Parece el argumento de una película de superación personal y no dudo que algún día, llegará al cine.
Un abrazo muy fuerte.
Rafa
Emmanuel en agosto 9, 2007 ·
Absolutamente emotivo. Gracias por compartirlo. Te mando un abrazo.
Luis E. en agosto 9, 2007 ·
Animo y empieza ya la autobiografía «De Argentina a Fon». Donde aprendiste a escribir tan bien.
PpGrande en agosto 9, 2007 ·
impresionante Martin, interesarte, pone en perspectiva el tipo de vida que se lleva ahora en comparación con la que habéis tenido que «curraros» algunos, así merecéis estar donde estáis
(esto da que pensar sobre como se educa hoy a las generaciones mas jóvenes y que se espera que sean en un futuro …, ni aun con la esperanza de la capacidad de adaptación del ser humano)
.
una pregunta, te he enviado un correo tanto a @fon(dot)es como a @martinvarsavsky(dot)net, y aun no he recibido respuesta alguna (eRSS), coméntame al menos que te parece la idea
.
gracias, como siempre un placer leerte,
saludos,
Pedro.
Enrique Castro en agosto 9, 2007 ·
Nuestra generación aquí en España no sufrió tanto como las de nuestros padres y abuelos, aunque también hubo de lo suyo. La diferencia es que hay una especie de amnesia, que genera una cierta irrealidad de la época, aún a pesar de que se ha escrito ( y se escribe) mucho sobre la posguerra civil española. ( Por ello tenemos el «Cuéntame»)
Yo viví y sentí familiarmente esa sensación de miedo, rabia y fustración. Convivir con una familia con miembros represaliados por el régimen de Franco, tenía esas cosas…Eran años en blanco y negro…me los has recordado.
Un gran post Martin, quiero felicitarte de corazón y agradecerte que lo compartas con todos/as nosotros/as.
Un abrazo.
Rodolfo Llanos en agosto 9, 2007 ·
Amigo:
Cuando mi hijo que se llama Martín (8 años) viene con esos dolores en el alma que no puede comprender (por que no vivo lo que le pasa o no puedo darle magnitud a su problema), le doy un buen abrazo de amigo. Es un abrazo masculino, protector, contenedor. Mi abuelo hacia eso cuando yo tenia su edad.
Me mato tu relato, te daría un abrazo de esos, por que no hay palabras que puedan reconfortarte.
Rodolfo Llanos
http://www.soloingles.com
Josemi en agosto 9, 2007 ·
Gracias Martín, sinceramente gracias por participarnos tu recuerdo.
Pierino en agosto 9, 2007 ·
Martin soy un lector permanente de tu blog.
Este post y el de tu hija, cuando dio su examen de matematicas, en donde contas tambien la historia de tu padre son los que mas me conmovieron.
Pienso que este es un pais que a pesar del horror es maravilloso. Por eso agradesco la vision constructiva, ese poder de reconciliacion con una sociedad que se merece ser más justa.
Te cuento que tenemos un grupo de Graduadas de Arte de Cooper Union Ny en Buratovich (mi pueblo de 4500 h. 80 Km al sur de Bahia Blanca ) ellas son 6. Me gustaria que conoscas el proyecto en el que estamos trabajando.
http://projects.takingitglobal.org/locurativo_vagonhermoso?langrand=930476743
Un abrazo.
Pierino.
Pedro Robledo en agosto 9, 2007 ·
Apoyo la biografía!!
Cada día estoy más enganchado a este blog. Vivir para contarlo. Gracias por compartirlo y por trabajar para que no vuelva a suceder algo así en tu país.
Un saludo!
Patxi A K en agosto 9, 2007 ·
Gracias sinceramente por compartir tu historia. Es sobrecogedora.
Un abrazo y cuidate.
carballo en agosto 9, 2007 ·
solo decir una cosa: ANIMO
y expresar una onomatopeya: APLAUSOS!
Marcelo de la Torre en agosto 9, 2007 ·
…debo confesar que me shoqueó tu post, solo decir que te tenía por otro y que en mi caso resulta una historia en parte paralela con una bifurcación que nos distingue, claro que a la vez nos agrupa frente a la suerte(mala y puta madre) de David… sobrevivimos.
He estado en prisión durante 7 años (promediándo el encierro los milicos me hicieron un Juicio Militar y me habían condenado a perpetua) más luego fuí liberado. Tenía 17 años cuando esta locura me arrancó de mi aolescencia y nada ya fué lo mismo.
Para más datos acerca de mi vete la peli de Blaustein «Cazadores de Utopías»
Un afectuoso saludo…
Julian en agosto 9, 2007 ·
Excelente post.
Sabes que es lo que me llama la atencion? , con todo lo que viviste nadie puede decir que sos un milico o que apoyaste a la dictadura, sin embargo en la Argentina a cualquiera que tiene alguna otra opinion como la tuya (como lo que opinas del peronismo, de Kirchner, Chavez de lo que es el peronismo/facismo) o por ser un empresario exitoso se lo tilda enseguida de » derecha hdp», «apoya milicos» , :»etc». La verdad que la Argentina de Kirchner hay cada vez mas un mensaje de o sos Kirchnerista o sos milico o menem,
Iñigo en agosto 9, 2007 ·
Gracias Martín por compartir tu historia con nosotros. Hoy nos enseñaste y nos diste una lección de vida.
Hay gente como yo que no vivió en esa época y poco sabe de ella pero vos nos mostraste que desde lo peor se puede salir adelante con convicciones y superarse. Obviamente hoy sos lo que sos en parte por esta increible historia.
Saludos,
Iñigo
Banyú en agosto 9, 2007 ·
Así se vive.
Emilio Orson Díaz en agosto 9, 2007 ·
Lloro. Lloro.
Las historias, en su diferencia, se igualan.
Gracias por escribir(me).
mauro en agosto 9, 2007 ·
bravo! bravo!
Alberto en agosto 9, 2007 ·
Hol Martin,
Gracias por el post, de verdad. Es una infusiòn de emociones que no he podido parar de leer aunque estea en el trabajo.
Gracias màs de todo por la reflecciòn y la cociencia que ha generado.
Dicen que detràs de cada grande hombre hay un pasado doloroso, pero no cada hombre con un pasado doloroso llega a ser un grande hombre.
Carteilas en agosto 9, 2007 ·
La verdad…
viniendo de una familia «de clase media» lo que más me ha impactado es que fueras a un prostíbulo con 13 añitos…
Me parece vergonzoso. La verdad, no sé como osas exponerlo impúdicamente en el blog.
Espero que tus hijos no tengan acceso a este post.
Hay algo que no encaja en la historia.
Como diría mi abuela: menos lobos, caperucita.
Patricia Campbell en agosto 9, 2007 ·
Martín, súper entretenida tu historia, en muchas cosas muy parecida a la mía, no te preguntas… Como sería tu vida hoy si no te hubieran pasado todas esas cosas? Estarías todavía en Argentina? Te hubieras casado con tu enamorada? Por lo que deduzco de tu historia la muerte de David es el tiro de salida para lo que eres hoy….
Gracias por compartirla, un abrazo.
P.D, tampoco volvería a los 17, soy más feliz ahora
camilo andres jimenez en agosto 9, 2007 ·
No pude resistirme a leerla completa, jeje aunque tambien tengo 17 muy interezante toda la historia.
Saludos Martin
Martin Varsavsky en agosto 9, 2007 ·
Pierino,
Conozco bien a Diana Agrest, la profesora argentina de Cooper Union, una gran escuela, y me parece increíble que haya un grupo de graduadas de Cooper Union en un pueblo de 4500 habitantes…
Martin Varsavsky en agosto 9, 2007 ·
Marcelo de la Torre,
¡7 años! Qué horror. Voy a mirar la película.
Carteilas en agosto 9, 2007 ·
He vuelto a leer detenidamente el post y observo una contradicción.
Todo el día haciendo propaganda del lobby rosa y ahora sales con que un homo te quiso, poco menos que, violar…
A ver si nos aclaramos.
Cómo cambia la gente cuando toca vender Foneras o lo que sea en Chueca…
Andrés Karp en agosto 9, 2007 ·
Aunque ni lo creas estoy como un boludo leyendo el artículo y llorando. Aunque exiliado por temas económicos y sociales de Argentina, con tu historia e pasa algo muy parecido a lo que me paso cuando leí «La venas abiertas de América Latina» Galeano, que todo se repite, que es injusto, que no atiende a razones. Justamente me acuerdo a mi cuñada quejandose cuando de una huelga de los trabajadores del aeropuerto porque habían echado a cinco trabajadores, y yo le respondí(lo recuerdo muy bien porque fue justo antes de venir a vivir a España) que si todos pensamos así no va a quedar nadie, que no había que pasar(termino español, en argentino como se dirá) porque después nos podría tocar a nosotros. Para mi lo más importante de todas estas historias es eso, que hay que hacer memoria y no olvidarse de la historia.
saludos
Andrés Karp
Claudio en agosto 9, 2007 ·
Martin: sencillamente INCREIBLE tu historia. Personalmente encuentro enriquecedor poder escuchar testimonios de gente común que vivió en esa epoca nefasta ya que yo con mis 31 años gracias a dios era un alma inconciente.
Por otro lado mi familia politica es sanjuanina, asi que cuando quieras conocer tan linda provincia, un placer ser tu guia.
Hace poco descubrí tu blog y la verdad un placer leer tus articulos.
Saludos.
Claudio.-
martin en agosto 9, 2007 ·
MV, DEBERÍAS HACER UNA PELÍCULA DE TU VIDA
sería excelente verla, me hace acordar con muchas diferencias a la PELÍCULA ROMA, deberias pensarlo
Cristian en agosto 9, 2007 ·
Martin, ademas de conmovedora tu historia es super movilizadora. Gracias 🙂
Martin Varsavsky en agosto 9, 2007 ·
Para Max y a los que me preguntan sobre mis hijos.
Ya he escrito bastante sobre como trato a mis hijos (pone los enlaces). Hago con mis hijos lo que mis padres hicieron conmigo y es nunca darme libertad sin mezclarla con responsabilidad.
El reto para mis hijos no son temas de terrorismo de estados, ni de delincuencia aunque está de aumento en España sino otros peligros. Los peligros de los adolescentes acomodados en Europa son, las motos, los coches, la bebida, los embarazos no deseados, las enfermedades venereas especialmente el SIDA que no existía cuando yo tenía 17 años. Lo que hago con mis hijos es hablar de cada uno de estos temas pero contándoles la verdad. Yo les digo que probé casi todas las drogas, y que no me gustaron, que es verdad. No les digo que nunca prueben porque se que van a probar. Igual a la droga que más miedo le tengo es al tabaco, luego el alcohol, luego las demás.
Martin Varsavsky en agosto 9, 2007 ·
Rodrigo,
Una parte importante del tiempo que le dedico a escribir antes se lo dedicaba a leer novelas. Ultimamente casi no leo novelas porque efectivamente no tengo tiempo para todo.
Martin Varsavsky en agosto 9, 2007 ·
Ricardo, eso de Brasil me lo cuentas a mi o a tu mujer para que te deje irte a pasar el próximo carnaval por ahí 😉
Martin Varsavsky en agosto 9, 2007 ·
Luis,
En la universidad tome cursos de literatura. Además para pagarme el departamento era periodista.
Martin Varsavsky en agosto 9, 2007 ·
No veo ninguna contradicción Carteilas, pero si que tú le buscas la quinta pata al gato.
Yo no fui ni soy homofóbico. Pero ciertamente no me gustaba (y debo decir que ahora tampoco) que a los 17 años me tocaran hombres con el claro fin de tener sexo conmigo. Que sea heterosexual no quiere decir que sea homofóbico.
JA en agosto 9, 2007 ·
De lo mejor que escriste, no e podido para de leerlo hasta el final.
Ciertamente fue una época dura y te moviste mucho.
Te felicito por este post
Solo una matizaciñon de algo que dices:
«…Yo creo que la gente que nunca hizo un trabajo manual, como será el caso de los lectores de mi blog, no saben lo que es lijar una quilla durante las 8 horas laborales seguidas…»
Pues en mi caso te equivocas, de jovencito y solo como ejemplo (osea no todo, una muestra solo):
Sí e lijado tablones 10 horas.
Si estuve haciendo rozas en paredes (Picando) algunas duras en extremo.
Si estuve en obras.
Si estuve «entresacando» remolacha (De lo más duro del trabajo en el campo).
Estuve recogiendo plantas de fresa, 8 horas agachado.
Y muchas cosas más.
Como ves NO todos tus lectores fueron siempre gente de oficinas, comunicaciones, programación, comerciales, etc..,
Vamos que currao Yo más que Tu, y más de 8 horas se hace eterno.
Ahora bien, en otras profesiones es distinto (Por ejemplo e diseñado proyectos de asignación de tareas, y otros trabajos de Oficina – Informática y estuve en estos hasta 12 horas al día y No estaba tan cansado en el sentido físico del asunto, por eso lo de la cantidad de horas semanales es siempre relativo en todos sus aspectos, y por personas.
Bueno, este post tuo a sido de los mejores.
Salutes.
Gasón en agosto 9, 2007 ·
Estaba meido deprimido por que, si bien la mayor parte de mi vida esta funcionando genial, tuve un pequeño problema amorosiño y me importa muy poco todo lo bueno de mi ahora
Con este post solo has logrado desprimirme mas!
Pero muchas gracias por compartirlo con todos y te sigo considerando cada vez mas un ejemplo de argentino y de ser humano, seguí inspirandonos!
Pampa en agosto 9, 2007 ·
IN-CRE-I-BLE
Que Historia!
Pampa
Helga en agosto 9, 2007 ·
Entre ésto y el robo del móvil, nos vas a hacer llorar.
Martin Vives en agosto 9, 2007 ·
Precisamente hoy, ordenando cintas, he encontrado una grabación familiar de hace unos 32-33 años. De cuando mi madre fué a visitar a sus primos argentinos (ella vivió de los 2 a los 12 en Rosario)
Era una conversación familiar de sobremesa, como si alguien hubiera dejado simplemente la grabadora encendida…
Uno de los fragmentos decía algo así:
«En España oyen que se ha declarado el estado de sitio y les parece algo tremendo, pero si nosotros hemos vivido los últimos 5 años en estado de sitio y todo sigue igual…»
Escuchandolo ahora y conociendo los hechos posteriores uno se pregunta como no le vieron antes las orejas al lobo.
Federico en agosto 9, 2007 ·
Impresionante Martín!
Este es un calro ejemplo de que en la vida TODO suma! Siempre hay q ser positivo! Quien sabe que hubiera pasado con tu vida si no te hubieras enfrentado con tantos obstáculos desde tan chico? Quizás estas vivencias fueron las que te enseñaron esas cosas q no te enseñan en ninguna universidad del mundo como para ser hoy un EMPRENDEDOR con mayúsculas.
Como Argentino que soy me duelen mucho estas cosas a pesar de haber estado en esos momentos dentro de mi madre! Me duele mucho, me da mucha bronca q gente tan capaz como vos se haya tenido q ir sin poder hacer su aporte a la patria q lo vio nacer y educarse!
Sé q el blog es tuyo pero te admiro desde lo profesional y me sentí un poco identificado porque como tú viví una situ ación «difícil» en el momento en el que el país se venía abajo (2001 /02) que me «forzo» de alguna manera a emigrar tambien y sé lo duro q es el desarraigo. Por suerte, consegui una beca para llevar mis estudios de posgrado en mi querida Madrid durante más de un año y ahora estoy de vuelta en mi Rosario natal trabajando en un par de emprendimientos vinculados a las IT.
Como han dicho otros, no pude parar de leer desde el primer párrafo. Te agradezco tu sinceridad y el ejemplo q sos para los q nos creemos emprendedores en un país q de duro y jodido, al final se hace querer y MUCHO!
Gracias nuevamente por compartirlo!
FQ
matias en agosto 10, 2007 ·
Martin: admiro tu trabajo como profesional, pero mas admiro tu calidad humana. en los videos que vi las semanas anteriores, viendo el trato con tu hijo tom, no hago mas que recordarlo en mi mente para cuando sea padre, darles a mis hijos lo que a mi no me toco.
Ex-ce-len-te tu articulo, hace dos años que miro tu blog, y por lejos, este fue el mejor post de todos.
aunque se que no das pelota a las suplicas, te pido que sigas escribiendo cosas de este tipo.
Gracias por compartir todo esto, si fuera tu padre te diria: estoy muy orgulloso de vos!
Abrazos!!!
Retroferran en agosto 10, 2007 ·
Me sobran las palabras, solo puedo decirte que habiendo leido tu post te admiro -hoy- un poco mas.
Saludos desde Andorra.
Guillermo en agosto 10, 2007 ·
Martin hace tiempo que Leo tus textos, y la verdad siempre me encuentro sorprendido de tu capacidad de vivir bien (en el mejor sentido). Es impresionante como podes dedicarte a full a temas de tecnología, de políticas internacionales, etc. y al mismo tiempo te podes entregar a tus afectos plenamente y exponerlos acá; Ojala muchas mas personas, pudieran valorar tanto: una reunión con grandes figuras del mundo, como un paseo en bicicleta por montañas o como de cuidar a sus hijos.
Normalmente encuentro resonancia con lo que escribís y la verdad es que me da como esperanza y alegría, ya que de alguna manera creo que sos unas de esas personas que crean tendencias. Y se te lee como una persona muy inteligente y con muchos valores.
Saludos.
eljose en agosto 10, 2007 ·
Increíble combinación de inteligencia (+social), memoria, emociones… e impecablemente escrito.
Seguiremos leyendo tu blog…
Saludos.
Alejandro en agosto 10, 2007 ·
Soy un lector habitual de tu blog pero nunca me había atrevido a dejar un comentario hasta hoy. Es increíble como eran las cosas 30 años atrás, me parece inconcebible que algo semejante pueda ocurrir hoy en día. Excelente redacción. Gracias por compartir tus experiencias.
ANA en agosto 10, 2007 ·
No te hagas el don Juan que la francesita ha de tene mucho más charme que todas las brasileñas juntas.
Pensar Martín que si yo hubiera conocido a tuprimo de tantos consejos capaz que le salvo la vida.En esos momentos no habìa blog,si los hubiese habido hubiera podido avivar a esa juventud en peligro ante la reacción inclemente.
Ahora pretendo a fuerza de participación en blog avivar sobre esta amenaza mundial.Adonde dispararán mis hijos y los tuyos piénsalo Martín.
Don Nehemías(lo conoces por lo de Timmerman? ),que era primo hermano polìtico mìo ,decía que los milicos mataban a todos fueran curas ,rabinos .diplomáticos ,estudiantes etc etc.
Los que se mueven en el mundo ahora parecen evidentemente NAZIS.
Gerardo Schneider en agosto 10, 2007 ·
Gracias Martín, con mis 27 años no padecí la dictadura. Tu relato me hace conocer una realidad de una forma que ni un libro o película pueden transmitir.
Gracias por dedicar tu tiempo a trasmitir tus experiencias…
Héctor Corvalán en agosto 10, 2007 ·
La institución militar que tú elogias, guarda un profundo y corporativo silencio acerca del destino de las 30.000 víctimas del «terrorismo de Estado». Saludos, Héctor.
Juan Navidad en agosto 10, 2007 ·
Hola Martin,
El texto es conmovedor. Pero tengo que hacer la misma matización que hace JA en #49. Quizás creas que todos somos geeks que hemos trabajado sólo con las teclas del ordenador, pero igual que JA, yo he tenido que hacer mucho trabajo duro y mucho tiempo. Sinceramente creo que tu trabajo fue duro, pero fue como una corta peninencia, ya que, como cuentas, pronto te fuiste a traducir textos. Muchas personas sufrimos la dureza del trabajo duro muchos años -aunque hoy tengamos la suerte de trabajar en lo que nos gusta-.
Con 14 años mis padres me dijeron que no podría ir al instituto porque no podían pagarme los gastos. Decidí ofrecerme a trabajar para seguir estudiando. Mi hermano Andrés y mi padre cortaban pinos en el monte. Yo me fui con ellos tres años durante los veranos, fines de semana, vacaciones, puentes y miércoles tarde. En verano especialmente era una labor de muchas horas, de sol a sol.
Después mis padres pillaron un bar y yo, como estaba en el instituto, me tocaba cerrarlo por las noches. A veces no llegaba a casa hasta las 2, 3 o incluso 5 de la madrugada. Al día siguiente, a las 7 esperaba impaciente el despertador.
La carrera fue complicada porque tuve que seguir trabajando y, al mismo tiempo, ayudar a mi familia en el caserío. Trabajé en bares, discotecas, de carpintero, vendiendo huevos, criando conejos, de peón de albañil, dando clases particulares, pasando trabajos a ordenador -amortizamos un Apple Classic II en un año, 180.000 pts-, realizando traducciones… Todo lo que es duro en la vida es enriquecedor y hoy pienso que lo que soy se lo debo a la vida que me ha obligado a salir creativamente de todas las situaciones.
Muchas gracias, Martin, por sacar el tema del pasado y sus consecuencias.
j.n.
Alejandro en agosto 10, 2007 ·
Martin el sobrevivir a una desgracia es crea un perfil de personas con futuros éxitos en la vida?? creo que el saber superarse para sobrevivir puede haber marcado quién eres hoy en día??? y si hubieras nacido en Uruguay??? o en Brasil??? serias el mismo que eres ahora y habría llegado donde estás (sea donde sea ese sitio o estado).
Alejandroperez
Pablo Handler en agosto 10, 2007 ·
EMOCIONANTE!!!!!!!!
Un par de pequeñísimas anotaciones:
1-La autora y primera intérprete de ‘Volver a los 17’ fue la gran Violeta Parra (chilena). Autora asimismo de ‘Gracias a la vida’. (Después se suicidó!)
2-Mi impresión como uruguayo respecto a Brasil es la misma que la tuya: garotas playas, alegría, belleza. Observé que en aquella época (195?) los argentinos iban poco a ese lugar ideal de turismo, a los brasileños les llamaban ‘macacos’…
Me recuerdo que pensé en vos como Presidente argentino al leer la mesa redonda con Valdano el El País.
Avern0s en agosto 10, 2007 ·
Hola Martín,
Me parece apasionante y acojonante tu adolescencia fruto de 2 cosas, una las circunstancias ( geográficas y temporales) que te tocaron vivir y otra la más envidiable, de tu actitud ante lo que acontecia, eso si que es de exprimir la vida cuando hay que hacerlo.
Tu exposión de acontecimientos me ha producido una sana envidia ( por lo vivido) y una desgarro emocional por lo miserable que puede a llegar a ser la humanidad dia tras dia .
Sólo hay una cosas que objetar, como JA, yo tambien he tenido que tratar con trabajos manuales ( peon de obra tirando paredes con una maza, haciendo pasta, carretando ladrillos; De ganadero agricultor, metiendo hierba, plantando y recolectando garbanzos, patatas, tomates, ordeñando a mano vacas,…). La verdad es que todavía hace menos de 20 dias que estuve ayudando a mi suegro a meter hierba suelta con un caballo, en un pueblo de Asturias a 55 km de Oviedo.
Reconozco que no es lo mismo un trabajo manual como uno intelectual ( lo más cansado en este aspecto para mi ha sido ser profersor de secundaria), pero el cansancio físico afecta al psicológico y viceversa.
Eso si tienes razón que hasta que no lo haces o no lo sientes no sabes lo que es.
Me encanto el post.
Ciao
iojanan en agosto 10, 2007 ·
Nada es causal, todos y cada uno de los segundos de tu vida te han traído hasta este momento. Por otro lado es fascinante leer el relato, esa porción de tu vida. Entré en la página que tenéis sobre tu primo, y aunque no permitió comentarios, la fotografía de un niño inocente e ignorante de su futuro habla por sí misma. El hecho final de tu triunfo profesional es un accidente, considero que el camino que te trajo hasta aquí es lo que vale, lo que suma.
Y felicito a tus padres, tu esposa, tus hijos. tu familia y sobre todos a tu primo que esté donde esté te mira igual que en la foto, como diciéndote que eres suyo.
Quizá este haya sido el comentario más hermoso de todos los que te he leído, el que me ha hecho sentirme más cerca y el que me ha vuelto a hacer mirar los ojos perdidos de David.
Tomy Lorsch en agosto 10, 2007 ·
Llorando.
Secándome las lagrimas.
Felicitaciones.
Gracias!
Hernan en agosto 10, 2007 ·
Martin, me toca especialmente ya que como dije alguna vez somos de la misma generación de argentinos. Pase por cosas MUY parecidas., incluido el viaje a Brasil 🙂 Abrazo
Fernando en agosto 10, 2007 ·
Martin:
Wow! Eso es lo unico que puedo decir despues de leer tu articulo. Hace tiempo que sigo tu blog pero ninguna historia me ha hecho estremecer tanto como esta. Primero porque por primera vez me sorprendo en cuantas cosas tenemos en común.
Yo también soy porteño, vivo en Madrid, «debuté» en Hiroshima en Punta, soy hijo de padres separados, me defino como un socialista democratico, fui a la universidad en USA y tambien vivia en el barrio de Belgrano durante esos años.
Para ser mas especificos, vivia en 11 de Septiembre y Virrey Loreto, o sea a 3 cuadras de Arribeños y Teodoro Garcia (ahi donde en su momento estaba la Tesoreria de la Universidad de Belgrano).
La unica diferencia es que nos llevamos 10 años: yo naci en el ´70. Es eso lo especialmente espeluznante de tu historia para mi: como yo, con 6 años en ese entonces, vivia completamente al margen de esas horas de horror que vivio nuestra Argentina. Y a tan pocos metros de distancia…
Y si….para gozar es necesario sufrir. Y si…gozar es un sentimiento «absolutamente relativo». Porque solo el sufrimiento previo nos enseña la relacion justa por la cual reconocemos el gozo cuando lo sentimos.
Y esto, en general, lo podemos traducir a los paises: los que más guerras han sufrido, los que más miserias han pasado, los que mas hambre y frio han padecido…todos esos son los que hoy son potencias mundiales, ya sea a nivel geopolitico (USA, China, Rusia) o por su estandar de vida (Suecia, Finlandia, Canada).
¿Tendrá que sufrir más la Argentina para llegar a algo?
Gonzalo en agosto 10, 2007 ·
martin:
es triste leer este post y mientras uno lo lee no dejar escapar una lagrima; creo que la historia siempre nos permite comprender mejor el presente y de alguna manera vislumbrar el futuro.
es increíble que todavía haya gente que crea que la vuelta de los militares al poder sea una buena idea; pero creo asi también es patético que la argentina tan solo pueda ser gobernada por gorilas peronistas que sigan refiriendose al general como el mejor gobernante que hemos sabido tener.
Siendo un emigrante no por necesidad pero por cansancio; veo cada día más difícil que las cosas cambien y desilusionado pienso en que la Argentina nunca más sera mi patria; espero que algún día alguien pueda hacer algo para convertir a la argentina en un país el 20% de lo que alguna vez pensó ser
ricardo galli en agosto 10, 2007 ·
#67
> Tu exposión de acontecimientos me ha producido una sana envidia ( por lo vivido)
Para ser sincero, este apunte me ha producido una envidia demasiado malsana de la que no me puedo recuperar todavía 😉
#46.
> Ricardo, eso de Brasil me lo cuentas a mi o a tu mujer para que te deje irte a pasar el próximo carnaval por ahí
Qué va, qué va. Estuve unas cuantas veces en Brasil recientemente, y tampoco me comí un rosco, ni el el Foro de Porto Alegre en el que todo el mundo se la pasaba de miedo ¡oiga!
Diana en agosto 10, 2007 ·
Me exilie en españa en el 76 ,,,, soy medica pero… los recuedos abruman regrese en cuanto se aclaro la caso por los años 90 luego me exilie por motivos economicos y con 2 ijos en mi mochila aqui en españa nuestra historia no es facil de comprender los argentinos no queremos mostrar esas cicatrices .. al menos los argentinos con quienes me rodeo no es olvido sino temor a los recuerdos
sos valiente en contarlos pblicamene a mi aun me cuesta contarlos incluso a mis hijos
surte martin adelane
unafugaz en agosto 10, 2007 ·
"Nadie es una isla completo en si mismo; cada hombre es un pedazo
del continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción
de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la
casa de uno de tus amigos, o la tuya propia; la muerte de cualquier hombre me
disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente, nunca preguntes
por quién doblan las campanas; doblan por ti."
"Ernest Hemingway "
Martin Varsavsky en agosto 10, 2007 ·
Hola Fernando. Si, eso era lo increíble, la guerra civil argentina ocurrió delante de los ojos de todos, que nada hicieron, que no creía que era posible, se llevaban a tu vecino y pensabas «algo habrá hecho», ya lo soltarán. Pero no, lo tiraban desde un avión, lo enterraban vivo, lo electrocutaban, así terminaba tu vecino…
Martin Varsavsky en agosto 10, 2007 ·
Avern0s,
Quizás me equivoqué en decir que mis lectores no hacían trabajo manual. Lo lamento.
Fernando en agosto 10, 2007 ·
Para Unafugaz,
Solo una anecdota sin animo de sabotear el blog. El parrafo que publicaste es muy bonito pero, para hacer honor al «derecho de autor», no es de Hemingway. El autor es un poeta ingles del siglo XVI llamado John Donne.
En la pelicula «About A Boy», Hugh Grant tambien confunde al autor de esta frase («No man is an island») por Jon Bon Jovi, ya que la misma aparece en la cancion «Santa Fe» de Bon Jovi. Grant dice que Bon Jovi esta equivocado, que «todos los hombres son una isla y que él es Ibiza!» 😉 Muy buena pelicula.
José Laks en agosto 10, 2007 ·
Cada vez que de casualidad paso por la puerta del colegio vuelvo por un momento a los 17. Y lo primero que me viene a la mente es «de la que nos salvamos…..» (en esa época era militante del PC, por suerte ya no).
Hoy mi hija mayor está por cumplir 15 años, va al Pellegrini y me hace inmensamente feliz verla mucho mas libre de lo que fui yo.
El precio que pagamos fue carísimo, pero aquí estamos y «todavía cantamos».
Te mando un abrazo.
astronautaperdido en agosto 10, 2007 ·
hola, martin. sólo para decir que el enlace a la fundación está mal puesto… Mira, le doy a esto: http://www.varsavsky-foundation.org/ y me lleva a una página de esas de network solutions… Y pues le quito el guión de la mitad, y ahí si me lleva a la página correcta: https://english.varsavskyfoundation.org/ . un saludo y sigo leyendo.
zahorin en agosto 10, 2007 ·
Un excelente relato Martín.
Gracias por compartirlo.
Lo he disfrutado desde el principio hasta el fin.
Siempre que veo alguna película de la dictadura argentina se me cae alguna lágrima ante tanto horror. Casi lo mismo que me sucede con el nazismo.
Algunas experiencias que cuentas son similares a las mías. Precisamente por haber trabajado 11 horas al día en duras tareas de peón, cuando tenía sólo 11 años, disfruto más de mi envidiable situación actual. 🙂
A pesar de la dureza de aquellos años nadie me puede quitar las enriquecedoras experiencias mezcladas con la relativa inocencia de un niño obligado a madurar rápidamente por necesidad.
En esos tiempos surgen muchas personas resilientes. Ver resiliencia en la wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Resiliencia_(psicolog%C3%ADa)
Carteilas:
Que tú no hayas tenido determinadas experiencias no significa que no las hayan podido tener otros.
Te sorprendería conocer muchas experiencias reales de muchachos incluso más pequeños que Martín.
También parece que te ha molestado mucho la mención a los homosexuales. ¿Te sientes aludido?
Ten cuidado con morderte la lengua. 😉
daniel en agosto 10, 2007 ·
martin:
realemente me acaparo tu relato, y te digo : que de aquellos que nos tuvimos que quedar aca en esa epoca con 20ypico de vida, soportando toda clase de …. bueno de eso … y de ambos lados, te despertabas a las 3 de la mañana con la bomba habitual o te despertaban a los golpes … y que se hacia… , pero aun hoy hay que seguir pa’delante con mis (58) hay que seguir, y aun estamos dentro de quizas lo mismo esto parece una curva sinusiode amortiguada… un dia pa la derecha otro dia pa la izquierda, pero lo increible es que aun no se encuentra el rumbo, y no coincido contigo en la frase final .. sino que a mi entender seria justo decir «que suerte que la pude vivir»
saludos
unafugaz en agosto 10, 2007 ·
#78 Fernando
Ahh, sí, tienes toda la razón, gracias.
Martín corrigelo, sólo tu puedes.
Martin Varsavsky en agosto 10, 2007 ·
José, querido compañero del Avellaneda. ¡Me encanta encontrarte en mi blog!
Martin Varsavsky en agosto 10, 2007 ·
Quiero aclarar el tema de los homosexuales. Es verdad que en dos ocasiones hombres homosexuales trataron de tener relaciones sexuales conmigo cuando era menor. Y me cayó fatal que eso ocurriera, pero no me pasó nada, dije que no y punto. Hubiese sido absurdo hacerse homofóbico por eso.
Marcelo en agosto 10, 2007 ·
Impresionate la historia de tu Historia
Pero como puede ser esto.. «Si ya conocía todas las provincias argentinas menos San Juan y Catamarca (aún no las conozco), »
Cuando haces tiempo y vienes a San Juan?
Alejandro Canepa en agosto 10, 2007 ·
Recién pude terminar de leer el artículo, no tengo mucho tiempo
Pero se me puso la piel de gallina cuando leí lo del piano.
La historia es así, mi abuelo, el padre de mi mamá le dio para elegir entre comprar un piano o inscribirla en el Lawn Tenis como regalo de cumpleaños.
Mi mama eligió como regalo de su cumpleaños jugar al tenis en vez del piano, por suerte, porque fue en el Lawn Tenis que mi mamá conoció a mi papá.
Si mi mamá hubiera elegido que mi abuelo le regalara el piano yo no hubiera nacido.
Por eso yo le quiero regalar un piano a mi mamá, un piano para mi es algo simbólico.
Mi mama cada vez que discute con mi papá maldice la hora que eligió al Lawn tenis en vez del piano.
Por esto quiero regalarle un piano a mi mamá
y además porque se levantan muchas minas tocando el piano.
Además quiero hacer un video para mi funeral donde yo toque el piano con música triste de fondo y pase foto y video de mi vida.
Te lo iba a comentar esto del piano después de haberte enviado las fotos, porque dije:
En esto seguro no coincidiremos, pero veo que lo mencionas.
Aunque no se tocar ningún instrumento musical y no creo que sea muy bueno, solo quiero aprender a tocar el piano
es algo que tengo pendiente y algún día lo haré, la causa es que no tengo mucho tiempo.
nacho en agosto 11, 2007 ·
Mi reconocimiento Martin.
Leerte este post ha cambiado mi opinión sobre ti.
Reconozco que te tenía muy pocas simpatias, te creia un oportunista que habías sido capaz de dar un par de pelotazos brutales, y que tu suerte era mucho mayor que tu talento. Luego me jodía un montón tu actual utopía-negociete Fon por aquello de ideita oscura para ganar pasta con los usuarios que revendan su señal, mezclandolo todo con un rollo revolucionario antisistema, Y me remataba leer el blog con los post de que desayunas con Gates, comes con Bush y cenas con el papa de Roma, y algunos en el que te quejas de que en la fiesta de Angela Channing te robaron el gran Phone (tacaño como que compraste el de 4GB)…
Pero lo que has escrito me hace cambiar de parecer.
Creo que lo que cuentas dice mucho y bueno de ti.
Te pido disculpas por lo que te acabo de confesar que pensaba de ti.
Nacho
avern0s en agosto 11, 2007 ·
Martín, no pasa nada, de hecho mi trabajo actual dista bastante del trabajo manual, trabajo de Ingeniero de Telecomunicaciones en una operadora de telecomunicaciones, pero todos los veranos, aunque cada vez menos ayudo a mi suegro. Antes ayudaba todos los veranos a mi abuelo.
Esto, el ayudar me hace ver de donde vengo y donde estoy, además que te hace desconectar muy rapidamente de la rutina y creo yo que de una manera muy sana.
Un tema que me interesa es el desarrollo rural en cuanto a las TIC, eso ayudaría a conocerlo y a que no se despueble.
Me gusta la mezcla de post que haces, varios y heterogéneos temas.
Ciao
javier meites en agosto 11, 2007 ·
Querido Martin
que enorme tristeza me ha dejado leer este relato.
Ademas en una buenos aires fria gris y lluviosa en las mismas calles donde pasaron todas las cosas que comentas.
con la mayoria de los personajes aun dando vueltas de una u otra forma.
un fuerte abrazo y gracias por abrir tu corazon de esta manera.
marcia en agosto 11, 2007 ·
Martin, ¿Entonces cuando fuiste al Belgrano Day School?
jm en agosto 11, 2007 ·
Hola, Martín:
Te sigo en el blog desde ya hace algún tiempo y me sorprende que nos relates experiencias y historias tan personales, no se si es cosa de la edad o te sirve de alguna forma como terapia psicoanalista o en definitiva te vaya bien para lograr un bienestar emocional, pero repito me sorprende, supongo que no debe ser ninguna estrategia comercial ni de marketing para promocionar tu negocio pero si es así reconozco tu éxito. Según voy leyendo a tus lectores (en los que me incluyo) se produce una relación emocional que si te encuentras a Goleman sería interesante analizarla tanto des el punto de vista grupal como el de virtual.
Pero te agradezco que nos expliques cosas tan personales pero no se si en el fondo eres consciente de la cantidad de personas que no nos conoces de nada que en cierta manera entramos en tu vida intima para mi sería imposible relatarlas.
Siento las desgracias de tu pasado y me alegra ir conociendote como persona.
Saludos
Paul Despagne en agosto 11, 2007 ·
Martin:
Vós volvistes a los 17 a mi me hicistes volver al ´73 (a mis 27 años ! ) y no fue en las calles de Baires sino en las de Montevideo donde sucedian cosas calcadas a las de Baires.
Quiero decirte que soy uruguayo y muchos de mis compañeros o profesores en la Facultad acabaron»desaparecidos» de la noche a la mañana.
Hay una canción del uruguayo Jaime Ross,» Brindis por Pierrot» que nos dice algo asi como : «dónde está ….(fulano) que no pisa más el bar ..» haciendo alusión ,entre lineas, a que hoy estabas,mañana quizás nó.
El «algo habrá hecho» era la actitud mental más facil para desentenderse,mirar para otro lado…
Lo que contás ,muy bien por cierto ,me hace ver que más allá de que seas un EMPRENDEDOR sós una gran PERSONA .
Lo que pasó en nuestros paises del Cono Sur en esa noche oscura de la Historia consultás documentos y resulta que : todos lo sabian:el Departamento de Estado,el Vaticano,el gobierno francés de la época (aunque le hubieran matado a unas monjas de su nacionalidad) ,el gobierno italiano o el español ( aunque le hubieran matado a ciudadanos de su nacionalidad ) , etc,etc.
Sin embargo a pesar de que no habia Internet,todos callaron y miraron para otro lado. Y todos lo sabian…
Idem de idem a lo que está pasando ahora mismo (con Internet funcionando ) en Darfur donde nos enteramos que hay una guerra con miles de muertos y desplazados y nadie hace nada por detenerlo.
Lo que nos duele es que en nuestros paises del Cono Sur jamás se hubieran podido dar unas circunstancias como esas.
Habremos aprendido la lección ?
Se dice por ahi que el hombre es el unico animal que tropieza dos veces con la misma piedra…quizás nuestra generación esté inmunizada ante estos hechos pero,la memoria es fragil .
Acaso vós apostarias a que la generación de los hijos de tus hijos aprendan la lección ?
Otro aspecto que quiero destacar en tu blog es que en ningun momento aprecio un deseo de revancha o venganza hacia quienes -los milicos- hicieron «desaparecer» a tu primo.
Creo como vós que más allá de Internet lo que eventualmente puede prevenir que se repitan estos tristes hechos en Argentina o Uruguay está en la EDUCACION de todos: futuros abogados, futuros trabajadores en astilleros,futuros camareros o futuros milicos.
Una educación que prime ante todo valores del respeto a la critica y tolerancia ante la opinón del «otro».
No tenés pensado iniciar quizás un «EDUC.UY » ?
Una ultima reflexion,más «light» quizás para «quitarle hierro al asunto» viene de tu perdida virginidad en Punta del Este (Uruguay) que quizás me permite comprender algo más tu indisimulado amor por José Ignacio.
Chau !
AleF en agosto 11, 2007 ·
Martin!
Que gran post! Te sigo desde tus comienzos como blogger y este es el post que más me connmovió. Casi se me pianta un lagrimón un par de veces.
Cada día te admiro más y agradezco que tengas la grandeza de compartir estas cosas con nosotros. Yo aprendo mucho de tu blog, especialmente del blgo en español.
Como paisa de clase media argentina, también viajé por Brasil o debuté donde cayó la bomba :), que identificado me sentí con tu relato. Tengo 28 años y no viví la dictadura argentina, pero aprendí sobre ella y la tengo siempre presente para que no se repita.
Gracias nuevamente y que sigan los éxitos!
Fran en agosto 11, 2007 ·
Escribo esto xq ayer me dí cuenta de que además de mi vida (q tb es un poco de película) la de MV tb lo es. Pero es que casualmente ayer tb conocí a un superviviente de la Guerra Civil Española. Un piloto republicano que luego de luchar aqui, estuvo exiliado en la Unión Soviética y luchó como piloto de caza en la defensa de Leningrado y Moscú contra los nazis (tiene medallas dadas por los gobiernos soviético y ruso). Después tb fué asesor militar en Cuba.Hoy en día es coronel retirado de la Fuerza Aerea Española (de lo cual me enorgullezco). Un verdadero honor haber escuchado tb su relato. Dos grandes historias en un solo día.
Juan Navidad en agosto 11, 2007 ·
Avern0s,
A propósito de tu mensaje # 89, en el que decías «Un tema que me interesa es el desarrollo rural en cuanto a las TIC, eso ayudaría a conocerlo y a que no se despueble.
…quería comentarte que comparto tu inquietud por el desarrollo rural y las nuevas tecniologías. Pienso que la Unión Europea, además de seguir apoyando el campo -cada vez menos en España- debiera potenciar ayudas al sector tecnológico en zonas rurales.
Ya no tiene sentido que se apoyen sólo grandes semilleros de empresa en zonas urbanas que cuestan cantidades ingentes si se pueden crear propuestas más modestas, pero también más estimulantes en zonas rurales. Incluso se pueden generar viviendas tecnológicas rurales donde, a un tiempo, se acojan microempresas tecnológicas y sean viviendas rurales.
Me cuenta que Zapatero piensa parecido y está consiguiendo traer de Europa un número creciente de posibilidades de financiación de proyectos de desarrollo tecnológico a España -espero que también con el objetivo de potenciar las zonas rurales-.
Llegué a Béjar hace cuatro años, un pueblo salmantino que pierde población como pocos en España (5.000 personas en diez años). Hoy está en los 13.000 habitantes. La idea que me trajo aquí era un proyecto tecnológico rural que no pudo ser, pero hoy presento con mi empresa propuestas al Plan Avanza para ver si conseguimos desarrollar distintas unidades de negocio. Además, como hablamos hace unos meses, una de nuestras prioridades es crear un encuentro de emprendedores/as y personas creativas para este otoño en mi casa Villa Paquita para crear redes de colaboración…
-perdón por el rollo, pero es un tema que me apasiona ;P –
Saludines,
Juan Navidad
diego en agosto 12, 2007 ·
Excelente post Martín, de lo más interesante que he leído en un weblog ultimamente. A mí me tocó, con diez años menos, una experiencia menos impactante aunque con alguna similitud: a los pocos días del golpe de 1976 un pariente militar le dijo a alguien de mi familia que estábamos «en una lista» y que sería bueno que nos fuéramos del país por un tiempo. Yo estaba empezando primer grado de la escuela primaria y mis padres decidieron sacarme de la escuela y partir a Brasil inmediatamente, donde nos quedamos por unos meses. Volvimos a Buenos Aires luego de que esta persona nos llamara y dijera que nos habían quitado de la lista. El motivo por el que nos habían puesto en ella había sido que mi padre era (y sigue siendo) psicoanalista, judio y con barba. Lo que más recuerdo es la historia que mis padres inventaron para justificar nuestra partida (que tuve que aprenderme de memoria como testigo falso) y el evitar hablar del tema con quien me preguntara para no caer en contradicciones.
ANA en agosto 12, 2007 ·
VOLVER A LOS DIECISIETE DE LA SIEMPRE RECORDADA VIOLETA PARRA
Silvana en agosto 12, 2007 ·
Martin: Estoy orgullosa de vos. Sos un ejemplo de vida.
Araucaria... en agosto 12, 2007 ·
¡¡Mierda!!… Y Uufff… leer tu blog se esta convirtiendo en una actividad de alto riesgo. Por un lado nos haces reir y nos pones los dientes largos con los ultimos cacharritos tecnologicos de tus videos. Pero por otro lado tambien nos puedes provocar un FlashBack de alta tension emocional a nuestro pasado. Mmmm…. y ahora no se si me apetece mas darte un abrazo o darte una patada en la entrepierna 😉
Yo entre los nueve y los once años, pase una racha donde se concatenaron situaciones tan surrealistas y duras que la bofetada de realidad que me dio ese periodo a punto estuvo de borrarme mi sonrrisa de niño y las ganas de seguir aqui.
http://www.flickr.com/photos/araucaria/page6/
Un abrazo, Araucaria.
Nicolás Mango en agosto 12, 2007 ·
Lo más hermoso que he leido. Conociéndote personalmente y notando la felicidad que irradiás, debo admitir que mi admiración se acentuó en este relato.
Martín, la verdad que es un placer leer tus comentarios. Estoy armando las maletas (valijas) para mudarme y al mismo tiempo cocinando, pero me quedé pegado al monitor de mi Macbook (la cual compré en cierta manera por leer tus posts aunque luego no me quedó dinero ni para comprar comida) y ahora tendré que rehacer el almuerzo porque seguro se quemó, jaja.
Un placer como siempre leer tus posts profundos, y sobre todo este.
Saludos.
Nicolás Mango.-
Marcelo Levit en agosto 12, 2007 ·
Definitivamente, sos muy buen escritor.
Lo escribiste de un tiron o hiciste correcciones?
edith en agosto 13, 2007 ·
me gustó, y me decepcionó.
como mujer no me gustaría que mi marido guardara para mi, sólo la virginidad #3, exclusivamente la de procrear.
pero es mejor que nada, o no?
alex en agosto 13, 2007 ·
A los argentinos nos cuesta mucho verle las orejas al lobo y en general cuando las vemos ya es tarde. ¿Qué nos pasa?¿es que somos incautos o negamos la realidad? Digo que somos incautos o negadores porque en el 76 yo tenía sólo 11 años pero recuerdo muy bien que mucha gente estaba contenta porque Videla «nos había salvado» de Isabelita. Sí, estaban contentos. Un tiempo después cuando ya los rumores del horror sonaban algo más fuerte, por cierto más fuerte en el exterior que en el país, negábamos todo porque los argentinos éramos «derechos y humanos» ¿se acuerdan?Después vino el mundial 78 ¿y cómo iba a haber gente en campos de torturas si todo el planeta estaba con los ojos puestos en Argentina?Imposible.Entonces, unos años y muchos asesinatos encubiertos después, llegó Malvinas y otra vez recuerdo a mucha gente agitando banderas en Plaza de Mayo alentando a Galtieri y su junta. Lamentablemente tuvo que ser una guerra, ridícula y cruel, lo que puso fin al desastre de los años de dictadura. Y entonces caímos,nos dimos de frente con la realidad, empezamos a ver, a escuchar, le vimos TARDE las orejas al lobo. Han pasado muchos años y muchos gobiernos y cada vez que en estos años hemos patinado(política o económicamente) es porque llegamos tarde. No es que seamos incautos, creo que mejor nos pinta el refrán «no hay peor ciego que aquel que no quiere ver»; no vemos las señales o no las percibimos o no les damos la importancia que tienen.Martín siento mucho que tu familia haya tenido que pasar por el secuestro y la muerte de tu primo y aunque hayan pasado ya muchos años de ese trágico momento, ojalá tengamos todos una memoria bien larga para que en Argentina no vuelva a pasar eso nunca más.
Jorge en agosto 13, 2007 ·
Por aquellos que ya no están…
Rebeca en agosto 13, 2007 ·
Me ha costado un tiempo escribir este comentario, porque no quería ser repetitiva y decirte lo mismo que los demás (cosas del tipo «guau, has sido muy valiente, has demostrado una voluntad férrea de seguir siempre adelante»). Lo cierto es que a veces hay que repetirse porque el comentario más común es también el más acertado.
Estamos hechos para sobrevivir a la tragedia, de hecho he contemplado muchas veces cómo personas aparentemente débiles eran capaces de sobreponerse a hechos verdaderamente dramáticos y seguir adelante. Esas mismas personas, a veces, sucumbían sin remedio ante la inercia de la rutina, que gota a gota puede minar cualquier ilusión. Nunca hay que menospreciar al enemigo.
Una vez admitido lo que te une a los demás -tu capacidad de supervivencia en circunstancias adversas- a ti hay un rasgo que te distancia aún más de todos los que han superado guerras, dictaduras, hambrunas y tragedias varias: no sólo sobreviviste. No sólo seguiste ahí pese a todo. Además tuviste el valor de conocerte a ti mismo, elegiste el camino de la autosuperación y decidiste aportar algo bueno al mundo en las medidas de tus posibilidades, te hubiera dado el mundo antes ese algo bueno o no.
Enhorabuena.
JA en agosto 13, 2007 ·
Varsavsky,
Eso que dices de:
«….a la droga que más miedo le tengo es al tabaco..»
Lo entiendo, pero me gustaría lo explicaras algo más (Por quello de que la cocaina es la más consumida, el alcohol perturbador..).
Se que el tabaco es un asesino silencioso, muy silencioso.
Cuentanos algo más please.
salutes.
Martin Varsavsky en agosto 14, 2007 ·
Marcelo Levit,
Las dos. Primero lo escribñi del tirón, pero luego lo leí varias veces para mejorarlo.
Nicolás Mango en agosto 15, 2007 ·
Martín, quiero decirte que la dueña (soy como de su familia ahora) de la tienda (local) donde trabajo (en España) tiene tu misma edad y lloró al leer el relato (que le mostré y le dije que por favor leyera)
Evidentemente es mucho más chocante aun si lo viviste porque según me decía, sentía como si lo hubiese escrito ella misma.
Te mando un gran abrazo.
NiCo =)
El Mexicano en agosto 15, 2007 ·
Solo unos comentarios despues de los momentos de reflexion en que me he sumido despues de leer este post: para tratar de evitar mas muertes de jovenes como David Horacio Varsavsky o adultos que murieron en las diferentes dictaduras en el mundo, pienso que debemos continuar la construccion de una Red de Internet totalmente NEUTRA, que pertenezca a todos y no dejar que las grandes empresas o gobiernos la bloqueen y asi poder estar siempre comunicados para no permitir que nos manipulen y no permitir que nuevos dictadores surjan.
Creo que finalmente internet esta contribuyendo a que Bush termine mordiendo el polvo, su asesor ha renunciado.
Las grandes empresas de noticias cada dia les es mas dificil manipular la opinion publica debido a que nos comunicamos entre nosotros
Si, sera una evolucion en la manera de comunicarnos, pero ya la iniciamos, no dejemos que nos la roben.
David Horacio Varsavsky tu muerte no sera en vano, nos inspirará a seguir para que no se vuelva a repetir ese tipo de casos.
Cristian Sepúlveda en agosto 15, 2007 ·
solo quiero expesar que lei tu articulo y me ha tocado profundamente. a tus 17 yo nacia en Chile y tuve la suerte de no vivir todas esas atrocidades.
TonNet en agosto 15, 2007 ·
Para quien haya vivido en sudamerica, recordará los tristes relatos a cerca de las dictaduras militares en cada uno de sus paises. El pretexto que has utilizado para este post es realmente extraordinario. Quisiera yo olvidar esos 17 anios de los que tu hablas y la vida colegial que aquí no tocas. Saludos!
Xavier Rius en agosto 17, 2007 ·
Hola Martín,
Increíble narración, graciás por escribir. Hoy empiezo mis cortas vacaciones y antes de irme he decidido ver que había de nuevo en tu blog (me queda poco tiempo para leer blogs) . Yo sinceramente no puedo juzgar que ha ocurrido en Chile, Argentina, Nicaragua etc. en toda latino América en general, porque no lo he vivido.
Yo no creo que las acciones de Videla y muchos otros dictadores latinos, obedecieran a un pensamiento político en particular, hubieran tomado cualquier posición «derechas «/ izquierdas para conseguir su objetivo, es la historia más vieja del mundo «La lucha por el poder, la riqueza y el control de los demás». Poder y más poder…
Ahora le toca a Chavez , ha levantado la bandera del socialismo, y Venezuela ya esta muy cerca de una nueva dictadura a ver que ocurre…en China sigue desapareciendo gente en las cárceles, y el año que viene serán los Juegos olímpicos en Pekin, Israel si calentando el que será sin duda el mayor caldo de cultivo bélico de nuestro siglo…. todo es una locura pero yo me voy a Menorca de vacaciones.
«El terrorismo de estado» sigue presente en muchos países: USA, Israel, Líbano, Siria, Irán, México,Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Dominicana, Venezuela, Turquía, China, Argelia, Cuba, Sudán, Corea del Norte, Haití, Jamaica, etc….es más fácil enumerar en que país no hay terrorismo de estado.
Brasil tampoco es un patrón a seguir: «…en el estado
brasileño de Sao Paulo 481 personas murieron a manos de la policía el pasado año, y en
Jamaica las fuerzas de seguridad dieron muerte al menos a 152
ciudadanos»
«Volver a los 17» Martín sería una locura, pero nuestro presente tampoco es muy bueno, aunque tu, yo y muchos más tengamos una vida libre de ser torturados o asesinados, un día cualquiera al levantarse…
Quien quiera ver donde vivimos:
http://www.amnistiainternacional.org/
Buenas vacaciones a todos, los que podemos tener vacaciones, la mayoría del planeta dudo que las tenga…»
Saludos, Xavi
Julio en agosto 18, 2007 ·
Martín, …..un abrazo, Julio
fernanda en agosto 18, 2007 ·
Eu posso falar com você em português, entao?! Soy brasileña, vivo en Madrid. Entré por casualidad en tu blog, sin saber que era de alguien tan importante y poderoso.
Estoy impresionada con tu vida, eres una persona admirable, mereces todo lo que has conquistado. Leyendo este post y otros, me ha servido de ejemplo y inspiración, pues hace tiempo ya que tiré la toalla por cansancio, por sentirme incapaz, sin esperanza, por no encontrar salidas. En España ( vivi en Barcelona 5 años) me siento como tú cuando llegó en el EUA. Yo no entiendo a la gente y también me siento muy sola.
Bueno, páro por aqui, pero quiero que sepas que leyendo tú blog me sinto con más fuerzas! ¡Gracias!
Te deseo lo mejor para ti y tu família.
Enrique en agosto 19, 2007 ·
Martín, sigo tu blog regularmente y aunque tengo algunos años más que vos ( 59 ) tu historia me hizo recordar aquellos duros años de la Argentina y de mi juventud.
Felicitaciones y muchos éxitos.
Enrique
Laura en agosto 20, 2007 ·
Que raro y loco. Te escribi un mail hace un rato. Naci en el 72 pero reconozco todo lo que contas. Naci en L.M.Campos y Loreto. Fui al Esquiu. Termine trabajando en el New Model de la calle El Salvador. Hay anios de demasiada independencia entre los 15 y los 17. No se… muchas coincidencias. Espero respuesta a mi mail, Martin. Me gustaria conversar con vos. MI hijo, solo mio, mi apellido tiene 3 anios y tal vez juegue con el tuyo mientras charlamos.
Saludos
Ad en agosto 21, 2007 ·
Quizá te hará gracia leer este post de fogonazos http://fogonazos.blogspot.com/2007/06/por-qu-todo-sucede-cuando-tenemos-20.html
Saludos
JozB en agosto 21, 2007 ·
Es increíble. Me he quedado sorprendido al leer tu historia.
He leído algunos artículos de hace un tiempo atrás y este no sé porque
me lo salté, hoy por referencia de unos de tus posts, llegué aquí.
Nunca pensé que hubiese sido difícil tus inicios. Es como para escribir una autobiografía. A pesar de la dura experiencia que pasaste, sobreviviste.
Me gusta la manera que la relatas, hace amena la lectura y me hace imaginarme cada momento el cual muchos no hemos vivido.
Y leerla me ha servido de mucha inspiración.
Gracias por compartirla.
Joan Planas en agosto 22, 2007 ·
No contribuirás en el porcentaje de lectores de novelas pero si en el de escritor de ellas y de las buenas, aunque en este caso me habría gustado que la novela no fuera realidad, y hubieras llegado a los 47 años con tu primo y todo lo bueno que has aprendido en tu vida.
Gracias por compartir tu experiencia.
y un fuerte abrazo
Thomas Varsavsky en agosto 23, 2007 ·
Jeje, no sabía lo del prostibulo. Otra muestra de lo amplia y diversa que es la vida, que te lleva de momentos terrorificos como fueron los tiempos en Buenos Aires. A momentos felices como tu viale a Brazil.
trixi en septiembre 6, 2007 ·
hola Martin, no se bien que decirte sobre tu relato, algo lo conocia desde mucho tiempo atras. Pero me sorprende sentir que escribirlo asi como lo has hecho, publicamente, y con un matiz de decir todo de una vez por todas, pueda ayudar a curar ciertas heridas o culpas que nos quedan. Quizas que un blog pueda reemplazar al analisis que nunca quize hacer. Quizas alguna vez me salga. Felicitaciones por ser como sos hacia tu familia y amigos y este mundo cada dia mas fascinante.
P
PS: creo haberte cruzado hace unos meses en Paris, pero mis viejos ojos de 50 anios tardan en enviar la informacion al cerebro y no tuve la «presence d’esprit» de saludarte.
Pablo en septiembre 21, 2007 ·
Hola:
No pude parar de leer tu relato, en mi caso tuve la suerte de no estar en esa epoca soy del 79. Muchas veces uno segun lo que vive lo hace mas fuerte y aprende a valorar las cosas desde un angulo distinto.
Mis cordiales saludos
Pablo
eyelock en octubre 4, 2007 ·
Me mandaste aquí desde otro post y ahora mismo leo esta historia que en su día no vi. Uff, impresionante, un año muy agridulce, por un lado vivir la vida a tope sin preocuparse de nada y por otro darte de repente de bruces contra una realidad política y social extremadamente cruel en tu país.
El sufrimiento grande, sobre todo en edades jóvenes, provoca dos posibles reacciones incompatibles: o bien hace que se desarrolle una gran empatía o sensibilidad para con el sufrimiento ajeno, o bien te convierte en alguien frío y absolutamente indiferente hacia los demás. Creo te encuentras en el primer caso, lo que me confirma que eres inteligente.
Debe uno de sentirse raro al pararse a pensar en todo eso que vivió, ahora que eres un señor asentado con una vida tranquila (me refiero al apartado emocional), no es nostalgia la palabra, imposible añorar el sufrimiento. Y sin embargo, supongo que a veces…
Siendo como eras luchador medio sindicalista ¿nunca reflexionaste al verte convertido en un capitalista, en un burgués? Moderno y tecnológico, pero burgués al fin y al cabo. Eso es interesante.
Gracias por compartir todo esto, muy bonito. Mi más rendida admiración (aunque creo que no la necesitas, tienes de sobra por ahí :D)
Marcelo Glickman en octubre 24, 2007 ·
Estimado Martin:
Mi nombre es Marcelo Glickman, tengo 47 años, soy de Córdoba Argentina.
Estoy azorado despues de leer ¿volver a los 17?.
No puedo creer la historia que acabo de leer, como una persona puede vivir casi lo mismo, a la misma edad en el mismo tiempo.
Hemos vivido perdidas, gozado de la vida, viajado, no dormido pensando que nos podian venir a buscar, vivir amenazas reales, (cuando una vez me dijeron, vos sos Glickman, sabemos muy bien quien sos vos, «cuidate» fue la expresion).
En fin lo que he leido es como si hubiera escrito un resumen de mi vida.
Te dejo un afectuoso abrazo, y me siento hermanado a vos
Marcelo
efectos especiales humo bajo nieve bodas originales en noviembre 3, 2007 ·
La verdad es que me ha sorprendido muchísmo tu historia Martín. Te sigo desde hace años y creo que una parte importante del éxito que has conseguido se debe a tu pasado. La motivación, capacidad de sufrimiento, la orientaciòn al logro, son aptitudes que no se aprenden en la Universidad. Por eso los hijos mimados de papa que no han sufrido, son tan malos emprendedores, aunque sean excelentes estudiantes.
Héctor en diciembre 6, 2007 ·
me mataste loco ….!!!gracias por haber escrito ésto …gracias, simplemente gracias !!!!
me hiciste llorar como un pibe…!!!
Héctor
San Miguel Bs As
luhram en abril 5, 2008 ·
Me ha golpeado mucho lo que has escrito acá, no sólo por los hechos en sí, sino por la forma como lo cuentas, todo muy sincero, muy a flor de piel, gracias por eso.
Saludos desde Lima, Perú
Marcelo en agosto 1, 2008 ·
GRACIAS. Me llegó mucho lo que acabo de leer. ´Tengo 30 años. Nací en pleno quilombo.
Se me pone la piel de gallina cada vez que pienso que centenares de pibes de mi edad son los bebes apropiados de la dictadura. Yo no tengo ningún recuerdo claro de esa época porque cuando volvió la democracia yo tenía 6 años, pero si me acuerdo de una sensación, que es la de tenerle un miedo terrible a los policias, especialmente a que «entraran a casa y nos maten». Me imagino la angustia de mi vieja al saber de mi miedo con tres, cuatro o cinco años.
Mi viejo, que en esa época tenía un fiat 600 para ir a casa debía pasar si o si por frente al regimiento (unas 15 cuadras) y rogaba que no se le parara el auto, que cada tanto se empeñaba en dejarlo a pata.
Gracias nuevamente por compartir esto.
SInceramente me alegra que tu hoy lo describas como un tipo feliz. Muchas personas que han pasado por lo que vos -y no los culpo- sobrevivieron alimentando el odio y el resentimiento.
Un abrazo amigo desde el Chaco.
Marcelo
ISMAEL en agosto 6, 2008 ·
Muy buen post, la verdad que muy interesante.
Leyendolo he recordado yo tambien mi infancia, no los 17 pero sí los 10 y 12 años.
Años en los que aparecio en mi vida una persona importante, un Argentino: José Sanchez Parra, una persona que perdia su tiempo en venir a entrenarnos al fútbol a un colégio de caritas en Aravaca en el que me encontraba internado. Este Argentino creo que su infancia es muy parecida a la suya y por la edad de ambos, vivistéis la misma época/viajes/aventuras y hoy en día en campos diferentes soís personas importantes y conocidas pero «creo» que con una buena base humana.
Leyendo tu post me pregunto como haces para sacar tiempo, me he puesto a pensar y a compararte con el director de la empresa para la que trabajo y no me le imagino perdiendo parte de su tiempo en contarnos este tipo de relatos.
Un saludo
Dejar un Comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Colu en agosto 9, 2007 ·
Martín,
Uh! Estremecedor. Muchas veces nos habías contado la historia de tu primo y de tu exilio en NYC pero nunca con tanto detalle.
Apasionante. Cuando quieras escribí la segunda parte de este post, es decir de los 17 al fin de la Universidad por ejemplo, estaría buenísimo.
Un abrazo,
Colu.