En Fon tenemos una junta directiva muy especial. Se compone de Anil Hansjee de Google, Danny Rimer y Mike Volpi de Index Ventures, Janus Friis y Niklas Zennström de Atomico (antes Skype) y Chris Smith de Coral Ventures. También tenemos inversores de Ebay, BT, Digital Garage, Excite Japan y, por supuesto, yo, el CEO y fundador de la empresa. Todos juntos hemos invertido 36 millones de euros en Fon. Todos algo locos aclaro, porque la idea básica de Fon, «comparte un poco de WiFi en casa y conéctate gratis por todo el mundo»  es un concepto descabellado e improbable. Y no voy a decir que ha sido un paseo en barco. Hemos cometido errores importantes, entre ellos gastar dos tercios de los fondos que levantamos en subsidiar foneras, muchas de las cuales acabaron perdidas en cajones por el mundo. Y hace un año, reconociendo estos errores, empecé a financiar personalmente las pérdidas de la compañía. El mundo financiero se colapsaba y nosotros también, perdíamos alrededor de 700 mil euros al mes. Pero hoy, tengo una historia muy diferente que contar.

El tema de pasar del abismo al éxito ya lo he vivido. Vi a Viatel hundirse durante 9 años hasta que mis 200 mil dólares iniciales y los fondos de mis inversores de entonces, Soros y otros, se convirtieron en más de mil millones de dólares. Vi a Jazztel perder grandes cantidades de dinero y aun así, por el valor estratégico de la red, cuando me fui valía unos 650 millones de euros y mis inversores Advent, Apax, Spectrum equity tuvieron buenos retornos. Jazztel está ahora muy bien gestionada y vale lo mismo que cuando la dejé en el 2003, pero creo que va a aumentar más su valor. También vi a Ya.com ir de crisis en crisis, una compañía que construimos con 38 millones de euros, pero vendimos por 550 millones de euros aún cuando perdía 2 millones de euros al mes. La venta se dio porque France Telecom y Deutsche Telekom se pelearon por un activo para poder competir con Telefónica. Nuestro logro fue llegar a ser el segundo portal después de Terra y tener de vuelta valor estratégico. Además crear un ISP residencial. Los geniales «ex Terra» y yo que hicimos Ya.com se la vendimos a DT por un precio muy alto.

Y cuando los mercados no apoyaron, también vi la derrota. Perdí personalmente 35 millones de euros en Einsteinet, una compañía de cloud computing gestionada por un gran equipo en Munich, pero construida muy temprano, 5 años antes del boom en cloud computing. Fue un golpe muy duro para mi, pero aprendí una sencilla lección: no rendirse demasiado pronto, ya que ahora el cloud computing está creciendo a lo loco. Y fue por eso, basado en mi experiencia, la buena y la mala, que seguí financiando solo a Fon en los peores momentos. Que puse los últimos 2.2 millones de euros sin compañía de mis inversores. Porque creí que debía como sea sacar la empresa adelante. Recortar gastos a tope y aumentar ventas con creatividad e ingenio.

Durante 19 años creando empresas de tecnología, estos altibajos vividos me han enseñado a esperar lo inesperado y principalmente, a aguantar y seguir ahí. Lo que las 3 compañías que empecé y llegaron a valer más de 700 millones de dólares tienen en común es que tenían un valor estratégico que las enormes empresas de telecomunicaciones querían comprar. Pero no pude hacerlas rentables. En los mercados adecuados esto no parece importar, pero no sirvió en el caso de Einsteinet que vendí solo para salvar los trabajos de los empleados, aunque con una gran pérdida.

El 2003 era un año muy difícil para el mundo tecnológico. La que entonces era la mayor compañía de cloud computing de Alemania no valía nada. Ahora en el mundo estamos en un momento parecido al del 2003, excepto que lo que pasó con el sector de la tecnología entonces está pasando ahora con todo lo demás. Estamos en un período de duda y desconfianza. Malo para los emprendedores.  El año pasado, cuando acabé siendo el único inversor cubriendo las pérdidas de Fon, supe que la situación era «o beneficios o muerte».

Hoy me alegra contar que el resultado es beneficios. Que estas semanas estamos alcanzando el break even. También puedo adelantar que probablemente lleguemos a los 1.7 millones de euros en ingresos en el último trimestre, que está muy bien comparado con los 300 mil del primer trimestre de este año. Los gastos los hemos recortado a la mitad desde el año pasado y eso significó bastantes despidos de gente muy valiosa que fueron comentados en este blog. Bajamos de 700 mil euros por mes de gastos a 240 mil al eliminar subsidios y recortar equipos externos y plantilla. Pero, sorprendentemente y con tanto recorte en estos meses, nuestro crecimiento en facturación y márgenes es formidable. Nuestras dos líneas de negocio, vender foneras y vender pases de acceso wifi, solos o junto a nuestros socios que incluyen algunas de las mayores telecos del mundo (BT, SFR, Comstar, Zon y otras), crecen muy bien. Hemos empezado a aumentar plantilla de vuelta.

Con respecto a la producción de hardware estoy alucinado con lo bien que ha trabajado el equipo de Fon para crear la Fonera 2.0n, un router que no sólo comparte un poco de WiFi en casa y te permite navegar gratis por todo el mundo, pero que también es tu «ayudante en Internet». La Fonera 2.0n es realmente una PC escondida dentro de un router WiFi que por si solo descarga torrents, Megaupload, Rapidshare, sube a Youtube, Picasa, Facebook, Flickr, convierte 3G a WiFi como el MiFi, twitea para que puedas seguirla cuando no estás en casa. También te deja ganar dinero y te twitea cada vez que alguien se conecta. Creemos que por 79 euros o 99 dólares, el precio de los routers WiFi n peladitos, será un éxito. A este punto, el margen de estas ventas sirven para empezar a recuperar la enorme cantidad que hemos invertido en esta empresa.

España sigue siendo un país poco importante para Fon, aunque la «fábrica» la tenemos en Alcobendas. Aquí hay interés, pero en otros países hay mucho más. El Reino Unido, Japón, Francia y, curiosamente, Portugal son nuestros países estrellas. En Alemania e Italia notamos mucho interés por la Fonera 2.0n.

Siendo una startup de 3 años, llegar a «break even» (a cubrir gastos) te convierte, antes que nada, en una compañía sostenible. ¿Llegaremos a ganar uno o dos millones de euros por mes para fin del año que viene? Todo depende de que sigamos firmando acuerdos con operadoras (estamos negociando 4 ahora mismo) y que la Fonera 2.0n guste al público teki. Veremos, veremos….

Pero lo bueno es que la agonía de la supervivencia se acabó. Me alegro de que hayamos salido del agujero en el que estábamos hace un año cuando el entusiasmo de los mercados en todo el mundo desapareció y nosotros teníamos mucho gasto y pocas ventas. Nuestro enfoque ahora tiene que ser crear productos y servicios cada vez mejores. Aprender de nuestros errores pasados, estar siempre atentos y agradecidos hacia los foneros, y continuar añadiendo valor al mundo de las telecomunicaciones colaborando con las mayores telecos del mundo.

Termino agradeciendo a todos los foneros, a los que trabajaron y trabajan en Fon por habernos hecho llegar a donde estamos y a nuestros inversores por haber tenido confianza en nosotros. Y también quisiera agradecer especialmente a mi ahora esposa Nina, que todavía trabaja conmigo en FON y me ayudó a sobrellevar los peores momentos en la compañía.

La vida de los start ups de telecomunicaciones es ya muy conocida para mi y es difícil hacer una empresa que sea rápidamente rentable, sobre todo por el tema de las infraestructuras. Empecé en el 90 con Viatel, luego seguí con Jazztel, Ya.com y ahora con Fon que, aunque no parezca, también es de infraestructura, ya que la Fonera es como una estación base de una red por celdas. Y gracias al novedoso sistema de las foneras hemos construido la red WiFi más grande del mundo.

Pero aunque seamos grandes somos deficitarios y calculo que lo seguiremos siendo, aunque cada vez menos, hasta el fin del año que viene, nuestras pérdidas –que llegaron a ser de más de 2 millones de euros al mes– están ahora bajando a menos de un millón y calculo que terminaremos este año con pérdidas de medio millón y que el año que viene llegaremos a break even hacia fin de año.

Las pérdidas se reducen porque cada vez nos cuesta menos convencer a la gente que pague por las foneras su precio de fabricación y porque tenemos acuerdos con carriers como BTfon que nos hacen crecer rápidamente sin tener que financiar foneras. El éxito de Fon en el Reino Unido y Francia, por ejemplo, pasa por el tema de que los routers WiFi que dan los operadores ya vienen foneados. Es decir, que fon es un programa instalado y no una caja. También nuestras pérdidas bajan porque hemos empezado a vender publicidad y porque los pagos de los aliens están creciendo rápidamente. Además, en algunos casos estamos ganando dinero con la venta de routers, aunque en su totalidad esta operación es deficitaria.

Desde que empezamos Fon levantamos capital 4 veces y llevamos levantados unos 34 millones de euros. La última ronda finalizada este mes entre los accionistas que ya estamos en la empresa fue de 6 millones de euros. La próxima ronda la haremos en el otoño y será la última. Aunque hemos podido contar quienes son nuestros accionistas –empresas como Google, Skype, eBay, British Telecom, Itochu, Digital Garage, Excite Japan, fondos de capital de riesgo como Index Ventures, Sequoia Capital, Coral, y accionistas individuales– el consejo decidió no divulgar cuantas acciones tienen cada uno de estos accionistas ni al valor que han hecho la inversión.