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Se está convirtiendo en algo bastante usual oir a la gente decir que no les gusta Wikileaks porque no soportan a Assange. Esto es una equivocación. Hay poca gente a la que le caiga bien Assange, y la mayoría (en la que me incluyo) ni siquiera le conocen. Pero lo importante aquí no es Assange, ni su pelo, ni si puede o no puede tener relaciones sexuales con mujeres dormidas. Lo que sí es importante es la cantidad de información que hemos obtenido a través de Wikileaks. Aquí hay un buen resumen de The Guardian. Sí, es mucha información, y hay mucha más por venir. Y da igual que tantos expertos digan que ellos “ya lo sabían todo”, porque la gente de a pie, las Juanas, los Mohammed y los Rui del mundo no lo sabían, y están enfadados.
No resulta sorprendente que la revista Foreign Policy llame a la revolución de Túnez “la primera revolución Wikileaks”, porque ha sido una fuerza de cambio en Egipto, en Túnez y en menor medida en otros países. Las revelaciones de Wikileaks seguramente continuarán escandalizando a activistas y manifestantes de todo el mundo, al menos durante un tiempo.
Y todo este cambio que se está llevando a cabo se lo debemos al cuerpo diplomático de EEUU (que demostraron además ser un excelente grupo de periodistas), a un soldado muy valiente, y al espíritu emprendedor de todos los que trabajan en Wikileanks, incluído Julian Assange.

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Roger Schultz me envió estas fotos del Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado que hay en Buenos Aires. Él fue a presentar sus respetos ante un familiar desaparecido y cerca de su nombre encontró el de mi primo, David Horacio Varsavsky. Mi primo David solamente tenía 18 años cuando desapareció. Vinieron a buscarlo por la noche y a su mamá le dijeron que lo tendría de vuelta al día siguiente. A día de hoy, no podemos saber con absoluta certeza si está vivo o está muerto. Nunca más tuvimos noticias de él. Asumimos que está muerto.

Los dejo con las fotos de Roger

Estuve estudiando el tema de la criminalidad en España y me sorprendió enormemente este estudio presentado por el gobierno. Lo que se ve en este detallado desglose del crimen es que durante años en el que el paro se fue por las nubes llegando a un 30% de los jóvenes que la criminalidad esté bajando.  Esto rompe con una idea muy arraigada en la sociedad de que la criminalidad viene siempre de la mano de la pobreza.  Ahora lo que no entiendo bien son las razones de esta correlación negativa entre pobreza y criminalidad.  Si,en España tenemos seguro de desempleo pero igual la pobreza está en aumento, de eso no hay duda.

Me pareció paradójico ver en el sitio del gobierno llamado «Invest in Spain» que pongan que la principal razón para invertir en este país en el que un tercio de la juventud y más del 20% de la población no tiene trabajo es su «Economía Atractiva». En mi opinión en España todo es atractivo menos sus gobernantes y la economía que da pena. España tiene una economía paralizada principalmente porque falta inversión y la inversión solo puede venir de dos fuentes. Una es la inversión extranjera que aquí está tan mal organizada que conseguir un visado para que un ejecutivo norteamericano venga a trabajar aquí es casi imposible (yo traté y te ponen unas pegas increibles comparado con el Reino Unido o Irlanda). Segundo es el emprendimiento local y esto está fatal porque en España está culturalmente mal visto ser exitoso, la gente cree que la mayoría de los empresarios son unos ladrones, los mejores estudiantes no estudian para ser emprendedores sino funcionarios y el gobierno no apoya la creación de empresas como hacen en el Reino Unido o Irlanda. Es por eso que pienso que aunque Irlanda o inclusive el Reino Unido tienen sus economías muy dañadas, en parte por haber cometido los mismos errores que España (mucha burbuja de la construcción y financiera) ellos saldrán antes de la crisis que nosotros. Por ahora el gobierno gasta y gasta en proyectos inútiles, muchos de ellos construcción para empujar la economía. Pero se está acabando la capacidad de endeudarse de España y esto no arranca. España tiene que ser reinventada y su futuro no pasa por la construcción.

En este video cuento una idea que se me ocurrió. Es sencilla. Es hacer un mashup de Wikipedia y todo el contenido turístico que se encuentre en la red con geolocalización en los smartphones. El resultado es que uno tendría una audioguía mientras se desplaza por un pueblo como Baeza. En Baeza lo hicieron con chapas de metal por el piso. Recomiendo visitar Baeza.

Aquí va el video.

y aquí las fotos

Mientras camino por Ubeda reflexiono sobre el tema.

Y aquí van unas fotos con tono religioso

Como CEO de Fon llevo 4 años trabajando con Google, pues son nuestro inversor industrial más grande. Al oír el anuncio de que Eric Schmidt dejaba Google y que Larry Page iba a ser el nuevo CEO, pensé que el cambio iba a ser un gran reto para todos. Escribo esta entrada sin ánimo de ofender a nadie, y expreso desde ya la tremenda admiración que siento hacia Google y lo que han conseguido, así como la confianza que depositaron en Fon desde el principio con sus inversiones.

Google es una empresa increíble, un gigante global que fue construido con una combinación de las grandes ideas de sus fundadores y su impecable gestión y ejecución por parte de Schmidt. Pero lo que puede suponer el mayor reto en Google es que aún funciona como una universidad, y esto debería cambiar. En Google, muchos directores de departamento idean sus propios proyectos, sin que éstos tengan – en muchas ocasiones – nada que ver con el resto de proyectos que se desarrollan en la empresa, o sin tener un líder claro, y como resultado hay muchos que no llegan a ver la luz. Google es una colección de mentes brillantes, algo que es buenísimo para la investigación pero no tanto para la ejecución de un plan visionario.

Mi experiencia con Google tiene que ver con el WiFi. En este aspecto, durante 4 años he visto como Google trataba de convertirse en una empresa relevante en este sector, pero aún no lo han conseguido. Sin embargo, Fon, con sus 50 empleados ha conseguido convertirse en la red WiFi más grande de mundo con más de 3 millones de hotspots (la mayoría están en Japón y Reino Unido, aunque si nos va bien pronto tendremos más presencia en USA y en otros países). Aparte de la inversión de Google en Fon, por la que estamos muy agradecidos, cualquier otro proyecto que hemos tratado de desarrollar con ellos ha fallado. Realmente es una pena.

En los esfuerzos de Google de convertirse en alguien en el ámbito del WiFi, lo que he visto han sido diferentes “profesores” con diferentes ideas, todos tratando de usar los recursos de Google para que la idea saliera adelante, pero al final todas mueren. Iniciativas como WiFi San Francisco o WiFi municipal a lo largo de todo Estados Unidos no consiguieron triunfar porque no tenían suficiente apoyo por parte de la empresa. En otras áreas les pasó algo parecido, los proyectos no funcionaron por la falta de visión, de enfoque y de regularidad y coherencia en su gestión. Como ejemplo de esto está la lucha Orkut vs. Facebook, Buzz vs. Twitter, o el fracaso de Google Wave. Los empleados de Google trabajan para una gran empresa, pero lo que les falta es algo más de apoyo de la compañía a la hora de seguir sus iniciativas, algo que por lo general no consiguen. A veces éstos empleados dejan la empresa frustrados, y por eso Google tiene mucha rotación de trabajadores, hasta tal punto que resulta un problema. La rotación de empleados ocurre cuando al principio se convence a la gente que pueden hacer cualquier cosa pero luego no se les da el apoyo necesario para que verdaderamente puedan desarrollar sus proyectos.

Lo que Larry Page debería hacer ahora es tratar de cambiar esta situación, algo que solamente se puede hacer si se reduce el punto de enfoque de Google. Larry debería analizar todos los proyectos que estén en desarrollo en este momento y preguntarse: ¿ésto puede mejorar las búsquedas? ¿puede ayudar a Android? Y si la respuesta es no, deberían cerrar el proyecto y reasignar a los empleados a otros proyectos que sí cumplan esas funciones. Y Sergey debe tener la misma disciplina en su nuevo puesto de Director de Desarrollo de Negocios y centrarse solamente en proyectos que mejoren la búsqueda, Adsense y Android. Hasta ahora Android ha sido todo un éxito, y se puede convertir en la plataforma informática del futuro. Google TV debería estar integrado con Youtube y también ser parte de Android en un futuro. Youtube realmente es un producto maravilloso pero muy separado del resto de Google, en cambio, si le añadieran contenido completo y música sería el iTunes que necesita Android.

El navegador Google Chrome ha sido tremendamente exitoso, y en total lo usamos unos 120 millones de personas, principalmente porque nos encanta poder buscar desde la barra de direcciones. Si Larry consigue centrar el enfoque de Google, y yo creo que lo conseguirá, los trabajadores de Google emplearán su tiempo en proyectos apoyados por la empresa y con una visión común. Ya no habrá tanta rotación de empleados y a Google le irá aún mejor.

Hoy por hoy Google no podría ser más diferente a Apple en cuanto a sus directivos y su manera de actuar. Steve Jobs, a quien tuve la ocasión de conocer en privado, es un genio dictador, tiene las ideas muy claras y sabe lo que quiere. Todo el mundo sigue las pautas que él dicta a la hora de actuar, y últimamente este comportamiento tan espartano está ganando a la democracia que es Google. Larry y Sergey deberían aprender alguna cosa de Steve: cómo liderar un equipo, como ser duros y cómo saber decir que no (pero sin la habilidad de Jobs de humillar al resto cuando quiere demostrar que el que tiene razón es él). Otra cosa que Google debería cambiar es su poco interés por el diseño. Larry y Sergey piensan que “con tal de que funcione, qué más da el aspecto que tenga”, pero yo me pregunto cuánta gente no usa Adsense por lo fea que queda la publicidad. Apple ha mostrado que tanto el diseño como la funcionalidad son necesarios para triunfar. En Fon nos ha resultado más fácil lidiar con Apple que con Google, y eso que Apple no ha invertido en Fon. El por qué es simple: Apple quiere WiFi en todos lados, igual que nosotros. En Japón, con cada iPhone que se vende se da una Fonera, para hacer crecer la red WiFi y poder descargar datos de la red 3G, que allí está muy saturada. Hicimos una integración sencilla que funciona bien y hemos repartido millones de Foneras con Softbank. Con Google no hemos conseguido ni integrar el sistema Fon con Android, en cambio con iOS vamos muy avanzados en este aspecto. Cada proyecto que hemos empezado con Google ha terminado por morir por falta de más apoyo de la empresa, a pesar de que se supone que Fon pertenece en parte a Google.

A todos nos gusta la democracia, pero aunque no nos guste, hay que tener en cuenta que los negocios son más una dictadura que una democracia. Los empleados prefieren tener una dirección marcada desde arriba, una misión clara. Google no es una start up en busca de su destino, porque ya lo ha encontrado y es estupendo. Ahora llega el momento de centrarse en él y ser un poco más duros en la gestión.

Y después de todo ésto, he de decir que yo soy accionista en Google y que estoy muy agradecido a Eric, Larry, Sergey y todo el equipo de Google por hacer crecer su valor.

Mucho se ha escrito sobre que la gente se “vuelve loca” en las redes sociales. Esto ha hecho que algunos en el gobierno argumenten que se necesita una mayor protección de la privacidad. La idea es que exponerse en redes sociales, hacer el ridículo tiene sus peligros y que por ejemplo por el comportamiento en las redes sociales la gente podría perder su trabajo. Algunos funcionarios incluso aseguran que todo el mundo debe tener el derecho de borrar su identidad de la red. El derecho de ser olvidados. Otros enfatizan en la idea de reconstruir la privacidad de cada individuo a pesar de la creciente popularidad que se ve por internet de compartir todo de una manera compulsiva. La opinión de algunos legisladores es que Internet y las redes sociales acabaran destruyendo la reputación de alguien tarde o temprano, así que la gente necesita protección de sus propias revelaciones. Que son las redes sociales los que les hacen mostrar su peor comportamiento, que los internautas se desinhiben en la red.

Pero mi opinión es bastante contraria. La gente no se une a las redes sociales para destruir su reputación, sino para mejorarla. El efecto que las redes sociales se podría comparar con el que tienen las aulas tienen en los niños. Se comportan mejor en ellas porque están siendo constantemente observados y quieren causar una buena impresión. Es más, la mayoría de redes sociales tienen sus propios “profesores”, que se manifiestan en los botones de “Denunciar comportamiento”. O sea, también tienen sus normas y las gente las sigue. Algunas más estrictas que las de los mismos periódicos (por ejemplo en El País se pueden ver mujeres con pechos descubiertos pero en Facebook no).

El miedo a la alienación y al ridículo también disuade a los usuarios. Los amigos que frecuentemente ven lo que piensas, a quién conoces, dónde vives, tus fotos, tus vídeos, tus tweets o tus actualizaciones, actúan como moderadores de tu vida. Antes, la gente solo sabía lo que hacías ocasionalmente, por tanto, tus posibilidades de sorprender con un mala actitud eran mayores. La mayoría de la gente quiere caer bien a los demás, y como ahora son observados, su comportamiento es mejor. A lo que quiero llegar es: vivir una vida en la que todo el mundo sabe lo que hace, hace a la gente, en general, mejor persona y más honesta.

Cuando iba a la escuela de negocios de la Universidad de Columbia escuché a un alumno decir la siguiente frase «if our professors are so smart, why are they not rich?». Es decir si nuestros profes de negocios eran tan inteligentes por qué no eran ricos. Y esta frase se me quedó pegada hasta que ahora, 25 años más tarde tengo la suerte de ser profesor de negocios y emprendedor. Pero si soy profesor no es por mis notas de la Universidad de Columbia que eran bastante mediocres. Aunque nunca lo he estudiado en detalle, por lo que vi, debo ser el profesor del Instituto de Empresas que peores notas se sacó en la universidad. Agradezco a Santiago Ibañez y otras autoridades del IE por haberme dejado ser profesor sin pedir verlas. Si tuvieran la mentalidad de «concurso» que impera en España yo no sería profesor. Pero si tuvieran esa mentalidad no serían junto a IESE los únicos centros de enseñanza en este país que lideran rankings internacionales.

Ahora mi situación en el mundo académico no es tan común. Lo normal es que la enseñanza esté poblada de gente que fueron alumnos brillantes y llegaron a ser profesores. Es decir se graduaron de alumnos brillantes y se quedaron siendo…alumnos brillantes. La correlación en la enseñanza entre tus notas como universitario y tu éxito es enorme. Pero esa correlación no es tan alta en el resto de las carreras y sin duda no en mi campo, entrepreneurship.

Fuera del mundo académico pasa algo parecido. Mucha gente que de joven eran considerados los mejores de la carrera, no llegan a ser los más exitosos en el campo en el que practican, ya sea arquitectura, moda, cine, medicina, ingeniería informática, y muchas otras carreras. No hay una altísima correlación entre los profesionales más exitosos y los alumnos mejores. En general les va bien, pero pocas veces son los más exitosos. Y lo opuesto ocurre frecuentemente. Muchas veces los más exitosos ni siquiera terminan la carrera como se ve bien en La Red Social. Y en cambio España está llena de ex alumnos brillantes que si terminaron la universidad, haciendo trabajos aburridos y mediocres, frustrados de que lo que les hizo destacarse en el colegio o la universidad no les sirvió para destacarse en la vida real. Y esto es justamente porque los profesores, o el mundo académico están tan desconectado de la vida real que no sabe juzgar bien a quien le irá bien en la vida real. El objetivo de la enseñanza tendría que ser acortar esta brecha.

He pensado mucho en esta paradoja durante mis cursos de Entrepreneurship en el Instituto de Empresa. ¿Cómo puede el sistema educativo predecir mejor el rendimiento de un alumno cuando salga a la vida real? Sobre todo en Entrepreneurship. Una de mis soluciones fue dejar de evaluar personalmente a los estudiantes y dejar que ellos mismos se evaluasen entre sí. Y he de decir que, en general, los estudiantes a quienes sus compañeros consideran más inteligentes suelen tener más éxito que aquellos a los que los profesores consideran más inteligentes. Especialmente aquellos profesores que enseñan Entrepreneurship pero no son emprendedores. Ser emprendedor es más un arte que una ciencia y yo prefiero que el arte sea apreciado por todo un público y no solo yo, el profesor. Aclaro que a mi me fue mal en mi clase de entrepreneurship en Columbia University, me dieron un B+ que en USA es el promedio de las notas. No es una mala nota pero no te destacas con un B+. En general fui un alumno B+ en toda mi carrera, un promedio 3,3 para los que conocen el sistema norteamericano. Si me destaqué en algo es en discutir con los profesores pero aunque la rebeldía y la originalidad son indispensables para ser muy exitoso en la universidad no premian a los rebeldes. También trabajé durante toda mi carrera algo que en teoría estaba prohibido por la universidad.

Aún queda mucho recorrido para que las universidades sepan darle las mejores notas a los alumnos que mejor les irá en la vida. Quizás esto se deba a que no es lo mismo estudiar algo que hacer algo. No por estudiar la física del tenis se juega bien al tenis. No por estudiar contabilidad se gana mucho dinero. Es como que hay cosas que no se pueden realmente estudiar hasta que se hacen. O como se dice en inglés se pueden «study them to death». Entrepreneurship es una de ellas aunque yo hace 12 años que la enseño y trato de «encontrar a los emprendedores».

He de añadir que mis comentarios sobre la riqueza se refieren exclusivamente a los estudios empresariales. En los negocios, volverse rico es una consecuencia directa del éxito. En otros campos, ser capaz no se corresponde con ser rico y eso está bien. La gente no debería ser juez, comandante militar, legislador, médico con el único objetivo de ganar mucho dinero.

Voy al cole a buscar a Leo (4). En el patio veo unas niñas de unos 6 años. Juegan a ser novias yendo al altar. Pero al poco rato se dan cuenta que no tienen novio. Entonces le empiezan a preguntar a sus compañeritos quien quiere ser novios. No encuentran voluntarios. Los chicos se enfadan, se escapan, durante los 5 minutos que demoró en salir Leo no consiguieron ningún novio. Lo curioso es que hace poco estaba con unas amigas de cuarenta y pico que decían lo mismo. Que ningún chico quiere ir al altar.