A lo largo de mi vida he tenido la suerte de poder conocer a algunos de los emprendedores con más éxito del mundo y me gustaría compartir con vosotros una reflexión.

Wynwood fotoLos emprendedores de éxito pertenecen a dos grupos: Los buenos comunicadores y los buenos estrategas. Cuando conoces a un buen comunicador te quedas alucinado. Ejemplos son Bill Gates o Jeff Bezos. Te cuadra que tengan éxito: te cuentan muy bien cómo surgió la idea, les crees. Cuando un buen comunicador se presenta, interactúa contigo o explica su negocio, ves clara la estrategia. De hecho, comunicar bien la estrategia es parte de la estrategia. Los buenos comunicadores necesitan contagiar de entusiasmo a otros para conseguir lo que quieren, necesitan la participación de sus socios y de sus consumidores y saben como hacerlo.  Los buenos comunicadores son muy buenos presentando ideas, son excelentes comerciales.

Pero cuando conoces a un buen estratega tienes la reacción opuesta. Le oyes y te preguntas cómo pudo tener éxito esa persona.

Pero es que los estrategas no cosecharon el éxito por ellos mismos o a través de alianzas. Tampoco convencieron a otros de que compraran sus productos. Llegaron a la cima tomando una buena decisión tras otra. Ellos no hacen de comercial, contratan a otros para que lo hagan. Simplemente le dan muchas vueltas a todo. Y este proceso de introspección, de análisis profundo, es imposible verlo en las demás personas. El estudio detallado de un desafío les hace ver cuáles son los mejores para formar parte de su equipo, cómo llegar al quid de las cuestiones más complicadas, cómo tener una visión potente sobre sus productos, cómo anticiparse a los movimientos de los adversarios. Esto que parece muy claro para ellos es dificilísimo para el resto del mundo. Mark Zuckerberg o Larry Page forman parte de este segundo grupo. En España el estratega por excelencia es Amancio Ortega, el tercer hombre más rico del planeta de quien sabemos poco o nada. Todos extremadamente inteligentes y buenísimos analizando y poniendo los cimientos, pero malos, casi diría inhibidos, a la hora de comunicar las razones de su propio éxito.

El mundial es el único evento deportivo que realmente me emociona. Los demás no me interesan. Lo bueno es que enciendo la tele una vez cada cuatro años. Lo malo es que la emoción consiste en ver a mi país natal, Argentina, llenarse de ilusión hasta que se encuentra en cuartos con Alemania y nos derrotan. Pero es que no solo nos ganan, nos destruyen, nos aniquilan, nos humillan. 4 a 0, 4 a 1. Maradona llorando, Argentina llorando. Y para colmo me toca ver esto junto a Nina mi esposa que es alemana y ver a nuestros hijos pequeños a los logra colocarles una banderita o hasta una camiseta alemana también. Y ni hablar de como terminan «gastándome» mi cuñado, mi suegro, siempre correctos, hablando de un pulpo y cosas asi, pero no menos demoledores.

germanyargentina (5 of 10)Eso si, al final me queda una carta en la manga, que es ir por mi querido país adoptivo, España, que siempre logra parar a Alemania con tenacidad y disciplina lo que hace que mis hijos mayores celebren a lo loco y yo comparta su alegría. El último mundial fue la fiesta y bien que le vino a España tan derrotada en otros frentes conseguir esa victoria.

Pero bueno, al final nos reímos todos y decimos que en esta familia, siempre alguien se queda con la copa, así que este mundial que gane Argentina (o España) (o Alemania). Eso si, a los locales, a los anfitriones, a los brasileros, ¡que ni se les ocurra ganar!

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La comida es tu amiga hasta que te hace engordar en forma adictiva. Pero a diferencia de cualquier droga que uno puede dejar de consumir una vez para siempre, la comida, hasta cuando se comporta como droga, es una droga que hay que probar todos los días, si o si, y luego aprender a decir basta en cada almuerzo, cada cena, cada vez que uno pasa por los miles de sitios que ofrecen comida. Esto es lo que hace que aunque hay bastantes drogadictos en la sociedad, hay muchísimos más gordos y obesos.

(Foto: @Doug88888)

Hace ya décadas que cambiamos el dinero en efectivo por dinero de plástico. Ahora parece que es el dinero de plástico, el de las tarjetas de crédito, el que se está quedando obsoleto, especialmente si tienes un smartphone. Aunque aún le queda vida por delante, servicios como Hailo o Uber son dos ejemplos de transacciones donde prácticamente ya no es necesario ni siquiera tener tarjeta de crédito. Cada vez hay más intentos de dejar a un lado la tarjeta a favor del smartphone  y pagar todo desde allí. Pero aunque éstas desaparezcan, por desgracia la cartera va a quedarse ya que seguimos teniendo mucho que llevar encima siempre y a veces hasta por obligación. Por ello creo que lo más importante es conseguir deshacernos, en general, de la cartera (billetera): es incómoda y sobre todo peligrosa por la cantidad de casos de suplantación de identidad que se conocen.

lostwalletEn mi cartera por ejemplo, llevo mi DNI, el carnet de conducir español y  el americano, mi tarjeta sanitaria, mi licencia de piloto y la de navegar, y una copia del seguro del coche. Necesito llevarlos todos encima porque en diferentes situaciones cotidianas podrían exigírmelos. De hecho, en España como en otros países europeos, puedes hasta ser detenido por no llevar contigo tu DNI si un policía te lo exige.

Vale, ahora pensemos otra manera de hacer esto pero más fácil. Imaginemos una web que actúe como repositorio de tarjetas de identificación que estuviera regulada y/o certificada por el Gobierno. ¿No sería estupendo poder ir a una comisaría de policía, pagar una tasa (así el gobierno no perdería dinero), enseñar mi documentación, que escanearan y almacenaran todo y que luego tanto la Policía como las autoridades pertinentes pudieran acceder a ello? De esta manera mi compañía de seguros, la sanitaria, la DGT y todas las demás podrían avisar a la propia administración si debo algún recibo o si la póliza está caducada.

España intentó acercarse ligeramente a este modelo cuando en 2006 implantó el DNI electrónico. En principio iba a ser precisamente esto, un repositorio de identidades certificadas para poder aligerar el peso de la cartera. La realidad es que a pesar de haber invertido 300 millones de euros en el proyecto, en España nadie lo usa. El Gobierno, consciente del fracaso, trabaja ya en lo que será el DNI 3.0. que según la Policía se implantará antes de 2016 y que será más practico para los ciudadanos que su predecesor.

Un país del que se puede fijar el Gobierno español para su nuevo DNI es Estonia. En 2002 presentaron lo que actualmente es el sistema más desarrollado de identificación electrónica del mundo. El documento nacional de identidad de los estonios, además de ser la tarjeta de identificación obligatoria, sirve como acceso a todos los servicios electrónicos que el país pone a disposición de sus ciudadanos:

— Sistema nacional de sanidad: Estonia tiene un sistema nacional de salud que integra todas las aseguradoras médicas del país creando una base de datos con todos los registros de cada paciente. En situación de emergencia, los médicos pueden extraer del DNI información esencial como grupo sanguíneo, alergias, tratamientos recientes o medicación actual del paciente.

— Recetas médicas: En cualquier farmacia, con tan sólo presentar el DNI electrónico, los farmacéuticos de Estonia conocen lo que el médico ha recetado al paciente.

— Transporte público: El DNI estonio sirve como abono de transporte de prepago tanto en Tallinn, la capital, como en la ciudad de Tartu.

— Firmas digitales: Tanto administraciones públicas como empresas privadas pueden usar de manera gratuita el sistema de firma digital y actualmente está disponible en un gran número de servicios online.

— E incluso votar: en 2005, Estonia se convirtió en el primer país del mundo con elecciones generales con posibilidad de voto electrónico. Los estonios pudieron registrar sus votos desde cualquier dispositivo con Internet y con lector de tarjetas electrónicas.

La digitalización de la información ayuda a modernizar la burocracia que aún sigue siendo necesaria y a mejorar la seguridad de estos procesos. Imaginemos un mundo donde la Policía tuviera tablets o smartphones que mostraran, al teclear tu nombre, una buena foto tuya y toda la información “oficial” necesaria. Sin tarjetas. Haría bastante complicado el poder hacerse pasar por otro.

Creo que es paradójico que mientras algunas agencias internacionales espían y manejan todo tipo de información sobre ti, otras parecen no saber nada en absoluto de ti a no ser que les presentes un trozo de plástico con el que, ojo, si te roban, pueden hasta suplantar tu identidad. Necesitamos evolucionar hacia otro modelo, otro sistema en el que no necesitemos carteras y el mundo sea más seguro.

 

(Foto: Loyal Mark)

Hoy, Leo (5 años) no quería el iPad durante el camino en coche al colegio. Antes solía llorar si no lo conseguía. Leo es el cuarto de mis cinco hijos.

Hay que tener en cuenta el peligro que supone decirle a un niño que no puede hacer algo que le encanta: va a querer hacerlo aun más.

En términos de valoración, el mero hecho de no darle permiso aumenta el valor que el niño le da a esa actividad. Por esto, como padre, tengo una estrategia comprensiblemente cuestionada pero muy distinta: Mi teoría es que si siempre pueden hacerlo, los niños aprenden a autorregularse y decir que no por sí mismos. Al final, ese acceso sin restricción lleva a un autocontrol a través de la saciedad o del propio aburrimiento, especialmente después de pasar la fase adictiva a esa actividad o juguete que quieren incesantemente. Por mi experiencia, la adicción suele ser, en general, a ver la televisión, a comprar juguetes o a jugar a la videoconsola.

Por supuesto, esta estrategia parental necesita mucha sangre fría por parte de los padres para soportar que los niños hagan esas actividades que normalmente no querrían que hicieran. Es duro esperar hasta que los niños por si mismos se den cuenta de que lo bueno, demasiadas veces, llega a ser aburrido.

Tom (18 años), solía estar enganchado a ir a la tienda de juguetes y jugar con todo. Y muchas veces cumplía con sus deseos. Con el tiempo, por excederse, se aburrió de este consumismo infantil y de estar delante de las pantallas. Como resultado, ahora que tiene 18 años no quiere nada, ni siquiera regalos de cumpleaños. Y eso es lo que quería. Es un chico ahorrador y odia el consumismo compulsivo. De hecho, ahora me critica constantemente por consumir demasiado, por ejemplo por mi adicción a las bicicletas. Tom dedica todo su tiempo a su novia, sus amigas, oír música, estudiar y todo lo que para él es divertido. A los 14 años estaba enganchado a los videojuegos pero ahora a los 18 no hace ninguna actividad que pueda ser considerada como adictiva. Esa estrategia funcionó con él.

Termino comentando el caso de mis tres hijas: creo que ellas son más sociales, menos adictas a los juguetes y menos propensas a pasar horas interminables delante de una pantalla. Parece ser que los chicos son más propensos a las actividades que generan adicción y quizá decir “no” podría no ser la solución al problema.

El desastre del euro es que el Banco Central Europeo (BCE), al contrario que la Reserva Federal (FED), no es un verdadero prestamista de ultima instancia (lender of last resort). En 2008, en medio del colapso financiero, la Reserva Federal dijo que proporcionaría la liquidez que fuese necesaria, sin límite, y esto evitó el colapso total del sistema financiero. Esto salvó a Estados Unidos tal como lo conocemos. Tal como están las cosas, la semana que viene, el BCE debería decir exactamente lo mismo, tendría que salir a respaldar toda la deuda soberana europea y todo el sistema bancario europeo con liquidez ilimitada como hizo el FED. Tendría que parar este fuego que empezó en la perifería de Europa, con Grecia, Irlanda y Portugal, que avanzó a España e Italia y que ahora está llegando a Francia. Pero nuestra tragedia es que legalmente no puede.

Si se concediese todo el crédito que se necesita en esta recesión, no habría inflación y nos permitiría salir de la crisis. La idea de no «imprimir» o dar crédito ilimitado es frenar la inflación. Pero en momentos de pánico el peligro no es la inflación. El despilfarro europeo, que lo hay, el estado de bienestar pasado de vueltas, que existe, no se soluciona de un día para otro. Hay que transformar «despilfarro» en inversión pero manteniendo en nivel de gasto público. Recortar a lo bestia nos va a hundir. Hay que generar empleo, no abaratar el despido como se hizo en España sin dar incentivos claros para emplear.

La austeridad es necesaria, muy necesaria, también es indispensable que haya menos participación gubernamental y más privada en Europa. Democracia social si, pero para distribuir hay que ganar. Necesitamos un modelo más alemán que francés. Alemania nos enseña el camino. Pero la misma Alemania está cometiendo un grave error al pretender que otros hagan en un año los ajustes que Alemania hizo en una década. Y nos está llevando al desastre.

Esta semana escuché a Angela Merkel en la conferencia Falling Walls. Me pareció una lider espectacular. Me inspiró confianza. España ahora está en las manos de Alemania. Como judío nunca imaginé decir que prefiero estar en las manos de Alemania que las de Estados Unidos, pero es así 🙂

Estas fotos las tomé el último día de las vacaciones de verano. Lo pasamos navegando en Aphrodite, el barco de la familia.  Llevamos navegando en él 11 años. De este a oeste, hemos navegado desde Beirut hasta México. Aphrodite es un velero de 92 pies diseñado por Andre Hoek y construído por Vitters. Y no me preguntéis porqué todavía sigo trabajando y apostando por convertir mis ideas en negocios como Fon, y no paso el resto de mis días navegando 🙂

Aphrodite es un velero de largas distancias que ha cruzado el Atlántico 10 veces. Lo que dicen sobre los barcos es cierto: son increiblemente complejos y muy caros de mantener, pero la experiencia de navegar es alucinante.

En este vídeo, podéis ver al Aphrodite navegando.

En Jerusalén hay muchos adolescentes, en torno a los 18 años, armados con ametralladoras, ya sean chicos o chicas.  Puedo entender que luego de todos los atentados terroristas que sufrió Israel esto sea necesario pero igual esto me hizo sentir muy incómodo. Y lo que es aún peor, fue que a mi hijo de 4 años, que nos acompañó en nuestro viaje a Israel, le parecen fascinantes las armas, yo intento desanimarle pero no es fácil con los varones de esta edad. Cuando Leo ve a estos «niños» armados se les acerca y les habla. Les pregunta si él también puede tener una ametralladora para jugar. Ellos se ríen, pero yo me preocupo.

Aquí comparto la escena

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Y aquí más fotos de Jerusalén, una ciudad fascinante pero con demasiada religión para mi gusto.

Nuestros queridos amigos James y Katja se casaron esta noche en Estocolmo. Debido al embarazo avanzado de mi esposa Nina no pudimos ir. Pero como James es mexicano y su esposa una bailarina del ballet de Estocolmo hicimos este video alusivo para animar un poco la fiesta. Me acaban de decir que fue muy bien recibido 🙂