Luego de mi segundo día en el Fortune Brainstorm que se lleva a cabo en hotel Half Moon Bay, en San Francisco, no puedo dejar de hacer el siguiente comentario. Los grandes líderes empresariales como Michael Dell y Jeff Bezos, personas cuyas empresas llegan a cientos de millones de consumidores y tienen ingresos de miles de millones de dólares, no son necesariamente grandes comunicadores. Mientras tanto, blogueros que llegan a millones de lectores y con ingresos ínfimos comparado con los grandes, como Robert Scoble, Kara Swisher y Om Malik, son unos comunicadores fenomenales, entretenidos y que saben cómo llegar a la gente. Las sesiones de Dell y Bezos fueron difíciles de digerir, mientras que las de los blogueros fueron realmente muy divertidas.
Lo que no entiendo muy bien es cómo personas que logran tanto a nivel empresarial no tienen luego la capacidad de comunicar mucho y personas que producen tan poco en comparación a ellos, como los blogueros, pueden comunicar tanto y tan bien. ¿O es que los líderes de empresas como Michael y Jeff podrían presentar y comunicar muchas más cosas, pero no lo hacen porque son las cabezas de imperios que cotizan en bolsa y sus manos están de alguna forma atadas en este tipo de conferencias? Si bien creo que parte de esto es verdad –he tenido la oportunidad de tener conversaciones privadas y laborales con ambos–, lo que puedo asegurar es que CEO’s como Michael y Jeff obtienen grandes resultados porque están enfocados y profundamente comprometidos con sus empresas, y no porque sean grandes comunicadores.
En mis conversaciones privadas con Michael Dell vi que es una persona que conoce en gran profundidad el mundo de los ordenadores o compus (algo obvio), a sus competidores y conoce el estado exacto en que se encuentra su empresa en todo momento, al igual que tiene bien claro los desafíos que enfrenta y las oportunidades que aparecen. Pero cuando comenzamos a hablar del mundo en general, la impresión que tengo es que Michael ya tiene las manos llenas con su imperio, que genera 61 mil millones de dólares en ingresos al año, y que la política le interesa bastante poco. Como si Michael pensara… «¿qué más me queda por conocer bien?» Y lo mismo se aplica a Jeff Bezos, quien también entiende muy bien lo que quieren sus clientes y es un genio en lo suyo pero no parece ser un interesado por temas políticos y sociales (sí por temas científicos).
Dicen que el que mucho abarca poco aprieta, y ambos, tanto Michael como Jeff, conocen muy bien su objetivo, sus clientes y es en eso en lo que están concentrados y enfocados en todo momento. Como lo dijo Michael en su exposición de ayer, «tenemos oídos muy grandes en Dell». Y, efectivamente, así es. Probablemente esta obsesión hizo a Dell una persona muy exitosa y, al mismo tiempo, no muy interesante de escuchar cuando expone en público. Lo mismo ocurre con Chad Hurley, al que fuimos a visitar ayer a Youtube con Nina y Tom. Chad es muy tímido en público, en privado tampoco es un gran comunicador, pero cuando uno está con el siente que es una gran persona, que tiene muy buenos valores, y mucho más capaz de realizar que de comunicar.
También es cierto que a veces ciertos líderes empresariales son también grandes comunicadores, como es el caso de Steve Jobs. Pero es interesante ver que a pesar de comunicar tan bien en público sea bastante rudo en el trato a nivel personal. En una situación mano a mano, diría que Jeff Bezos es gracioso, considerado y amable, al igual que Michael Dell. Steve Jobs es todo lo contrario. Quienes no lo conocen personalmente piensan que es simpatiquísimo, mientras que los que han tratado con él en persona no están de acuerdo.
Entonces, ¿cuál es la conclusión? Que todavía tengo que encontrar al líder empresarial que sea un buen comunicador, divertido de escuchar en público, buena persona en privado y que sea exitoso manejando su empresa pero supongo que eso es mucho pedir. Y tanto Jeff Bezos como Michael Dell son interesantes y divertidos, en persona.