Cada día recibo más documentos en Adobe y me molesta, principalmente, porque no soy un lector pasivo. Cuando releo mis libros viejos no encuentro uno que no esté lleno de comentarios. Antes de internet ya había encontrado una manera interactiva de leer: escribir sobre mis libros. Pero Adobe es como un libro… en el que no se puede hacer comentarios.

Entiendo el uso de Adobe para documentos comerciales, pero cualquier persona que escribe algo creativo tiene que aceptar que sus textos van a ser comentados. Al final, cuando recibo algo en Adobe que me interesa, lo que hago es que copio el contenido en un mensaje de correo normal y lo comento a mi gusto. Pero es pesado hacer esto.

Mi esposa y yo estuvimos en el Pacífico Sur sin internet, sin DVDs y sin televisión. Uno de los lugares a los que viajamos fue la pequeña isla de Tikehau, una hermosa barrera de corales. No exactamente la isla de Tikehau, sino  en una islita aún más pequeña en las cercanías, que no tiene autos y en total tendrá una población de 80 personas.

Ella leyó «Guerra y Paz”, un libro de Tolstoi de unas 2000 páginas, mientras que yo me dediqué a cumplir un objetivo mucho más modesto: leer el libro “Breve Historia de Casi Todo”, de Bill Bryson, de sólo 600 páginas. Para mi, leer un libro tan extenso resulta tan difícil como escalar el Aconcagua, porque ahora la mayoría de las cosas que leo lo hago desde Internet, y raramente agarro algún libro. ¡Y menos si tiene 600 páginas!

De todas formas, en parte por la falta de alternativas y principalmente porque lo encontré fascinante, terminé todo el libro. ¡Y definitivamente lo recomiendo! No voy a resumir su contenido entero, pero sí escribiré algunos de sus comentarios al azar, en parte inspirado por el mismo libro y en parte por mi propio pensamiento sobre el Pacífico Sur.

La escritura es tecnología del pasado. Tiene que haber una mejor manera de transmitir significados que poner una letra detrás de otra, una palabra luego de otra palabra, siguiendo las reglas de la escritura. Pensando en esta dirección se me ocurrió que quizás podría atacarse un solo lado del problema, es decir, sólo la escritura o sólo la lectura.
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