Cada día recibo más documentos en Adobe y me molesta, principalmente, porque no soy un lector pasivo. Cuando releo mis libros viejos no encuentro uno que no esté lleno de comentarios. Antes de internet ya había encontrado una manera interactiva de leer: escribir sobre mis libros. Pero Adobe es como un libro… en el que no se puede hacer comentarios.

Entiendo el uso de Adobe para documentos comerciales, pero cualquier persona que escribe algo creativo tiene que aceptar que sus textos van a ser comentados. Al final, cuando recibo algo en Adobe que me interesa, lo que hago es que copio el contenido en un mensaje de correo normal y lo comento a mi gusto. Pero es pesado hacer esto.