Teniendo en cuenta la baja estima que tiene el español medio por los hombres de negocios, me imagino que la idea de uno de los españoles más exitosos afuera de España, Angel Cabrera, de hacer que en la escuela de negocios que dirige en Arizona, los alumnos pasen por una ceremonia de graduación que incluye una especie de juramento hipocrático para los negocios, sonará muy rara. Sin embargo, Thunderbird acaba de adoptar un Juramento de Honor que los graduados adoptan, en el cual se prometen bastantes cosas, entre ellas crear prosperidad sostenible alrededor del mundo. Por mi parte, creo que esto es una gran idea. Si es importante que los médicos se comprometan a no empeorar la salud de sus pacientes, sin duda creo muy relevante que los futuros hombres de negocios se comprometan a dejar el mundo mejor de como lo encontraron, algo que por diversas razones no viene sucediendo.