Si es verdad que desde que se terminó la tregua el gobierno de Hamas atacó a Israel disparando más de 100 cohetes. Pero aunque Israel tiene todo el derecho a defenderse lo que no tiene derecho es atacar de la manera indiscriminada como hizo hoy en Gaza. Aunque Israel argumenta que sus objetivos son militares y la mayoría de las víctimas son militares muchas son civiles. Este grave error por parte del gobierno de Israel me recuerda la invasión de Líbano, otra reacción sobredimensionada al ataque de Hizbolá que logró que la mayoría de los libaneses, cristianos incluidos, odien a Israel. El terrorismo es una industria que necesita alimentarse del odio. Acciones como estas por parte de Israel le dan de comer al terrorismo y hacen más incierto el futuro de Israel. Entiendo que la generación que dirige Israel ahora creció preguntándose como el 40% de los judíos del mundo podían haber sido llevados a su muerte sin una lucha. Pero al mismo tiempo el uso excesivo de la fuerza puede terminar en una situación en la que el único lugar del planeta que pueda haber otro holocausto sea el mismo Israel. Solo hará falta un terrorista nuclear. Entiendo que la situación del gobierno de Israel es muy difícil, pero la fuerza bruta no va a solucionar el problema que Israel tiene en Gaza con Hamas y aún no lo tiene con Fatah en Cisjordania. La fuerza bruta puede hacer que Hamas termine ganando en toda Palestina y que los cohetes sigan lloviendo en Israel a diario. La solución para mi sigue siendo el tratado de Oslo y espero que el gobierno de Obama haga todo lo posible para que tanto Israel, como Palestina que lo rechazó en la era Clinton, lo implementen, que nazca el país Palestina, que los Israelíes se vayan de los asentamientos en Cisjordania como se fueron de Gaza y que el objetivo de Palestina sea construir su futuro y no destruir Israel.