Estoy en París, donde cada noche y desde hace 9 noches, gente descontenta sale a quemarle el coche a su vecino como forma de protesta. Ayer en Argentina ocurrió lo mismo. Gente insatisfecha con la política de Bush salió a destrozar la hermosa ciudad de Mar del Plata. Entiendo la insatisfacción, pero no entiendo esta forma autodestructiva de protesta. Pienso en el pobre tío que ahorró toda su vida y está llorando al lado de su coche quemado, o de su casa o tienda destrozada, mientras Bush se vuelve a su casa cómodamente en el Air Force One.