Soy padre de seis hijos pero no psicólogo infantil así que lo que voy a exponer viene de mi experiencia y no de mis estudios. Aun así pienso que es igualmente válido. Es sobre la pregunta que una vez me hizo alguien sobre para qué necesita un niño de dos años vivir experiencias increíbles si luego no las va a recordar. Y esto es lo que pienso: sí, es bueno que viva experiencias increíbles, y no, no las van a recordar. Pero no es algo contradictorio. Me explico:
¿Por qué llevar, por ejemplo, a tu hijo de dos años a Disney World o a cualquier otro lugar de vacaciones hecho especialmente para niños? Pues porque, según mi punto de vista, los hijos están hechos de una “arcilla parental” muy especial que de alguna forma se solidifica al final de la niñez. Sí, ellos tienen su propio molde o estructura pero sobre ésta, cada día cumpliendo tu función de padre añades algo de arcilla. Sí, cada día. Y lo que debería preocuparte como padre es que en un día flojo en términos de paternidad, por ejemplo por ausencia, también añades algo de arcilla pero de mala calidad y con poco cariño. Ese día también tenías tu oportunidad, la oportunidad de moldear a tu hijo, e hiciste mal tu trabajo. Y eso marca. Quizá otro día te convertiste en el genio de la paternidad, estuviste inspirado y conectaste con tu hijo de dos años de una manera muy especial. Ese día tu hijo consiguió arcilla de calidad, con mucho amor. Y también esa arcilla le marcó pero para bien, construyendo parte de su personalidad. Sí, los niños son así. Lo que importa no es lo que recuerden sino cómo se construyen, cómo son moldeados por ti, día tras día. Espero que ahora se entienda por qué es bueno llevar a tu hijo a un gran evento que probablemente él o ella acabe olvidando. Porque ese día serás mejor artista, mejor padre y ese día moldearás a tu hijo de manera positiva y para siempre. Y así todos los días que ejerzas bien como padre ya sea en Disney World o en el parque de debajo de casa.
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