Las relaciones suelen acabarse por los mismos motivos por los que empiezan. handsCuando él se enamora suele alabar, por ejemplo, lo cariñosa, atenta y preocupada que ella es y cuando la quiere dejar, curiosamente le recrimina que no le deja solo ni un momento, que es demasiado exigente y que siempre está encima. Cuando ella se enamora admira lo motivado que está, ve en él una fuente de inspiración… pero cuando lo deja le achaca que siempre está trabajando, que nunca tiene tiempo para ella o que está obsesionado con tener éxito. Sí, lo sé, son ejemplos llenos de estereotipos pero lo que intento hacer ver es que hay muchas parejas que rompen no porque él o ella haya cambiado, como suele recriminarse, sino porque simplemente siguen igual que siempre. A veces es duro ver la otra cara de la moneda y que lo que antes te encantaba ahora lo odies. Pero a pesar de las dos caras, de lo bueno y lo malo, hay algunos que logran seguir adelante y adorar, con sus defectos y virtudes de siempre, al que tienen a su lado.

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