Estaba leyendo un artículo muy interesante en Newsweek que habla de un posible «efecto Obama» en la educación de la población negra en Estados Unidos. Se trata de un estudio hecho por el profesor Ray Friedman, de la Vanderbilt Owen Graduate School of Management, en el cual le hicieron dar exámenes a estudiantes negros y blancos antes de las elecciones, durante las elecciones, después de las elecciones y después de la asunción de Obama y lo que se ve es que los estudiantes negros van mejorando sus notas con respecto a los blancos a medida que Obama se va afianzando como Presidente. Aunque la muestra del estudio es chica y no se si es estadísticamente representativa, decidí escribir sobre esto porque refleja algo que viví, pero a la inversa, siendo judío y estudiando en Columbia University.
Asi como la población de origen africano en Estados Unidos son el 12% de la población, pero el 5% de los estudiantes de las mejores universidades, los judíos son sólo el 1,4% de la población, pero son el 22% de los estudiantes en las llamadas Ivy League. Lo que se ve en estos estudios es que la actitud de un grupo cultural hacia el estudio puede tener mucho que ver con el rendimiento académico.
En el caso de los judíos el ambiente es claramente positivo. Entre los judíos está el tema familiar y comunitario de creer en el estudio como la única salida social. Ser judío no es realmente una religión, porque mi familia no es judía en el sentido religioso del término, sino más bien pertenecer a un grupo cultural que tiene ciertos valores y el de la educación es increíblemente fuerte. Mi abuela, por ejemplo, me hizo jurar antes de morir que además de emprendedor iba a ser profesor como mi padre, que tenía un doctorado en Física de Harvard. Al final terminé siendo profesor en el Instituto de Empresa, por presión familiar como si enseñar, comunicar fuera un deber social. Entre los judíos, un título universitario, y preferentemente de una buena universidad, es un signo de aceptación social. Es más, personalmente no conozco a ningún judío adulto que no viva de una tarea intelectual. En los años 80, cuando estudiaba, tuve por tres años una novia coreana y noté en su familia y cultura la misma intensidad y pasión por el estudio. Los coreanos en Estados Unidos también están enormemente sobre representados en las mejores universidades.
Trey Ellis, un profesor negro de la universidad de Columbia analiza los resultados de Friedman hoy en el Huffington Post, el blog número uno de USA. Vale la pena leer sus comentarios porque son exactamente la historia opuesta de lo que ocurre en la comunidad judía y explican el fracaso escolar de la comunidad negra como un fenómeno social, que por suerte ahora está cambiando. Aquí incluyo una parte muy relevante al concepto de que los alumnos tienen una predisposición cultural al éxito o al fracaso y cómo está cambiando la situación de los estudiantes negros gracias al efecto Obama. Es el testimonio del entrenador Tomlin, cuyo equipo acaba de ganar el Super Bowl y es negro y de cómo el tenía una presión social totalmente opuesta a la del alumno judío. El tenía que ocultar el tema de que era brillante.
Here’s what Coach Tomlin went through as a kid, according to a recent profile in the New York Times:
«For years, Tomlin tried to shield his smarts from view. When the «My Child is an Honor Roll Student» bumper stickers arrived in the mail, Tomlin threw them in the garbage before his mother could put them on the car. It was weird, he thought, when his friends first realized in 11th grade that he had gotten straight A’s.»
El tema clave es que Tomlin tratara de esconder que era un genio para preservar sus amistades. Ser negro y ser un gran alumno era, en su comunidad, una manera segura de perder amigos. Así como en la comunidad judía el alumno brillante es admirado y buscado (porque ayuda a los demás a estudiar y a mejorar) en la comunidad negra el alumno brillante era acusado de querer ser como un blanco. Ahora las cosas están cambiando con Obama y creo que esto será un gran ejemplo para que muchos estudiantes negros puedan estar orgullosos de sus méritos y los resultados mejoren en las pruebas nacionales de educación.
El efecto Obama también es muy importante como argumento contra la gente que habla de genética en estos casos, porque claramente este efecto es puramente cultural y muy positivo. También es muy importante para la integración positiva de los inmigrantes en España, que en pocos años llegaron a ser el 11% de la población y hoy en día tienen el 20% de los hijos que nacen en este país. Como se vió en USA, el prejuicio por parte del resto de la sociedad hacia la comunidad afro-americana y el de esta comunidad en si causó una fractura muy importante en la sociedad norteamericana que, gracias a Obama, está empezando a sanar.