En este blog conté que, aunque estaba con el euro desde el 2001, hace unos meses le había perdido la confianza al euro y que me pasaba al dólar. Pero este me parece que es uno de esos casos en los que voy a tener razón por causas equivocadas. Cuando veía al euro a $1,55 me parecía que el dólar tenía que resurgir porque la economía norteamericana seguía siendo una gran fuente de creatividad global. Pero lo que no me hubiera podido imaginar era que pocos meses más tarde la economía americana iba a estar al borde del abismo y que igual el dólar estaría tan fuerte llegando a $1,35.

Además, lo del castigo a Europa me parece bastante injusto. Europa, salvo pocos casos, hizo las cosas bien. Aquí se ahorra más y aunque se malgasta en el inmobiliario, como en España, se malgasta menos que en USA y los bancos son más conservadores. Pero como los bancos europeos no sabían qué hacer con sus depósitos durante los últimos años –ya que los europeos ahorran tanto más que los norteamericanos–, se los prestaron a los norteamericanos y terminamos mal en Europa por culpa de ellos. Ahora el BCE se verá obligado a bajar los tipos y el euro baja.

Termino comentando que para empresas como Fon y muchos otros exportadores el euro a $1.55 nos hacía poco competitivos a nivel global. Para Europa, en general, un euro a $1,25 estaría bien.

Agregado de la tarde: ahora mismo los mercados globales están cayendo en picado. Es impresionante. Las acciones de Apple, Nokia, Google, y de muchisimas empresas más valen la mitad que hace unos meses.