La cuestión del anonimato en Internet es compleja y en general refiere a si uno puede navegar por la red anónimamente. Pero hay también otro aspecto del anonimato: aquél que refiere a la identidad de los usuarios en las redes sociales. Facebook, por ejemplo, no permite usuarios anónimos. Chris Kelly, Ejecutivo de Facebook, me contó que cada semana borran miles de perfiles falsos o anónimos. Second Life, sin embargo, se trata para muchos de tener una vida alternativa escondida en el anonimato. ¿Qué son las identidades digitales y cómo están evolucionando estos modelos?

Muchos de nosotros tenemos más de una casilla de correo electrónico y más de un nombre de usuario para funcionar en Internet. Aparecemos entonces en el mundo virtual con más de una identidad. En general, esto no tiene ninguna consecuencia si andamos libremente navegando por la red y no tenemos ambiciones de crackers. Pero, en la Web 2.0 la identidad de los navegantes toma otra dimensión porque – como en la vida offline – en ella se basa la interacción social. Es entonces cuando debemos decidir con qué identidad aparecer.

Hay personas que aprovechan el mundo virtual para satisfacer sus fantasías, su curiosidad o simplemente para divertirse. Es el caso de los hombres que aparecen en un Chat con identidad de mujer o viceversa o un chico como adulto. Estas personas asumen su “identidad digital” como un juego y generalmente desarrollan entre ellos una confianza e interactividad muy fluida en el mundo digital, pero que no llega a reflejarse en el mundo off-line (suelen perder el interés y la comunicación cuando se llegan a conocer físicamente).

Otras personas usan su identidad digital para generar comunidades, redes de pertenencia, a través de sus interacciones digitales. Hay analistas que entienden este tipo de identidades distintas a las anteriores, en el sentido de que son más “reales” que digitales. Básicamente, porque las personas no se “inventan” a si mismas sino que se presentan en el mundo virtual tal cual son fuera de él (con una identidad similar, exactamente igual o al menos reconocible). Pero yo creo que en lugar de ser algo completamente diferente, este tipo de identidad digital es una versión distinta o más evolucionada de la anterior; otra forma de interacción social basada en Internet.

Second Life (Segunda Vida, en español) permite las dos posibilidades. Uno puede crear su avatar de acuerdo a su cuerpo, nombre y personalidad reales o puede permanecer en el anonimato simulando una nueva identidad. Es así que Donna Meyer, por ejemplo, que es en realidad una abuela de 49 años, gordita, canosa, de cachetes rojos y desdempleada, es en Second Life Misty Rodhes, una rubia de ojos celestes y labios carnosos, que convive con un marido mexicano y tiene hijos mellizos. La clave de “Second Life” es, justamente, la posibilidad de cambiar lo que en el mundo real no podemos cambiar; el sueño de tener una nueva identidad.

En Facebook, por el contrario, a pesar de que los usuarios pueden controlar la información personal que otros miembros pueden ver, no se permiten el anonimato ni las identidades falsas. Esto queda claro tanto en el nombre (“face” significa cara) como en el objetivo inicial del sitio: fomentar la interacción de la comunidad de alumnos de Harvard. Facebook se basa en la identidad real como eje de la interacción virtual; formas parte de la comunidad virtual justamente por quién eres en el mundo real.

Ahora, más allá de los gustos individuales o las ganas que tenga uno de vivir la vida de otra persona, lo que encuentro realmente fascinante es cómo la identidad real le ha ganado al anonimato. Facebook crece un Second Life cada 7 semanas. Creo que esto demuestra que más gente está a favor de dar la cara, que prefiere ser quien es en realidad y usar Internet como una herramienta para hacer y mantener contactos reales y no para aparentar ser otra persona o moverse únicamente en un mundo virtual.

Por otro lado, si bien Second Life no es sólo un mundo de avatares anónimos sino que se ha convertido en el lugar de reunión, entretenimiento y comunicación también de empresas e instituciones (una de las sesiones de la última edición del Foro Económico Mundial se celebró en Second Life); no dejan de sorprenderme las cosas que llegan a suceder en este mundo paralelo. En Febrero de este año, por ejemplo, la sede del candidato demócrata a la presidencia John Edwards, fue atacada por un grupo de vándalos que empapeló la zona con pósters marxista-leninistas, slogans de “Bush 2008”, salpicaduras de heces y una fotografía manipulada del candidato. Yo me pregunto, ¿será que el anonimato abre las puertas a este tipo de comportamiento? ¿Qué pasaría si los avatares tuvieran identidades reales?

 

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con la colaboración de María Frick

Sigue a Martin Varsavsky en Twitter: twitter.com/martinvars

Sin Comentarios

Sergio Alvaré en julio 6, 2007  · 

En la red mi firma es mi blog, y mi correo electrónico es mi «domicilio».
Creo que se pasan por diferentes fases, primero con el anonimato, hasta que te das cuenta de que el reconocimiento y la imagen es lo único que tienes en la red. Cuando uno escribe, comenta y establece relaciones por foros y blogs, el anonimato comienza a ser un impedimento, no tiene sentido en una red social. Hasta ahora no era así, porque para leer páginas estáticas en las que no podíamos dejar nuestra huella no necesitábamos identificarnos. Y los chats son tan cerrados, es como un juego a veces, que no importa mucho la identidad que se adopte, el contenido es muy volátl y normalmente superfluo. Pero en un lugar como tu blog, que es una plaza pública, me gusta dejar mi huella y «marcar el territorio». Dentro de unos años, me gustará hacer un poco de «ego-surfign», y supongo que las empresas irán tomando nota.

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publicame.corank.com en julio 6, 2007  · 

Post enviado a «Publícame». Puede promocionar este post clikeando sobre el vínculo.

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Sine Metu en julio 6, 2007  · 

El anonimato, en algunos lugares, es necesario para salvar la vida (o al menos la libertad), tal como lo cuenta Reporteros sin fronteras.
En su página se puede consultar la guía del blogger y el ciberdisidente, que explica cómo crear un blog, preservar el anonimato, y evitar la censura.

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Matias en julio 6, 2007  · 

Supongo que el anonimato en los blogs es algo muy personal y depende de diversos factores. No es lo mismo ser bloguero en China o en un país musulmán que en un país como España.

En mi caso me ocurrió algo similar a Sergio (#1). Al principio escribía con un seudónimo en mi blog por miedo. Vivo en Argentina y, aunque suene tonto, como escribo a veces sobre temas políticos tenía miedo. Luego se me pasó, porque al fin y al cabo mi blog es un más y tengo derecho a decir lo que quiera sobre quien quiera, siempre dentro del respeto.

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marcia aldaz en julio 6, 2007  · 

Martin, no se si mis comentarios son leídos porque están atrasados, y como tus artículos son muchos, quedo al final. Ahora te digo que pienso que es mejor ser lo que uno es en cualquier parte y cargando con sus diferentes «yoes», pero a cara descubierta, para bancarse las contingencias tal cual son. Lo que no me queda claro es que en tu blog los que leen saben quien soy yo, en cuanto a este aspecto pero yo no se de muchos quienes son porque aparecen apodos, «patito», «feíto», etc. ¿con quienes uno se escribe?. Saludos Marcia

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Aspid en julio 6, 2007  · 

A veces el anonimato también es útil en países como Argentina o España. Aquí se puede hablar libremente de política, pero no de otros asuntos. Yo, por ejemplo, pienso que mi empresa ha perdido el rumbo y ha adoptado decisiones que darán beneficios a corto plazo pero serán perjudiciales a la larga. Podría contar esto en un blog, analizarlo y discutir el tema con otras personas. Pero si lo hiciese con mi nombre, se me podría relacionar con la empresa y ésta saldría perjudicada… por lo que es posible que yo también tuviese un problema aunque no revelase información confidencial de ningún tipo.

Creo que el anonimato, en ocasiones, permite decir lo que pensamos de verdad, no lo que «debemos pensar».

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grapa en julio 7, 2007  · 

Ojo con el anonimato que este es relativo.

Empezando por los ISPs y terminando por Google, y entre medias cantidad de crackers, nuestro deambular por la red es muy rastreable.

De todos modos, cuando desaparezca el anonimato, nos quedará la hipocresía…

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Enrique Castro en julio 7, 2007  · 

Martin:

En primer lugar me alegra que este tema sea motivo de conversación en la blogosfera. Hay mucho mito al respecto del anonimato. Estoy de acuerdo con lo expresado por otros comentaristas de este post, en el sentido de que el anonimato en la Red, en paises donde la libertad de expresión, asociación y políticas no están reconocidas, está más que justificado. Desde mi punto de vista, esta sería la legítima excepción.

El ejemplo que pones del candidato estadounidense, es un claro ejemplo de lo que NO se debe hacer. Por la sencilla razón de que desvirtua la imagen, no del candidato, sino del medio ( Second Life) donde se realizan estas prácticas.

Por que si la vida virtual se convierte en un espejo inverso de la vida real ¿Acaso lo que se pretende mostrar son las miserias de lo peor de nosotros/as mismos?

Yo creo que la Red en su conjunto debe mostrar valores positivos, sin menoscabar la Libertad de expresión. Por lo tanto esta Libertad, debe de defenderse, ejercitarse, con responsabilidad y sobretodo tolerancia. Sería una de las mejores aportaciones que la Red podría aportarnos para una sociedad más democrática y participativa.

Todos/as tenemos derecho a ejercer nuestra identidad, negar nuestra identidad es a mi juicio, negarnos a nosotros/as mismos.

Un abrazo.

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Fernando López de Ayala en julio 7, 2007  · 

La cuestión tal vez no sea Identidad vs. Anonimato… Yo más bien establecería la dualidad Seguridad vs. Inseguridad…
¿Qué ventajas puede reportarle a alguien adinerado como usted, aparte del reconocimiento social, la popularidad y la autosatisfacción de su propio ego, exponer su patrimonio empresarial/personal, su intimidad familiar, su manera de pensar y vivir a un público tan hetereogéneo como el que accede a la web? ¿No ha pensado NUNCA que alguno de los datos revelados inocentemente en su blog puede llegar a ser utilizado en su contra por algún oportunista, o lo que es aún peor, por algun demente, mafioso o incluso por alguna organización terrorista?

Soy partidario de usar identidades reales, pero con restricciones…

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George Welford en julio 7, 2007  · 

Todos somos un poco como «Jekyll & Hyde» (http://es.wikipedia.org/wiki/El_extra%C3%B1o_caso_del_Dr._Jekyll_y_Mr._Hyde), y la web -especialmente la 2.0- nos brinda la posibilidad de actuar como uno u otro. Es notable como el autor -Stevenson- da al «lado oscuro» del Dr. Jekyll un nombre my representativo; HYDE (se pronuncia igual que HIDE = esconder)

Todos absolutamente llevamos dentro a ambos. Están los que se «esconden» y los que no. Están los que logran controlar a Hyde y los que no. Es una cuestión muy compleja, pero básicamente creo que se basa en la educación.

Salvo en casos en los que la propia vida estaría comprometida, actuar como lo hicieron quienes atacaron el sitio de John Edwards (que me importa un pimiento quien sea) es un acto de cobardía: si quieres decir algo, pon la cara; tendrá mucho más valor. Si lo haces a escondidas es porque sabes que no tienes razón.

La web es el espejo de la humanidad. Estas cosas suceden «de este lado» y no debe sorprendernos que sucedan en la web.

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Aspid en julio 9, 2007  · 

Casi todos los que comentáis en contra del anonimato os centráis en casos como el de los ataques vandálicos en SL (qué gran publicidad, por cierto, para el candidato y para SL). Es evidente que los autores de esos actos se aprovechan del anonimato, como los ladrones que entran a robar a una casa tampoco se detienen a dejar una tarjeta de visita. Ese anonimato, como dice grapa, es bastante relativo.

A mi me interesa más hablar de la inmensa mayoría de usuarios que usan (usamos) un alias por otros motivos, aún en un país que respeta la libertad de expresión. Ya he hablado de la ventaja que te da el poder hablar de los temas que te preocupan sin implicar a terceros. También hay blogs de personas que tienen algo que contar que no está aceptado socialmente. Yo he participado en foros sobre mobbing a causa de una situación personal difícil, que son accesibles públicamente y en los que, por tanto, cualquiera puede relacionarte con los hechos que cuentas. Tanto por la información que recibí, como por el apoyo que obtuve, me resultó de gran ayuda. Pero nunca hubiese tomado parte en esos foros de haber tenido que identificarme con mi nombre.

Para mi, el anonimato en Internet no es tan diferente al anonimato de la vida real. Somos anónimos para la mayor parte del mundo, para la gente que nos cruzamos a diario, para el dependiente de la tienda, y para muchos otros. A un segundo nivel, dejamos de ser anónimos por necesidad, sin que tenga porque mediar una relación personal: para el cartero, el camarero al que damos la tarjeta de crédito, etc. Y, por fin, dejamos de ser anónimos para la gente con la que mantenemos una relación personal.

Del mismo modo, un usuario anónimo puede serlo para casi todos, mientras que sus datos de registro y se mantienen privados excepto para la empresa que presta el servicio. Por último, el usuario puede entablar relación con otros, para los que también dejará de ser anónimo. La abuelita de SL, será una rubia despampanante para casi todos, pero al registrarse en SL ha consignado su edad verdadera y, con seguridad, sus amigos dentro de SL saben mucho sobre su verdadera identidad.

Un último apunte, en las comunidades virtuales todos somos igual de guapos, de bien vestidos, de bien peinados. Nos valoran por nuestra forma de pensar, de defender nuestras ideas y de respetar a los demás. Despojados de todo lo superficial, lo que queda es lo que somos, no lo que parecemos ser. Antoine de Saint-Exupery escribió «Sólo se puede ver correctamente con el corazón, lo esencial es invisible para el ojo». Perdonad por la extensión del comentario, no he sabido explicarme con menos palabras. Y gracias por dejarme publicarlo desde el anonimato.

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Diego en julio 9, 2007  · 

Hola Martin,

el tema de la identidad virtual es realmente interesante y me adelantaría a decir que en los próximos años va a nacer un nicho de oportunidades en torno a ella. No en vano con el despegue de la web 2.0 las redes sociales han empezado a tomar cada vez mayor importancia y todo aquel que quiera tener una influencia social (políticos, empresarios, artistas,…) tendrán que estar en la red, con un perfil público controlado como comento en este post «Apareces en Google?» (http://diegorh.blogspot.com/2007/06/apareces-en-google.html). Y es que aparecer en la red no es complicado hoy en día, lo complicado es aparecer con un perfil CONTROLADO (ordenando las apariciones en los buscadores, dando mayor presencia a los links con contenidos buenos sobre tu persona, tratando de eliminar o hacer bajar en los buscadores aquellas que dañen a la persona, etc.).

Serán muchas las sinergias que nazcan de las iniciativas de marketing viral unidas a las redes sociales para presentar perfiles públicos en la red, y a raiz de ellas surjirán interesantes propuestas de «Asesoría de Imagen 2.0».

Saludos,
Diego.

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Ricardo en julio 9, 2007  · 

Esto lo escribí en mi blog, hace un par de meses.

¿Second Life o Matrix?

Leo el el artículo de El Pais «Yo y mi otro yo»

«Esos mundos que crean realidades virtuales en la Red han conquistado a decenas de millones de internautas en todo el mundo. ¿El secreto? Les arrancan con una simple conexión de todas las vidas que no les gustan, les facilitan la comunicación que son incapaces de establecer en la calle o en sus trabajos con criaturas semejantes a ellos.»

Asisto perplejo a este mundo paralelo que se está creando.
No creo como decía en mi otro artículo «yo, ello y superblog» que se trata de criminalizar la tecnología, sino de educarse para utilizarla.
No deja según mi punto de vista, de haber una relación causa-efecto en este fenómeno «disociativo».
Creo que tiene mucho que ver con la pobreza cultural, la ley del mínimo esfuerzo y si vamos mas allá, a la escasa imaginación.
En línea con el castellano-móvil, la cultura sms, messenger y la generación OT, la triste realidad es que se está creando una sociedad en la que el móvil es mas importante que la comunicación verbal, persona a persona, en la cola del super o en la cola de la Fnac.
Básicamente se transmite información, pero falta el lenguaje gestualque según los expertos en comunicación ofrece 100 veces mas información que la palabra.

El artículo mencionado hace referencia a un discapacitado, si yo lo estuviera probablemente haría lo mismo o me atiborraría de libros o dvd´s, pero para la gente que no tiene esos problemas y especialmente para la gente joven (sin formar) con acceso a toda esta tecnología me parece un a tentación peligrosa. Creo que es muy delicado publicitar estas alternativas al mundo real como una opción.
Cuando deja de ser un juego e interfiere en nuestra realidad cotidiana como una realidad alternativa puede originar serios trastornos de personalidad.

Y ahí viene el dilema Matrix, la pastilla roja o la azul.
¿Que queremos ser?
¿Queremos controlar nuestra vida?, o en un ejercicio de hedonismo nos abandonamos a los sueños.

¿Cuál es la diferencia con Matrix, en estar colgado al ordenador viviendo una realidad programada e ir al super o al trabajo y al finalizar la jornada seguir conectados?

¿Que diferencia hay en ese alejamiento de la realidad con las drogas?

Buscando las cosquillas se podría afirmar que la realidad es relativa o no existe, pero es la que nos permite tener puntos de referencia.

Cuando ocurren cosas como la matanza de Virginia, nos echamos las manos a la cabeza, pero ¿que parte de responsabilidad hay en la gente que toman las decisiones?.

Vuelvo a insistir que la falta de educación, el lenguaje irrisorio crea gente incapacitada para enfrentarse con la realidad, son incapaces de procesarla adecuadamente y son muy vulnerables, influenciables y manejables.

Si no se garantiza, se regula, se crea un código deontológico y se hace cumplir, nuestros jovenes seguirán expuestos a toda esa información-basura que se publica en tantos medios escritos y audiovisuales que genera como una especie de consenso con que esto ocurre porque el público lo demanda.

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Martin Varsavsky en julio 10, 2007  · 

Así es grapa. La hipocresía es el anonimato en persona.

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Martin Varsavsky en julio 10, 2007  · 

Geroge,

Yo nunca hice un comentario anónimo en mi vida. No se por qué será…

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