Para crecer, Twitter se sirvió de «clientes»: plataformas como Echofon y Twitterific, que permitieron a los usuarios gestionar la actividad de Twitter en sus cuentas en la red/móviles. Después combinó las innovaciones y el tráfico generado por esos clientes con el suyo propio y acabó limitando las APIs y desechándolos. No fue correcto, pero sí legal. Yo mismo invertí en uno, Seesmic, perdiendo lo invertido.
Google utilizó Internet en su conjunto para crecer y ahora está pasando de ser un buscador a un proveedor de respuestas. El tiempo, los vuelos, información tipo Wikipedia… muchas búsquedas que no tienen relación con Google, pero que Google ahora no solo enlaza sino que responde. Y por esto muchos sitios web que ayudaron a construir lo que Google es ahora, empiezan a perder tráfico. La gente ya empieza en Google, ahora parte y acaba en Google. Google ya no quiere organizar la información mundial sino ofrecerla directamente. Las autoridades antimonopolio de EEUU están de acuerdo con esto, pero las de la UE no tanto y están estudiando si es un caso de abuso de poder. En el diario The Economist de esta semana hay un artículo precisamente sobre este asunto en el que varias empresas alemanas dan su punto de vista. Una de ellas es Axel Springer, de cuyo consejo de administración soy miembro. Pero resulta que Google está también presente en el consejo de Fon. Es por ello que estoy en medio y conozco muy bien ambas partes del conflicto.
Personalmente, no tengo muy claro que debería hacer la Unión Europea al respecto, «es complicado». Por una parte, Google ha construido un monopolio de facto en el terreno de la búsqueda por Internet enlazando a todo el mundo de una manera más precisa que el resto. Google lo hizo genial, sus competidores cerraron o perdieron cuota de mercado simplemente porque Google es mejor. Pero ¿es justo crecer, por ejemplo, gracias a Kayak o Expedia, y luego reemplazarlos por tu propio buscador de vuelos, que además se muestra arriba del todo cuando ni siquiera es lo más buscado? El tema es que este cambio aunque daña a Kayak y a Expedia no perjudica a los consumidores, es más les simplifica la vida, menos clicks. Luchamos contra los monopolios porque son perjudiciales para los consumidores. Es difícil defender el argumento de que Google está perjudicando a los consumidores al responder directamente él y conseguir la información de los mismos proveedores que Kayak o Expedia. Y más cuando los usuarios prefieren obtener respuesta directa en lugar de tener que hacer clic en un segundo enlace. Pero sea justo o no, hay una cosa clara: si has construido un negocio mediante tráfico de Google, deberías replantear tu estrategia o acabarás muerto como los clientes de Twitter. Consciente de esta situación, hay una empresa que dió un giro radical y hasta ahora ha sido capaz de amortizarlo: Facebook. Hizo que Google dejara de mostrarla como resultado, cerró su contenido a Google. Pero por desgracia, Facebook aún no ha desarrollado una buena herramienta de búsqueda propia buena y encontrar cualquier cosa que alguna vez escribiste en Facebook es casi imposible. Por eso, como consumidor, me gustaría poder buscar en Facebook con la misma facilidad que puedo hacerlo en Gmail o en Internet en su conjunto pero Facebook no le deja entrar en mi contenido a Google ni aunque yo le diera permiso.
En mi opinión, monopolio es el de Time Warner Cable. Si vives en Nueva York y quieres televisión por cable, no hay otra opción que esa. ¿Motores de búsqueda? Hay otros: Yahoo, Bing… Google está donde está, no porque alguien les convirtió en franquicia, sino por lo buenos que son. ¿Estudiaría yo el caso de Google si fuera regulador? Por supuesto. ¿Los pararía? Sólo si encontrara perjuicio a los consumidores.
(Foto: The Nation)
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