Estoy en Buenos Aires presentando a mi hijo Leo a la familia. Luego de un año tan pero tan intenso, en el que trabajé casi todos los días, estar aquí, rodeado de gente querida y sabiendo que mañana, lunes, tengo algunas horas para responder correos pero ninguna cita y, más que nada, tiempo con la famila… es un gran lujo.

Hay una canción española que dice que las tres cosas más importantes de la vida son salud, dinero y amor. Pero alguien agregó…. y tiempo para disfrutarlas. Creo que este último comentario es clave.

Uno de los motivos más importantes por los cuales vine a Nueva York es para asistir a la Sesión Informativa de Estrategia que realiza la Fundación Clinton para sus miembros del consejo de administración. Soy miembro del consejo desde sus inicios.

Desde 2001 he asistido a muchas de estas reuniones y puedo asegurar que cada vez son mejores. Estoy realmente impresionado por la calidad del equipo que ha formado por el ex Presidente Clinton
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En este video entrevisto a mi amigo Jack Hidary, quien cuenta como equipó su Lexus híbrido a la manera de «MTv Pimp Your Car». Es absolutamente increíble lo que le metió. Tiene tele digital, EVDO convertido a WiFi (aun no FON), tres discos duros, reproductores para iPod, copiadores de CD a disco duro, portátiles de pantalla táctil, etc, etc, etc. Parece que se gastó tanto en los electronics y en la ingenieria como en el coche. Lamento que era de noche y no se ve tan bien el video.

Una vez me clavaron, dos no. Miren este video, se trata del Park Avenue Cafe y su increíble oferta llamada Pay Your Age. Básicamente, la idea es que en este restaurante –donde sin duda se come mejor que en Arpege en Paris– uno puede elegir pagar el precio real de la comida o pagar su edad. Yo, por ejemplo, que tengo 46 años pagué $46 y mi amigo, que tiene 36 años, pagó $36.

¿El menú? Yo comí unas almejas para empezar y un atún con espárragos, setas de plato principal y un postre a base de manzana buenísimo. Todo por $46. Mi amigo Jack comió una sopa de langosta, un sea bass muy bueno y luego un postre que parecía un edificio de chocolate, todo por $36. Había que enseñar el DNI.
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Aún no había contado que invertí en Xing. Hoy en Chinatown vi este cruce (cross ing) y me pareció no solo otro argumento para probar que una «real academia» nunca aprobaría esta creatividad de los artistas viales norteamericanos….sino que aprovecho para contar que invertí en Xing. Invertí en Xing porque me parece que no solo la comunidad es muy útil, sino porque Lars Hinrichs, el joven emprendedor que la dirige, es brillante.

Para los argentinos, me hice la rata abajo del Brooklyn Bridge.

Para los demás, me cansé de trabajar y me fuí a pasear y terminé abajo del puente de Brooklyn.

No es nada interesante, soy yo escaqueado.

Los que somos bilingues vemos lo obvio, y lo obvio es que el éxito del inglés no se debe sólamente al imperialismo británico y norteamericano, sino que el idioma en si es muy pero muy flexible. Es fácil de cambiar y por suerte no tiene algo absurdo como la Real Academia del Inglés. El inglés es de todos y, por lo menos en Estados Unidos, cada uno que lo habla bastante como quiere.

Estas camisetas que vi en St Marks Place son una prueba más de lo que estoy tratando de decir. Miren todo lo que se puede hacer con la palabra fuck. Y ya se que con joder se pueden hacer muchas frases también, pero no creo que tantas…aunque acepto el desafío…

Cuando circuncidamos a nuestro hijo Leo decidimos no hacerlo con un mohel (representante de la comunidad judía experto en circuncisiones), sino con un cirujano pediátrico en la Ruber Internacional. Así como asistí al parto de Leo, también estuve en la circuncisión de Leo que fue bastante impresionante, porque le pusieron anestesia general, lo cubrieron con paños verdes y estuvieron unos 20 minutos realizando con mucho cuidado una operación que se hace en 10 segundos cuando la realiza un mohel, pero que, según estuve estudiando, tiene riesgo mayor de hemorragia echa a la antigua, ya que al no suturar puede haber desgarro posterior.
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