Hoy a través de Maria Fanjul en Twitter, encontré esta noticia que me conmovió. Se trata de un «restaurante» en la ciudad de Vigo donde los padres desempleados llevan a sus hijos a comer fuera. Y digo «restaurante»  entre comillas, porque en realidad es un comedor de caridad donde los padres, que a su vez hacen de voluntarios como camareros, pueden llevar a sus hijos a comer y les hacen creer que se pueden permitir llevarlos a cenar fuera. Al leerlo recordé el neorrealismo italiano, las peliculas de Vitorio De Sica, y de Rossellini o más recientemente parecía salido de una escena de La Vida es Bella.

Si no vives en España y vienes de turista te quedarías muy sorprendido con esto de la crisis. Especialmente si vienes de latinoamérica. Te preguntarías, pero la miseria, ¿dónde está? Y esto es porque aún en crisis España es un país muy rico en términos generales y no parece que exista pobreza cuando a primera vista lo conoces.

Pero desde que el sector de la contrucción colapsase  el desempleo creció de un 8% a un 21%. Basicamente, todos aquellos que trabajaban en el sector o estaban vinculados a él, tienen graves problemas para encontrar ahora su lugar en la economía. El colapso del sector inmobiliario tuvo un terrible efecto multiplicador. Existe un gran porcentaje de la población que tiene importantes problemas para llegar a fin de mes y problamente se tarde aún más de una década para que los índices de desempleo se reduzcan a cifras de 2008. Mientras tanto, iniciativas como esta ayudan a aliviar el dolor de quienes han caído en la pobreza.