Dentro de España se escuchan bastantes críticas sobre el modelo de desarrollo español y sus dos grandes debilidades: una, su enorme dependencia en la construcción y otra, en Latinoamérica. Pero, al mismo tiempo, no hay duda de que las empresas españolas en su conjunto han sido muy hábilmente gestionadas y que la economía y el valor bursátil de éstas han aumentado de forma notable. Como todo en la vida, el mundo de la empresa española no es positivo o negativo, sino que tiene realmente las dos caras. Quería escribir un artículo sobre este tema pero encontré un resumen del Economist que me pareció muy bien escrito y claro. Me imagino que algun medio español lo traducirá pronto.