El otro día leí que sólo el 14% de los españoles de menos de 25 años consideraban «que la religión juega un papel muy importante en su vida«. En los años 70,el 65% de los jóvenes tenían esa opinión. Esto no ocurre sólo en España, sino también en el resto de Europa.

Teniendo en cuenta esto, creo que la desición de los cardenales de endurecer su política al elegir un Papa muy conservador sólo acentuará esta tendencia y estará aún más alejado de las necesidades del ciudadano europeo común.