Estaba pensando por qué es que Swisscom, Telefonica y T-Online, que trataron de poner sus propias redes wifi, fracasaron, y por qué creo que en FON vamos a tener éxito.

La mejor explicación que se me ocurre es que el caos a veces es mejor que el orden. Un ingeniero de telecos jamás planearía la red que vamos a tener en FON. La red FON, por lo que ya se ve de los miles de voluntarios que nos han dado sus direcciones, es caótica, random, sale por donde sale y puede tener hasta un exceso de cobertura.

Un ingeniero que diseña redes para una telecom quiere la mayor cobertura con el mínimo número de puntos de acceso y deja sin cobertura donde hay poca venta. En cambio, en FON estamos haciendo un movimiento para que los puntos de acceso que ya existen trabajen en red. Las telecos funcionan como ejércitos, nosotros como la sociedad civil. ¿Cuál es nuestra ventaja? La que tiene el mercado sobre el planeamiento. Juantomás García me lo dijo de esta manera: «imagina si tuvieras que distribuir toda la comida que entra a Manhattan en un día.  Ningún ejército, ningún planner podría entregar esa mezcla increíble de comida japonesa, italiana, francesa, china, judía, latina, oriental, norteamericana que se come cada día en Manhattan. Sin embargo, millones de agentes independientes tomando decisiones individuales lo logran». Es por eso que FON, con poquísimos recursos de divulgación (este blog y los demás blogs) y sin infraestructura de red, pero con un software muy inteligente, puede llegar a hacer lo que los miles de millones de euros de las telecos no pudieron conseguir: un país wifi.

En España ya hay ancho de banda para todos, el tema es que está mal distribuido. Donar y recibir (Linus) o cobrar para entregar (Bills) es la solución a esta absurda situación que hoy vivimos. Desde el caos, podemos llegar al orden.