España tiene un impuesto a la matriculación de los yates del 12%. Este impuesto se aplica al valor de la embarcación y su equipamiento, además del IVA del 18%. O sea que si un español se compra un barco, después de pagar todos los impuestos que tuvo que pagar cuando ganaba el dinero y ahorraba para comprarlo, además de eso tiene que pagar un 30% por encima del coste. El mismo barco costaría 12% menos en Francia u otros paises que cobran IVA pero no matriculación. Pero el problema no es con que los españoles ricos paguen más por tener un barco que los franceses ricos, esto si en España se quiere que sea así pues que lo sea. El problema es con los extranjeros, con los visitantes, con los dueños de barcos que no viven en España que antes gastaban enormes cantidades en tener, arreglar sus barcos y emplear españoles y ahora no. Porque España no sólo le cobra este impuesto a los españoles que compran un barco, sino a cualquier barco extranjero que está, aunque sea un día, charteando por España o a cualquier extranjero que deja su barco en España pero no vive en España. El resultado de esta ley es que los barcos de charter abandonaron España casi en su totalidad y muchos otros barcos de recreo también se fueron a Francia u otros paises. Empresas como Astilleros de Mallorca, constructoras y operadoras de marinas o reparaciones en general han tenido que despedir a muchos empleados y el paro en la industria aumentó. En Baleares tratar de cobrarle la matriculación a extranjeros produjo enormes pérdidas y sólo 1,5 millones de euros de recaudación.

Ahora los italianos que se ven en la misma crisis económica que España han introducido un nuevo impuesto duro pero que es más fácil de cobrar. Es decir, en vez de decirle a un señor inglés que quiere navegar por el Mediterráneo y tocar España, que  tocar España le va a costar el 12% de su barco, digamos 240 mil euros para un barco de 2 millones de euros por estar un mes, los italianos le cobrarán por día de estar en Italia o en aguas italianas. Según la nueva ley italiana le puede costar a un barco grande entre 100 y 200 euros por día estar en Italia. La idea es buena porque día a día al final en Italia van a recaudar más que en España. Además ahora con la crisis que hay casi no se venden barcos nuevos y el fisco español con su tasa de matriculación no cobra nada. Pero el fisco italiano encontró una manera de cobrar por todos los barcos viejos día a día, año tras año. Algo más inteligente, cobrarle al parque náutico existente y no solo a los nuevos barcos como en España. El impuesto italiano asume que todo Italia es como una marina por la que hay que pagar para estar ahí. Luego por razones medioambientales cobran menos a los veleros que a los barcos a motor que está bien y menos a los barcos viejos que a los nuevos porque valen menos.

En mi opinión España tendría que hacer lo mismo y además que se pague por internet y obligar a todos los barcos a llevar el AIS encendido así es fácil controlar toda esta nueva recolección. Con tarjeta de crédito, por internet, por día como se pagan los peajes en Inglaterra o Florida, esa es la manera. Así cobrarle a los extranjeros lo mismo que a los españoles tiene sentido porque los extranjeros pueden decidir venir a España por unos días e irse e igual pagan. Y los españoles pagarían más que es lo lógico ya que disfrutan de lo que se hace con esos impuestos. También los italianos estuvieron listos en cobrar el impuesto solo si el barco está en el agua. Así protegen el negocio de los astilleros y las guarderías. En España también habría que cobrar por día y solo estando en el agua, así los extranjeros traen sus barcos a arreglar a España generando nuevos puestos de trabajo para una industria ahora destrozada.

En general creo que en España los impuestos muchas veces se piensan mal, como que en vez de ser inteligentes y hechos para recaudar lo más posible parecen hechos con fines políticos y al final dañan la economía con tal de que los ricos sufran. Pero los ricos extranjeros no sufren yendo a Francia, y esto al votante español medio enamorado de su país no lo entiende. Creen que por España pagarán lo que sea, y no ocurre así. Se van, y hay que traerlos de vuelta.