En medio del verano (del hemisferio norte) pasado escribí este artículo. Cada tanto alguien lo descubre y me dice que le gustó mucho. Es el artículo mío que más comentarios tuvo. Ayer alguien lo encontró de casualidad, me dijo que le emocionó mucho y me pidió que lo republicara ahora argumentando que muchos se lo perdieron por no estar conectados en agosto. Así que aquí va de vuelta con pequeños cambios.

No quiero Volver a los 17

Cuando tenía 17, en 1977, estaba de moda una canción que se llamaba, Volver a los 17. La cantaba Mercedes Sosa. En ese entonces yo estaba de ida a los 17. Pero hoy, gracias a una entrevista que me hizo el periodista Andres López, de Clarín, titulada «Mi Primer Empleo», tuve que volver a los 17 para recordarlo. Este inocente viaje en el tiempo se apoderó de mi vida. El resultado es el primer artículo en estilo autobiográfico de este blog. Lo que sigue es el relato de mi vida desde septiembre de 1976 a septiembre de 1977.

Primero el entorno. Yo, con mis 47 años, me voy a navegar a la Isla del Aire en Menorca. Cuando estoy regresando me contactan de Madrid y me dicen que me tengo que hablar con un periodista que está en otra isla del Aire, la de los Buenos Aires. Atiendo la llamada y el periodista me pide que hable sobre mi primer empleo. Recordándolo mientras navego, empieza el viaje a los 17. El entrevistador me pide «Volver» y yo vuelvo con una intensidad que hace casi tensa la conversación. En ese momento, gracias a la mezcla de lo más moderno, el móvil, con lo más antiguo, la memoria, vuelvo a los 17 y me siento invadido por la tristeza y una emoción profunda. A duras penas logro terminar mi entrevista tratando de enfocarme en el tema del primer empleo, ser aprendiz de carpintero en un astillero de San Martín en las afueras de Buenos Aires. Concluyo la entrevista y me siento obligado a escribir la historia del año más importante de mi vida en mi blog. Al hablar de mi primer empleo me doy cuenta que no puedo hacerlo sin relatar los tristes hechos de la dictadura militar, de los años en los que fueron secuestrados y asesinados amigos y familiares queridos. Años de adolescencia donde a las primeras relaciones amorosas les tocaron convivir con los primeros duelos sin funeral, porque así era la historia de los desaparecidos. Morían… sin funeral.


Todos tenemos años que marcan un antes y un después en la vida. Para mi sin duda fue el año comprendido entre septiembre de 1976 y septiembre de 1977, de mis 16 a mis 17.

Hasta 1976 mi vida fue la de un chico de clase media, hijo de profesores, que vivió siempre en el mismo departamento en la Avenida Las Heras 1975, 6A. Pero el año 1976, el año en el que yo decía que vivía en Las Heras «el año pasado» fue tan lleno de descubrimientos, maravillas y horrores que fue mi propio antes de y después de por el resto de mi vida. Si tuviera que decir exactamente cuando comenzó a descarrilarse mi vida de adolescente, diría que fue en marzo de 1976, cuando Jorge Rafael Videla se hizo con el poder en Argentina y el país –que ya venía mal luego del desastre que había armado el patético líder Juan Domingo Perón al dejar a su esposa en el gobierno antes de morir–, se puso mucho peor.

Como todas las tragedias, el fin de la década del 70 en Argentina que concluyó con una enorme ola de terrorismo de estado (sí, la peor pesadilla, los asesinos son tus gobernantes) tuvo muchas causas. El resultado fue la tormenta perfecta que causó la muerte de decenas de miles de inocentes en manos del gobierno. Entre ellos mi primo David Horacio Varsavsky, secuestrado y asesinado por el gobierno de Jorge Rafael Videla en el barrio de Belgrano, en Buenos Aires, el 16 de febrero de 1977. Su muerte, y la temprana muerte de mi padre en un avión que volaba de Estados Unidos a la Argentina fueron los dos golpes más duros de mi vida.

Los simpatizantes del gobierno de Videla –que representarán hoy quizás un 10% del electorado argentino–, dicen que la entrada de los militares en el gobierno se debió a dos razones. En primer lugar debido a la incompetencia de Isabel Perón y, en segundo lugar, para luchar contra el terrorismo de izquierda. Mi opinión es que, aunque efectivamente Isabel Perón era una incompetente, quizás no lo era tanto como su marido que la dejó en el poder (la gente que hoy gobierna la Argentina sigue llamándose peronista y cantan una ridícula marcha idólatra a su persona al mejor estilo fachista), y aunque el terrorismo efectivamente existió y se calcula que causó unas 400 víctimas mortales, el terrorismo de estado del gobierno de Jorge Rafael Videla es absolutamente injustificado y causó más de 30 mil víctimas tan inocentes como mi primo. Lamentablemente fue durante esa ola de terrorismo de estado que a mi me tocó descubrir la vida.

Mis 16, como dije, venían tranquilos hasta que los militares no solo derrocaron a la democracia y asumieron el poder en el país, sino que con una capilaridad política inexplicable asumieron el poder en mi colegio secundario, el Nicolás Avellaneda, ubicado en El Salvador entre Fitz Roy y Humboldt. Se que a mis lectores en Europa o Estados Unidos les puede resultar difícil creer que un gobierno militar pudiera llegar hasta tal punto de control de querer poner militares a dirigir los colegios, pero así lo hicieron. Y lo primero que hizo el militar que vino a mi colegio fue decidir a que estudiantes asesinaba y a cuales simplemente expulsaba del colegio. Me pregunto como un hombre adulto, con sangre fría, podía sentarse en una mesa y decir, a este chico lo matamos, a este lo rajamos (expulsamos) a este lo dejamos. Y quizás hoy estoy vivo porque en esa mesa alguien dijo «a Varsavsky lo rajamos» y no dijo «Varsavsky es boleta».

¿Cuál podría haber sido mi delito? Probablemente haberme declarado públicamente un socialista democrático (mi país más admirado en ese entonces era Suecia) y quizás por haberme declarado también anti peronista terminé entre los expulsados y no metido en un avión con un cura que me daba el pésame en vida mientras unos militares me drogaban y me tiraban en medio del mar para que mi cadáver nunca fuera encontrado (si los curas apoyaban a los militares en el asesinato y así se supone que murió mi primo, en un «vuelo de la muerte»). Algunos de mis pobres compañeros comunistas o peronistas no tuvieron la suerte de solo ser expulsados y fueron brutalmente asesinados así como también los de otros colegios como el Nacional Buenos Aires o el Pellegrini.

Recuerdo el día que mi madre recibió un llamado del colegio que decía que yo no podía ir más porque había «militado». En la Argentina obsesionada con lo militar militar curiosamente quería decir estar en el ejército y pertenecer a una organización política, una gran confusión. Todo era militar o militar. Yo, como buen adolescente, no tenía miedo, nada de miedo. Yo, como buen adolescente, sólo tenía furia, mucha furia. Entonces hice un plan: averigüé que había una manera de no ir al colegio, pero graduarse del colegio que consistía en «dar el año libre». Para dar el año libre había que presentarse únicamente durante la semana de exámenes. Y eso es lo que decidí hacer. Como no podía ir al colegio iba a la Biblioteca del Ministerio de Educación, el mismo en el que ahora se hacen las reuniones de Educ.ar, emprendimiento social creado por mi fundación. Pasaba horas y horas en esa biblioteca estudiando las 22 materias que tenía que dar libres, las 11 de cuarto y las 11 de quinto. Mi madre trataba de convencerme para que fuera a otro colegio, para que no diera el año libre, pero yo ya estaba decidido a hacerlo.

Mis padres ya estaban separados. Mi madre vivía en Recoleta y mi padre en Belgrano, en Teodoro García y Arribeños, y durante una noche de discusión, luego de pasar el día en la biblioteca, mi madre me dijo que si seguía con mi plan de dar el año libre me echaba de mi casa, que me fuera a vivir con mi padre que había alternativas mejores como ir a otro colegio, que no hacía falta irse de la Argentina, que la cosa no estaba tan mal y que ella me sugería seguir mi vida con normalidad. Yo traté de hacerla razonar pero no pude. Mi madre, como la gran mayoría de la gente en el Buenos Aires de entonces, simplemente no se podía imaginar el asesinato en masa que estaba ocurriendo que no se limitaba a los terroristas. Pero no pude llegar a un compromiso y al desobedecerla me tuve que ir a lo de mi padre, con mucho dolor. Así se sumaban las expulsiones, la del colegio, la de mi casa de mi infancia, y mi adolescencia tan armada hasta entonces, se derrumbaba mes a mes.

Mi primer intento de formar una relación amorosa también fue un fracaso. Mi novia de ese momento sufrió un durísimo golpe cuando su hermana fue secuestrada por los militares. Ella vivía en la esquina de mi casa. Recuerdo el horror de sus padres, su miedo permanente. Para ir de Teodoro García y Arribeños, donde vivíamos nosotros, a Teodoro García y Villanueva, donde vivía ella, había que recorrer 100 metros. Pero esos 100 metros estaban plagados de peligros. El horror fue una noche cuando un representante del gobierno militar apareció de improviso a negociar con el padre de mi novia para que él les entregara el hijo en vez de la hija, ya que se «habían equivocado». Yo estaba por subir a su departamento pero di la vuelta al ver los coches militares abajo. Mi novia era la tercera hija, sufría pensando que la próxima en ser secuestrada era ella. Pero el padre, nunca supe bien como, logró lo que casi nadie consiguió en Argentina y fue que su hija fuera liberada de un campo de detención y reapareciera con vida. Aunque fue maltratada, torturada y abandonada en medio del campo en Santa Fé, pudo rearmar su vida y hoy en día es una feliz médica que vive en Madrid y está casada con su novio de esa época, también médico.

Pero mi primera relación amorosa terminó así abortada, sin concluir, de un día para otro, porque apenas liberaron a la hermana de mi novia toda la familia se fue a España. Yo estaba feliz por ellos, pero sentía que al reaparecer su hermana, «desapareció» mi novia. Lo que hoy no entiendo mirando hacia atrás es cómo viendo la evidencia, viendo todo lo que pasaba, no nos escapamos con mi familia a finales del 76. Cómo no evitamos el secuestro y asesinato de mi primo, David Varsavsky, que vivía en Federico Lacroze, también muy cerca de nosotros. Cómo esperamos medio año más. Pero no, lo loco es que cuando los militares vinieron en febrero del 77 a buscar a mi primo, mi padre Carlos Varsavsky, una de las personas más inteligentes que conocí en mi vida, reaccionó con calma y creyó que mi primo aparecería con vida «cuando los militares vieran que David no estaba metido en nada». Así que primero nos quedamos «para ver si mejoraba la cosa», luego nos quedamos «para estar cuando lo suelten a David», y al final nos escapamos cuando vimos que gente querida y conocida seguía desapareciendo como cubitos de hielo en un día de calor. Pero yo sigo pensando en cómo mi padre que era judío no se dió cuenta que esto era como otro holocausto. Su error me hace recordar al poema de otro Martín

«Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada».

Aunque este poema se refiere a los Nazis, bien puede contar la historia de los desaparecidos de Argentina detallada en el libro Nunca Más.

Pero como estaba relatando, durante el 76 nos quedamos y yo di exitosamente mis exámenes durante diciembre de ese año. El tema de rendir los exámenes para mi fue una lucha cargada de emociones. Los profesores sabían quien era yo, sabían que me habían expulsado y simpatizaban conmigo. Pero el nivel que hay que tener para poder «dar un año libre» era muy alto. Cada examen era un oral y un escrito en el que te podían preguntar cualquier cosa del programa, hasta lo que ellos mismos no tenían tiempo de enseñar. Lo absurdo de todo esto es que como tengo muy buena memoria aún hoy recuerdo con bastante detalle lo que tuve que aprender, temas insólitos de la historia argentina, que es como una película de Hollywood al revés, que empieza bien y termina mal. Al terminar de dar los exámenes y aprobar no solo me sentí contento, sino que disfruté de la primera «venganza» de mi vida. En mi pequeña medida había triunfado contra el coronel que dirigía el Nicolás Avellaneda: estaba vivo y me había graduado del colegio que me había expulsado. De esta experiencia aprendí que hasta de las situaciones más horribles se puede sacar provecho. Y apenas aprobé hice mi solicitud para entrar a New York University, donde mi padre estaba tratando de conseguir un puesto de profesor para que todos pudiéramos emigrar y él tener un sueldo. Una vez hecho esto organizamos con mis amigos más queridos un viaje a Brasil, que para los adolescentes argentinos era la tierra prometida.

A veces me pregunto si para gozar es necesario sufrir. Si gozar es un sentimiento absoluto o relativo. Porque si no, me cuesta entender cómo escapados de un ambiente tan terrible los 5 amigos que fuimos a Brasil nos divertimos tanto. Y recorrimos este país «mais grande do mundo» kilómetro a kilómetro. El viaje a Brasil fue todo para nosotros. Las argentinas eran, y siguen siendo, mucho más difíciles para ligar (seducir) que las brasileñas. Viajábamos en auto stop (a dedo) o en autobus y donde sea que íbamos encontrábamos garotas, garotas y más garotas. El colmo fue una vez afuera de Florianópolis, que nos dividimos en dos grupos para hacer dedo hacia San Pablo y terminamos en un cruce en la ruta en medio de la nada a la puesta del sol. Cuando estábamos armando la carpa (tienda de campaña) desilusionados, listos para dormir ya que hacer dedo de noche era inútil, aparecen dos garotas del otro lado de la ruta, también haciendo dedo. Nos miramos, nos reímos, las invitamos a nuestra carpa y terminamos los cuatro enrolladísimos. El único pudor era hacer turno para usar la carpa, porque eran hermanas. Así era Brasil: libertad, sexo, carnaval, todo lo opuesto al horror, al estado de sitio que vivíamos en Argentina, donde te podían detener en cualquier momento, donde la gente moría porque descubrían «El Capital» de Marx en su casa, donde el tema no era el sexo, sino pasar a la clandestinidad para seguir vivo.

Recuerdo que sobreviví en Brasil de fin de diciembre hasta marzo con $200 dólares. Dormíamos en la playa o en los bancos de las plazas y a veces viajábamos juntos, a veces separados, porque era más fácil que te llevaran solo que en grupo. El Brasil de esa época no era como el de ahora en el que los asesinatos son tristemente el pan de cada día (yo mismo presencié el asesinato de un adolescente en Copacabana en el 2001). Algún día alguien me contará cómo fue que Brasil pasó a ser el país increíblemente violento e inseguro que es ahora, porque en esa época, para nosotros, era un paraíso de tranquilidad, hasta el punto que vivíamos hablando con extraños, haciendo dedo, confiando en la gente y comiendo menúes populares en restaurantes de pueblo (siempre mandioca, arroz y pollo).

Pero Río de Janeiro, que tenía que ser la coronación de nuestro viaje, puso a toda la «barra» (pandilla) en apuros al enamorarnos todos de una chica llamada Isabella que nos invitó a quedarse en su lujoso departamento de Leblon, aprovechando que sus padres estaban de viaje. Me acuerdo lo increíblemente hermosa que era Isabella y cómo mis queridos amigos (aún hoy no pasa una semana sin que nos escribamos todos por internet) se transformaron en peligrosos rivales. Lo peor era que cada uno de nosotros creía haber tenido un triunfo. A mi me besó cuando salí de la ducha, eso lo sé, y yo estaba convencido que estaba conmigo, pero cuando me enteré que Martin B y Roddy parecían tener trofeos similares me agarró un ataque de celos. La situación se puso insostenible y no se cómo me rayé (piré) y decidí seguir el viaje solo con el objetivo de llegar a Salvador de Bahía (o Bahía como decíamos nosotros), ya que me había enterado que mi tía Ruth, la hermana de mi madre, y mi tío Carlos, se habían escapado ahí. Pero nunca me olvidé de Isabella y ese es el nombre de mi segunda hija, que es tan hermosa como la Isabella original. No tengo claro si esto es una casualidad.

Mis tíos Ruth y Carlos fueron de los centenares de miles que no murieron en manos de los militares, sino que emigraron, como terminamos emigrando nosotros. La mayoría a España, México, Brasil, Venezuela, Italia y Estados Unidos. El caso de ellos era el siguiente: un ex novio de mi tía simpatizaba con los Montoneros y la ex esposa de mi tío con el ERP. Se que suena tirado de los pelos que alguien que tuviera un ex novio simpatizante de los Montoneros se tenga que ir del país, pero el padre de mi tío, que era general y gobernador de la provincia de Mendoza, les dijo que «estaban en las listas» y que se fueran. Ellos se escaparon y como mi tío era un gran neonatólogo encontró rápidamente un trabajo en un hospital de Bahía y ahí se fueron.

Ahora lo que yo me pregunto es cómo tomaba yo decisiones a los 16 años, porque no recuerdo llamar a mis padres para consultarles si me «dejaban» seguir de Río hasta Bahía (la distancia por tierra entre Buenos Aires y Bahía es similar a la distancia entre Madrid y San Petesburgo). Supongo que mis padres pensaban que yo estaba mejor perdido en Brasil que encontrado (por los militares) en Buenos Aires.

Así fue como seguí solo de Río a Bahía, a dedo. Recuerdo que mi estrategia era no hacer dedo en la ruta, sino ir a las estaciones de servicio y hablar con la gente. Estando con tanta garota había aprendido rápidamente el portugués (cuando hicimos Jazztel de Portugal daba charlas en portuñol y descubrí cuánto más fácil es entender a un brasilero que a un portugués). En general se me daba muy bien pedir que me llevaran. Me imagino que a los 16 años no daba miedo a nadie ni yo tenía miedo a nadie. Era genial vivir sin miedo al crimen, algo que con la enorme inseguridad de Latinoamérica se perdió. Como los viajes en coche eran tan largos el transporte abría camino a la amistad. Una familia, por ejemplo, me llevó hasta Vitoria y cuando llegamos me invitaron a la boda a la que iban. El único recuerdo que me queda de esa boda es la comida, pasé de las garotas y solo quería comer. Se ve que pasaba mucha hambre.

La alegría al llegar a Bahía y ver a mis tíos fue total. Y no solo estaba feliz de verlos y ellos a mi, sino que lo que era increíble de mi vida en esa época es que si no llegaba a Bahía hubiera tenido que mendigar o algo así, porque ya no tenía nada de plata, ni móviles que no existían, ni tarjeta de crédito internacional, ni manera de salir adelante. Así que cuando se abrió la puerta de ese departamento en Ondina me invadió una mezcla de alegría y alivio total.

Quizás la alegría me duró mucho, porque no me enteré que durante mi viaje los militares habían secuestrado a mi primo en Buenos Aires. No se por qué no me enteré, pero creo que fue porque en esa época la primera reacción de los familiares ante un secuestro por parte del gobierno era, absurdamente, confiar en que el gobierno iba a solucionar todo y dejar a la víctima libre. La gente iba a las comisarías, hacía denuncias, y a veces, como en la fábula de Esopo, entraban y no volvían a salir. Las víctimas del aparato represor del gobierno no tenían realmente idea de lo que estaba ocurriendo. La analogía con el régimen Nazi es muy fuerte.

Una de las razones por las que hice Educ.ar en Argentina y Chile 25 años más tarde, fue por mi convencimiento de que si hubiera habido internet los militares de esos países no hubieran podido controlar los medios y matar a tanta gente inocente. Pero en esa época no se sabía nada. Las radios, televisiones, periódicos, estaban todos tomados por los militares que secuestraban, asesinaban, torturaban periodistas disidentes como a Jacobo Timerman, padre de mi querido amigo Javier Timerman. Así fue que, sumido en la inocencia total, ignorante de que durante esos días, mientras yo ligaba con bahianas y hasta trabajaba de guía turístico, mi querido primo hermano estaba siendo asesinado.

En marzo, luego del carnaval y gracias a la ayuda económica de mis tíos, pude comprar un boleto (billete) de omnibus (autobus) y viajar de Bahía a Punta del Este sin hacer dedo. El viaje duró 5 días parando sólo para cambiar de autobus. En uno de esos trayectos conocí a una hermosa brasilera con la que se ve que me enrollé tanto que inclusive en el Brasil del «valetodo» nos hicieron bajar del autobus.

Al llegar a Punta del Este conocí a la que fue mi primera novia, porque la que hubiera podido ser mi primera novia, como conté, se había tenido que escapar a Madrid. Las brasileras nunca llegaron a novias y mi amor por Isabella no había sido correspondido. Quizás por ese tortuoso inicio de vida romántica mi primer enamoramiento fue un romance total, ella tenía 15 y yo 16, pero no recuerdo como teníamos acceso a un coche (creo que algún amigo más grande nos llevaba de un lado para otro) y nos enrollamos no en Punta, sino en La Coronilla. Recuerdo que en ese viaje estábamos con otro chico que luego resultó ser empresario de Internet en Nueva York.

Hay gente que piensa que la virginidad es una sola. Yo creo que hay tres que en general se pierden por separado. Una es la que todos conocemos, la de coger (follar) por primera vez, otra es la de hacer el amor, estar enamorado y follar por primera vez gozando plenamente, y la tercera –que en general llega más tarde– es concebir, hacer el amor con el deseo de ser padres. Yo perdí mi primera virginidad en el sentido estricto de la palabra a los 13 años en un prostíbulo de Punta del Este llamado Hiroshima, que estaba decorado con una bomba atómica que colgaba del techo. Bastante patético todo. Yo era muy jóven y no estaba preparado realmente para el sexo y fué una desilución. Pero la pérdida de la segunda virginidad compensó con creces al ambiente sórdido de la primera. Fue 3 años más tarde y se ve que los dos estábamos muy listos para amarnos y gozar. La experiencia fue profundamente romántica.

Para los que vivíamos los horrores y el miedo de Buenos Aires y podíamos escaparnos a Uruguay o Brasil –aunque estos países, especialmente Uruguay, también tenían sus dictadores– viajar era estar en libertad. Aunque todos estos países tenían dictadores estos no se pisaban los territorios. Cada dictador, sea Pinochet o Videla, se ocupaba de torturar a los suyos. Los uruguayos torturaban a sus ciudadanos, los argentinos a los suyos (aunque los argentinos fueron especialmente sanguinarios y mataban también a bastantes extranjeros, cosa que hizo que los militares argentinos fueran y sean aún buscados por cortes internacionales en muchos países). Es por esto que pese a que Uruguay tenía su dictadura, para mi aún representaba libertad y mi novia y yo podíamos amarnos allí sin problemas.

Sigo sin recordar como me comunicaba yo con mis padres o dónde estaban ellos cuando volví de Brasil a Uruguay. Supongo que en Buenos Aires. Supongo que mi padre, el tío medio adoptivo de David, cuyo padre había muerto de un ataque al corazón pocos años antes en La Patagonia, estaba tratando de averiguar si aún estaba con vida. Pero me entristece no recordar casi ningún trato con mis padres durante ese año.

Lo que si recuerdo es que la vuelta a Buenos Aires fue un shock. Me enteré de la desaparición de mi primo y me angustié tanto que me enfermé gravemente. Los médicos decían que tenía difteria. Yo no se qué tenía, pero recuerdo dos cosas. Una, que tenía tanto pus en la garganta que me ahogaba y que me daban inyecciones de Keflin. El horror de esta enfermedad duró 2 semanas y bajé 9 kg. Así recibí la noticia de la desaparición de David, con quien me había pasado la infancia jugando y era mi único primo. El que me había enseñado un condón por primera vez y cuando me preguntó que creía yo que era, le dije convencido «un globo de cumpleaños». La otra cosa que me puso especialmente triste al volver a Buenos Aires es que el padre de Rody, uno de mis compañeros de viaje a Brasil, al enterarse que mi primo había sido secuestrado por los militares, le prohibió verme. Rody le obedeció y yo me sentí enormemente traicionado. Esto me causó un profundo dolor. Me sentí un paria, un intocable. Años más tarde lo entendí. Los militares mataban como si lucharan contra una epidemia imaginaria. Ellos jugaban a la mancha, yo te toco, ellos te matan.

Para colmo, y no se bien por qué (se lo podría preguntar ahora a mi madre que tiene 68 años a ver si lo recuerda) pero al curarme mi madre me mandó de vuelta a casa de mi padre donde yo no quería ir. Mientras tanto, como no tenía que ir al colegio y estaba haciendo tiempo para ingresar a la New York University, donde había solicitado ingreso y me habían aceptado, decidí buscar trabajo. Mi padre planeaba el exilio y su vida era un verdadero caos. Durante el año anterior había corrido regatas en el Río de la Plata y conocido a un armador (dueño de un astillero) a través de mi madre que me ofreció un trabajo de ayudante de carpintero. Lo acepté, ya que mi plan era trabajar en una fábrica y no en una oficina. El plan era en parte ideológico. Yo, como dije, era socialista y creía que los obreros estaban siendo explotados (aún creo que en cualquier mercado laboral en el que hay desempleo los obreros están explotados), pero siendo una persona lógica recuerdo comentar con mis amigos que era absurdo hablar de la lucha por los derechos de los trabajadores sin haber trabajado nunca. Además, argumentaba que para entender como era la vida de un obrero, había que ser obrero. Así fue que terminé de obrero en un astillero en San Martín, de marzo a junio de 1977. Mis recuerdos de esa época son trabajar mucho, ver mucho a mi novia, tener muchas relaciones sexuales, estar muy enamorado, tener mucho miedo a los coches Ford Falcon que usaban los militares y policías vestidos de civiles, escaparme antes de empezar el servicio militar (porque a mi primo lo habían secuestrado la noche que iba a entrar a hacer el servicio militar), organizar mi vida alrededor del estado de sitio y los toques de queda y preocuparme por mi hermanastro que se drogaba muchísimo junto a sus amigos y además vendía drogas.

Los días de aprendiz de carpintero eran eternos. El primer día de trabajo el carpintero jefe miró mis manos de pianista (no se tocar el piano, pero todos dicen que tengo manos de pianista) y vi como se dibujaba una sonrisa burlona en la cara de Joe Tenazas (el apodo fue inspiración de mi amigo Max) y me dijo, «pero vos no trabajaste un día de tu vida, ¿no?». Así fue como por falta de experiencia me puso a lijar quillas de veleros y a la semana de lijar quillas estaba que me moría. Claramente la vida de los obreros era una mierda, eso estaba claro, ya lo había aprendido. Pero no renunciaba, seguía lijando quillas esperando la hora de comer el asadito que era el único lujo del obrero argentino. Yo creo que la gente que nunca hizo un trabajo manual, como será el caso de los lectores de mi blog, no saben lo que es lijar una quilla durante las 8 horas laborales seguidas. Aclaro, es simplemente peor de lo que se imaginan. Cuando yo hoy en día escribo artículos diciendo que los franceses son unos ridículos porque limitan la jornada semanal a 35 horas, pienso en trabajos como los que hago ahora y las 70 horas o más que trabajo a veces. Pero entiendo perfectamente como alguien cuyo trabajo es lijar quillas mirando un reloj que se mueve a la misma velocidad que cuando están reparándote una carie quiera la semana de 35 horas. Es más, entiendo como puede querer cobrar seguro de desempleo y quedarse en su casa. Así fue que en medio de este sufrimiento –donde además de lijar y lijar tenía a Joe Tenazas diciéndome cuán mal hacía mi trabajo (y lo peor es que tenía razón)– cuando un día por megafonía del astillero preguntaron si alguien hablaba inglés, salí corriendo hacia la gerencia diciendo que si. Y ese fue mi último día como miembro de la clase obrera, porque con mis 17 recién cumplidos entré en la gerencia empresarial y nunca volví a salir de ahí. El tema fue que no solo empecé a traducir el contrato para que el astillero pudiera construir un velerito de 21 pies, sino que me metí en las negociaciones y terminé sacándole mejores condiciones al diseñador francés, cuyo nombre no recuerdo. Me quedé en la gerencia hasta que me fui a Estados Unidos, e inclusive mi primer trabajo en Estados Unidos mientras era estudiante siguió siendo hacer consultorías para el astillero.

La historia de mi llegada a Estados Unidos también obedece a uno de esos absurdos planes adolescentes que me hacía yo. Todo tenía una lógica en este mundo, donde mi primo había desaparecido de la manera más ilógica. Mi argumento era el siguiente. Me habían aceptado en NYU, en Nueva York, pero yo en vez de ir a Nueva York volaba a San Francisco. ¿Por qué? Porque «¿cómo me iba a ir a vivir a un país que no conocía?». Si ya conocía todas las provincias argentinas menos San Juan y Catamarca (aún no las conozco), tenía que recorrer bien Estados Unidos antes de llegar a Nueva York. Además mi primo no aparecía y mi padre finalmente se había dado cuenta de que la cosa estaba peligrosísima y lo mejor era que nos fuéramos lo antes posible. Lo raro del caso es que aunque una parte del gobierno norteamericano, los republicanos, se dedicaban a entrenar a militares en sudamérica para torturar y asesinar civiles, otra parte, los demócratas, y en nuestro caso el querido senador de Nueva York Patrick Moynahan, nos rescataba y daba a mi padre y a todos nosotros visas de refugiados (hace un par de años pude agradecer a su viuda en una cena en la casa de Jim Wolfenson, que dirigía el Banco Mundial).

Esto quiere decir que no solo me había hecho 8000 kilómetros entre enero y marzo del 77, sino que entre junio y agosto me hice 6000 más. Esta vez viajando de San Francisco a Los Angeles, Santa Fe, Phoenix, El Gran Cañón, Denver, Boulder, Omaha, Des Moines, Toronto, Montreal, las Cataratas del Niágara, y muchos otros sitios antes de llegar a Nueva York. Pero en Estados Unidos no me resultó fácil viajar a dedo. A la segunda vez que un homosexual trató de meterme la mano encima me di cuenta que el sexo en USA no era como en Brasil, y me compré un billete de Greyhound Bus con el que podía cruzar Estados Unidos por solo $75.

El cruce de Estados Unidos fue quizás más interesante, pero mucho menos divertido que el viaje por Brasil. No se trata del idioma, que hablaba bastante bien, sino que la gente en Estados Unidos me parecía rara, no la entendía. A diferencia de Brasil, los autobuses estaban llenos de personajes solitarios, a veces psicóticos. Si en Brasil me invitaban a una boda, en Estados Unidos no me daban absolutamente nada sin pagar, nadie parecía interesarse por mi, me sentía increíblemente solo. Llegó un momento en el que, pese a los horrores que había vivido en Argentina, extrañaba Buenos Aires, donde al ser víctima aún era alguien. En USA no era nadie.

Al llegar a Nueva York me sentí tan contento de ver a mi padre que hasta su esposa, a la que nunca había querido mucho, me pareció simpática y ni hablar de la felicidad de ver a mi hermana Paula. Eran mi familia y estaban ahí, en Grand Central, para recibirme. Así llegué al final de este viaje, que había empezado en la biblioteca del Ministerio de Educación y que terminaba en Nueva York, concretamente en la New York University, en la que estaba por empezar mis clases y mi padre había conseguido un trabajo de profesor. Un viaje en el que yo sobreviví y mi primo David Varsavsky no. Mi primo, para el que hice construir en el colegio Toledano de Alcobendas (al norte de Madrid) el único polideportivo donde los chicos que son en su mayoría judíos, juegan todos los días viendo su nombre.

¿Por qué decidí que su tumba fuera un polideportivo lleno de chicos? Porque David solo tuvo infancia. Solo un chico podría entender su vida y sólo los chicos la van a entender. Y decidí que fuera un colegio judío porque aunque David, como yo, no era religioso, los antisemitas que lo mataron no hacen distinciones tan sutiles, ellos odian a los judíos como si fuéramos una plaga. No digo que a David lo mataron por ser judío, porque no lo se, pero las estadísticas muestran que una persona tenía 12 veces más probabilidad de ser asesinada por los militares si era judía.

En España hubo una persona que entendió muy bien el gesto de hacer un polideportivo en Alcobendas, Alberto Ruiz Gallardón, el hoy alcalde de Madrid. Cuando Ruiz Gallardón era presidente de la comunidad de Madrid, no se cómo se apareció en la inauguración del polideportivo y dio un discurso muy conmovedor. Había estudiado la historia de mi primo David y la relató muy bien. El segundo homenaje a mi primo fue haber hecho Educ.ar. Para mi Educ.ar, aunque no directamente ligado a David Varsavsky, es más que un homenaje, es una estrategia de prevención para que un pueblo no pueda ser tan brutalmente engañado nunca más. Y durante este proceso de reconciliación con la Argentina que tan mal me trató lo que fue emocionante fue el reencuentro con los propios militares, ya reformados en Campo de Mayo. Aunque cueste creerlo, fue el ejército argentino que distribuyó y distribuye las computadoras de Educ.ar . Hay gente que no puede perdonar. Yo si. Cuando estuve con el comandante Bendini y sus colegas sentí realmente que el ejército argentino nunca más haría lo que está tan bien descrito en el Nunca Más.

¿Por qué hice tantas cosas por David? En parte porque lo quería como a un hermano. Pero debo reconocer que nunca me quedó claro a qué Varsavsky fueron a buscar los militares cuando se llevaron a mi primo. Y nunca me quité del todo la culpa de si me salvé por estar en Brasil. Porque aunque yo era socialista declarado yo se que mi primo David era solo un chico que iba al industrial y había aprendido a reparar radios y televisiones para ganar algo de plata. Nada más.

Sigue a Martin Varsavsky en Twitter: twitter.com/martinvars

Sin Comentarios

Jaime en febrero 8, 2008  · 

y el dinero que ta acabas de ahorrar en terapia con este post. Bravo, plas-plas

3,0 rating

Silvia MV en febrero 8, 2008  · 

nº 1 desde luego hay respuestas tremendamente sibilinas y muy irónicas.

Una vida tremendamente dificil la de Martín.

3,0 rating

santiago. en febrero 8, 2008  · 

solo puedo decir: excelente lectura.

3,0 rating

Pablo en febrero 8, 2008  · 

Impresionante Martin.
Lo mejor que te he leido nunca.

En breve…lo pondre en mi blog.

3,0 rating

David en febrero 8, 2008  · 

Martín,

Nunca me hubiera imaginado el desarrollo de tu historia de esta manera.

Como Argentino que soy, tengo que decirte que es admirable y ademas muy motivante para alguien que aunque de diferentes formas, esta pasando por vivencias muy similares.

Un abrazo y ojala algun día podamos conocernos.

Gracias por contar tus experiencia.

David García | dehgarcia@dineromail.com
http://www.dineromail.com

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Josema en febrero 8, 2008  · 

Una autentica historia de pelicula. :’-)

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LupoAlberto en febrero 8, 2008  · 

Este post parece una parodia, es de lo más ridículo que he leído. Gracias Fuckosky por recomendarlo!!

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Santiago L. Moreno en febrero 8, 2008  · 

Para que, después, la gente te critique con acusaciones sin fundamentos, como que puedan decir que eres oportunista, etc. Pero hay que saber aprovechar todas las oportunidades… no lamentarse de no haberlas aprovechado.

De todos modos, ya te quejaste en alguna ocasión de ese mal endémico de España llamado ENVIDIA.

Lo dicho, después de esto solo cabe darte la enhorabuena, y pedirte que no dejes nunca de hacernos disfrutar con tus andanzas, memorias o cualesquiera cosas que tengas a bien compartir con nosotros.

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Ana en febrero 8, 2008  · 

Lo que es insólito es que personas que fueron perseguidas por el régimen militar por defender al país de un sistema de entrega total que «basaron inteligentemente» los militares luego sirvan convenientemente a ese sistema .

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Nefy en febrero 8, 2008  · 

Martin, me ha sacudido la descripción de aquello por lo que pasaste en Argentina. Naci en un pais comunista en el cual despues de 18 años aun quedan muchisimos rastros de una epoca pasada, sanguinaria, negra y desoladora, no llegué a conocerla pero el recuerdo de aquellos que la vivieron me ha hecho comprenderla y temerla.

Espero que no te moleste que haya hecho una parabola del episodio de Isabella en mi blog[http://alfredrip.blog.com], a mi recientemente me pasó algo similar.Si tienes algún inconveniente escribeme a ripforti[arroba]yahoo[punto]ie y lo retiraré.

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def111 en febrero 8, 2008  · 

Estimado, a modo de dato, te cuento que aquella canción que cantaba Mercedes Soza pertenece a la gran cantautora chilena Violeta Parra … ella merece los créditos

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Edith en febrero 8, 2008  · 

al fin Ana de nuevo. me hacias falta.

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El Bambi en febrero 8, 2008  · 

Eso, Ana, era preferible entregarles el país a los montoneros. Vivan la Unión Soviética y el Muro de Berlín. Democracia a la cubana para todos.

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Mariano Feuer en febrero 8, 2008  · 

Te felicito Martín… es un texto escrito desde el corazón. Atropellado y vertiginoso, lleno de vida y de fuerza. Es bueno conocer esta otra parte, te hace más persona para todos nosotros

Abrazo desde el sur del sur
Mariano

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snick en febrero 8, 2008  · 

Si fuera guionista, de tu vida, hacia el guión de mi vida :). Impresionante. Espero que algún día te decidas a escribir tus memorias.

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El Bambi en febrero 8, 2008  · 

Martín, quiero aclarar una cosa porque además toda esta historia te llega al corazón. No comparto en absoluto las barbaridades que hicieron los militares en nuestro país y lamento mucho las pérdidas que sufrió tu familia. Solo quiero decir que también hay gente que perdió vidas y no por obra de los militares sino de otros, que ahora vienen a decir que defendían «al país de un sistema de entrega total». Pretendo que algún día haya cierto consenso en que los desastres que ocurrieron en la Argentina no fueron todos por culpa de los militares. Ellos fueron grandes protagonistas en todo aquello y no dejaron una sin hacer, pero hubo muchos responsables que hoy la van de grandes demócratas y en su momento hasta negociaron con la dictadura. Y en cuanto al terrorismo, no era un grupo de «jóvenes idealistas» sino gente que quería una dictadura a lo Castro en el país, no eran ningunos nenes de pecho como dicen algunos. Al padre de alguien que conozco lo mataron delante de toda su familia a sangre fría, y esto sucedió de verdad. No ha habido justicia para esa familia.

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Nicolas Granelli en febrero 8, 2008  · 

Soy argentino y nací en el 83, justo en la vuelta de la democracia.

Antes que nada, tu artículo me emocionó hasta las lágrimas. Y te voy a decir algo: El argentino se olvida de mi generación en relación a este tema. En la escuela mucho no se habló, o porque el profe de turno había apoyado en su época a los militares, o por algún miedo. La cuestión es que es impresionante la gente de mi edad, y más chicos, a los que estos temas no les importan. No entienden lo que pasó. No les interesa. Y si no tuvieron algún familiar desaparecido, ni en su casa se lo cuentan.

Vos decís que conociste a los militares actuales, y no hay posibilidad de que vuelva a pasar. Yo te digo que en mi colegio no me hablaron del libro Nunca Más. Yo le tengo miedo a que la lección no se haya aprendido no en los militares, si no en la gente común y corriente.

Saludos, y felicitaciones por haber escrito este artículo, seguro te costó un par de lágrimas y un dolor de garganta escribirlo, como a mi leerlo.

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Bolsa en febrero 8, 2008  · 

Martín, impresionante este relato. Me alegra ver que no siempre triunfan los mismos.
Eres un ejemplo para mucha gente que ha pasado por situaciones similares en otros países, incluido España.

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Jaime en febrero 8, 2008  · 

Silvia, Martín, perdón si mi respuesta parecía sibilina, no era mi intención. Realmente creo que escribir es terapéutico. Lo siento…

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bonhamled en febrero 8, 2008  · 

Excelente, excelente blog y solo una consideración.
Si se obvia la palabra argentina y se cambia los nombres de las calles por otras que acaben en Strasse y se dice que es Varsovia, Viena, Frankfurt estás contando la historia del holocausto. Esa, la de la muerte por la muerte, la del terror sin fin, la que la vida se resiste a pensar que existe.
Enhorabuena por el blog, lectura obligada pero sobre todo por este post porque, en realidad, es como la trilogía de Primo Levi, salvando las obvias distancias, pero con la cercanía al terror, la esperanza y el horror.
Enhora buena de nuevo … hay que leerlo otra vez.

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Ana en febrero 8, 2008  · 

Edith: estuve de paseo en zonas medias semisalvajes «desInternetizadas».Ahora estoy de vuelta.Mis saludos a tí
Mira El Bambi ,tu no me entiendes pués seguramente eres muy joven.
Lo que quice decir es lo siguiente:Muchas personas que dicen haber sido perseguidas por los militares ahora se han convertido en grandes «globalizadoras».
No estoy NI CON LOS MILITARES ,NI CON EL ETERNO RETORNO A LOS DESAPARECIDOS ,NI CON LA GLOBALIZACION.
Si me entendès te doy un premio.
Leo el otro comentario a Martín ,creo coincidir en parte con vos.A una amiga mía ,que adoraba a su marido ,se lo entregaron en cuatro partes por la bomba puesta en el comedor militar de PARANA Y MITRE.

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Fer en febrero 9, 2008  · 

Excelente narración, por momentos me hizo recordar aventuras pasadas aunque no tan arriesgadas como las que cuentas. Hace 30 ó 40 años atrás, en Latinoamérica había otra mentalidad, la inseguridad no era tanta como la de hoy, ni tampoco proliferaba el uso de drogas diversas. Añoro esas viejas épocas, los primeros amores (platónicos), los primeros trabajos, ¡el primer polvo!, en fin. Felicitaciones.

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Gustavo Puy en febrero 9, 2008  · 

Ufff… Que te puedo decir ! Me conmueve profundamente todo esto, oscilando entre la indignación, la risa, la campasión, la ira… Parece que el poder volver de las cenizas es una característica de todos los emprendedores exitosos…
Respecto de nuestro querido país… Ha sido siempre tan ridículo… Peleando guerras que no son las nuestras, mientras se nos hundía el barco. Por supuesto, todos mirando para otro lado como si nada pasara.
Aunque no nos conocemos, un fuerte abrazo Martín.

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Nacho en febrero 9, 2008  · 

Martín,

Tengo 17 años, vivo en Buenos Aires, obviamente por mi edad no viví esa época pero creo que el Gobierno actual, (basándome únicamente en lo que he leído para poder opinar), es revanchista y no ayuda en nada.
En primer lugar CREO que la cifra de 30.000 desaparecidos no es correcta pero aún habiendo 2, 5 o 100.000 desaparecidos es absolutamente espeluznante lo sucedido.
También creo que los juicios a militares recientes por causas que no prescribieron por ser «crímenes de lesa humanidad» (calificación con la que estoy de acuerdo) fueron correctos pero se absolvió a reconocidos Montoneros como Firmenich porque según la «bendita» justicia argentina los crímenes cometidos por este señor como el asesinato de Aramburu si podían prescribir. Recordemos que estos terroristas tomaron parte de la selva tucumana y se especulaba con que tomasen la provincia.
Es totalmente cierto el modo en que se perseguía a la gente, tal como lo describís, pero creo que también hay que ajusticiar a los miembros del ERP y de Montoneros y no reivindicar la violencia como algunos miembros de Abuelas de Plaza de Mayo como la Sra. Hebe de Bonafini.
Leo tu blog desde hace poco ya que veranee en Punta del Este y encontre de casualidad tu video sobre José Ignacio.
Te felicito por el excelente posteo. Estaría bueno que amplies porque estás a favor del aborto ya que en la Argentina la gente que dice estarlo flaquea a la hora de debatir.
Nacho

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humor en febrero 9, 2008  · 

Estoy enganchado,y después de leer el artículo de hoy, mucho más.

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Nicolás Mango en febrero 9, 2008  · 

Lo resumo. Gracias a este post te conocí, y una serie de sucesos positivos pasaron gracias a ello.

No tengo absolutamente ninguna duda de que este fue el mejor post que hiciste en el blog. Lejos.

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David Serra Martín en febrero 9, 2008  · 

Leo, de nuevo, tu entrada, desde Tarragona…mientras mi hija Flàvia, de siete años, reproduce los ejercicios de clase en su pizarra de juguete, tratando de enseñar a sus muñecas lo que ha aprendido en clase… Me detengo a pensar en lo extraodinario que resulta el acto de la comunicación global de nuestro tiempo, cómo vamos abriendo nuestras vidas a los demás, y de cómo su influencia resulta trascendental en el devenir de nuestra existencia. Recuerdo el descubrimiento de tu blog a través del blog de Enrique dans y de lo sugerente que me resultaron tus notas sobre el entorno global y digital. Luego pasaron a convertirse en un punto de referencia obligada, acompañando madrugadas y desayunos bien cargados de cafeina. Lo cierto es que me gustaría transmitirte el agradecimiento de tantos buenos momentos que han propiciado acciones en mi vida dirigidas a remover la atonía de mi ciudad. Gracias por ello, Martín.

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José Carlos Maguiña en febrero 9, 2008  · 

Hola Martín. Siempre es grato leerte, mas aún esta entrada. He vuelto también a mis 17 (tengo 42). Pasé en Perú la época terrorista de Sendero Luminoso y la represión de estado. Las consecuencias aún quedan, es parte del pasado inmediato y estamos saliendo de ello. Mi comentario va hacia el por qué? antes pensaba que era el efecto de la lucha de clases, luego que era una fluctuación de las corridas sociales, mas adelante que así era en todas partes de L.A. y hoy al leer a Naomi Klein en su libro «La doctrina del Shock…» está mas claro todo: Vivimos en un sistema donde empresarios como tú tiran para el bien y el crecimiento en común, pero hay toda una clase de empresarios llamados «capitalistas» (los mas) que tiran hacia lo que M. Gandhi dijo: La codicia, la raíz de todos los males. Ahora comprendo mejor el estado de las cosas (de antes, de hoy, y de mucho tiempo mas). No conozco el tema judío, tutsi, ashuar o matsigenga; pero para el capitalismo de los Rumsfeld y demás, aquí no hay etnias ni razas: Hay mercados que explotar. Ten cuidado con todos ellos. Te deseo todos los éxitos en Tokio, Bombay y Cusco, así como en todo el mundo. Hasta pronto.

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jmts en febrero 9, 2008  · 

Me encanto este post, de lo mejor q lei en este blog, mis felicitaciones Martin!!, y al xaval q escribe mas arriba, nacho, podrias extenderte un poco mas con la historia de Firmenich??, esq por casualidades de la vida es mi profesor de microeconomia, que es lo q hizo realmente este señor??

Aclaro q vivo en Tarragona, q es donde Firmenich da clases.

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daniel en febrero 9, 2008  · 

exclente el comentario
Pero … tambien recuerda aquellos (like me) que nos tuvimos que quedar porque no habia otra posibilidad y … bueno habia que trabajar, vivir, con unos 25 años, una familia… quieras o no tenes que compartir y si gritabas te slenciaban, si hablabas te hacian callar… pero habia que seguir para estar hoy y ahora …

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El Bambi en febrero 9, 2008  · 

Ana, te entiendo perfectamente. Te mando un abrazo. Perdón si mi primer comentario puede haber sonado agresivo.

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Alejandro Canepa en febrero 9, 2008  · 

Te preguntaron algo concreto y contestaste de otros temas, eso es una patología cuyo nombre en este momento no me acuerdo como se llama, y el no acordarme también es otra patología, en este caso mía.

Por otro lado estoy harto de esos periodistas que se ponen en el centro de la atención del reportaje.

Sin importarle que el centro de la atención del reportaje es el entrevistado y no él, que es solo el periodista.

Estoy harto de esos periodistas que hablan más que su entrevistado, elaboran preguntas de tres minutos y la respuesta del entrevistado es un si o un no.

Haciendo un paralelismo, el este blog pasa lo mismo, estoy harto de esos lectores de este blog que hablan más que el propio dueño del blog. Estos lectores creen que el blog es de ellos y no es así.

Me molesta esos los lectores que escriben demasiado y cuyos comentarios no los deberías publicar, algunos demasiados largos.

Estos lectores parece que quieren hacerle sombra al dueño del blog, porque no se crean su propio blog y se dejan de molestar en este, les paso una dirección http://www.bloguer.com
allí pueden crear su propio blog y escribir lo que quieran.

Ególatra que se cree el centro del universo, piensan que a alguien le importa lo que le pase en su vida. A quien carajo le importa lo que a él le pasa en su vida.

Y todavía son tan desubicados que hasta dicen malas palabras, hablan de cualquier tema nada que ver con el tema principal del artículo del blog.

Además con un estilo petulante, pedante, arrogante, sarcástico, y soberbio, habla como si se las sabiera a todas. Para cualquier tema tiene una opinión.

De seguro es un típico jopende argentino y cheronca que viene a decirnos como se hacen las cosas.

Además con delirios místicos y lo más patético es que la gente lo vota y lo felicita, estamos todos locos?

Lo que más me molesta es que parece que se nos burla y nos quiere tomar por idiotas, ya todos sabemos de quien estoy hablando, no hace falta que lo nombre.

PD: se acuerda que estoy de ayudante de casero, bueno sigo en la casa, esto parece el gran hermano, todavía no me echaron, es más les cuento, en cualquier momento habrá sexo, y si puedo lo comento, les doy una pista, está la madre de unos 43 años, esta la hija de 20 y un hijo de 18, en el próximo comentario les cuento como van las cosas.

Alejandro Canepa

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El Pelas en febrero 9, 2008  · 

Martin tronco, desde que has estado en Mineapolis a 25 grados bajo cero se te han congelao las ideas.

Cada vez blogueas menos, y cuando blogueas te autopirateas… ¿Cuando vas a publicar el post explicando como pegaste tu primer pelotazo hackendo lofts en NYC con el Leo?

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Sil en febrero 9, 2008  · 

Conmovedor
Viví en ese tiempo y lugar (yo tenía 7 años),puedo sentir las profundas marcas que me dejó crecer en esa epoca.
Sin dudas tu mejor post
Es cierto que te ahorra tiempo y dinero en terapia,te envidio.

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Rodolfo Llanos en febrero 9, 2008  · 

Que paso Martín?
Recién leí en mi Google Reader los comentarios de ElPelas donde dice que lo has censurado?
Se que eres un tipo digno de admirar por tu apertura. Tú no eres de esa clase de personas así que debe ser seguramente un problema de actualización del blog.
Abrazo
Rodolfo Llanos
http://www.soloingles.com

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JA en febrero 9, 2008  · 

¿Este Post no lo escribiste igualito igualito hace tiempo..? SI.

Hasta lo de «..Yo creo que la gente que nunca hizo un trabajo manual, como será el caso de los lectores de mi blog, no saben lo que es lijar una quilla durante las 8 horas laborales seguidas…….».

Eso te lo contestamos unos cuantos. ¿Porqué lo repites..?

Salutes.

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Silvia MV en febrero 9, 2008  · 

nº 19 «Jaime» ese perdón tuyo me ha dejado perpleja, creo que lo que escribiste es muy bueno, de hecho te puntué al máximo.

Si hay algo de irónico, es la última frase de mi primer pots,

Ah!! estoy segura que Martín está curado de espantos sobre las respuestas de sus lectores.
«Pájaro viejo no entra en jaula» él tiene ya mucha experiencia en estos temas.

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no puedo en febrero 9, 2008  · 

me encantó… me emocionó… yo también lo descubrí hace un tiempo y fui una más de los tantos lectores que te habrán pedido… no sé… que escribas un libro… no me acuerdo bien lo que te dije en ese momento… pero esto de subirlo de vuelta, me pareció una idea brillante, para que todos puedan leerlo, para que todos puedan comprender mejor la historia del país a través de tu propia historia, maravillosamente contada… creo que te dije algo así :–) … apasionante. gracias.

p.d: … y lo de tu primo, Martín … no pierdas nunca esa sensibilidad, que sorprende…

p.d.1 : y sí, es el mejor post.

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Juan Navidad en febrero 10, 2008  · 

#28,

Muy buena Naomi Klein y su “Doctrina del Shock…” Podéis ver un vídeo-resumen en:
The shock doctrine subtitulada al español
DIRECTED BY JONÁS CUARÓN. Alfonso Cuarón, director of «Children of Men», and Naomi Klein, author of «No Logo», present a short film from Klein’s book «The Shock Doctrine: The Rise of Disaster Capitalism.»
http://www.youtube.com/watch?v=_nNJM0kKrDQ

-Disculpad el texto bilingüe-.

Y Martin, el texto sobre tus 17 años es emotivo, ya te lo dije cuando lo escribiste, pero cambiando de tema, hay varias cosas que te recomiendo para que tu blog no pierda interés para quienes llevamos un tiempico por estos pagos 🙂 :
->no te repitas…
->responde a los temas de actualidad tecnológica, que interesan a tu público
->abandona los temas en que nos cuentes lo bien que se vive siendo rico
->o bien abandona los temas solidarios (juntos se llevan mal)
->no nos metas en el mismo saco a las personas que tratamos de aportar cosas (no sólo peloteo) y a quienes te han insultado de modo injustificado
->y no nos ignores a algunos usuarios que, como yo, queremos saber qué piensas sobre cuestiones concretas y pasas de todo…
->pregunta lo que pensamos, interésate. Recuerda que esa fue la esencia de FON. Pronto llegará la venta y el cierre del blog y no estaría de más que, mientras tanto nos sintiésemos útiles o, al menos, participativos/as…
->ah, y que no parezca que este blog es un contestador automático que otros administran y al que entras de puntillas para poner los textos y poco más…

No me guardes rencor. Si fueras menos orgulloso, no te tomarías a mal mis mensajes. Una persona no es mejor amigo/a porque te diga que sí a todo, sino porque te dice lo que piensa -sin ofender-…

Saludines,
Juan Navidad

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Martín en febrero 10, 2008  · 

Martín,

Gracias por compartir tan increíble historia. No pude dejar de leerla desde el comienzo al final. Cuando vos tenías 17 años, yo recién nacía, por lo que el golpe militar, solo lo conocí (gracias a dios) por como me lo contaba gente mayor… de cualquier manera, leyendo bastante sobre ello, no entiendo como algo pudo haber pasado.

Y es muy acertado, eso que indidcás sobre internet. Seguramente no hubiese sido tán trágico, si todo esto que pasaba en Argentina, se terminara sabiendo em muchos lugares del mundo.

Te felicito, y mas, por que con una historia como la tuya, llegaras tan alto.

Un abrazo
Martín

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fabiolo en febrero 10, 2008  · 

Allá por el mes de agosto se me nubló la vista al leer este post, hoy una lágrima rebelde vuelve a asomarse. A veces tengo la sensación de haber sido tocado por la varita de algún ángel, si es que eso pudiera existir, y eso a pesar de todas las cosas malas que me han tocado vivir, perder a mi padre a los 8 años no es algo que se supere fácilmente, aún hoy a mis 44 años sigo emocionándome con su vago recuerdo, a los 15 se fue mi tío Suso quien se había hecho cargo de la familia, lo que nos dejó en el desamparo total del que hubo que salir a fuerza de voluntad y trabajo, pero a lo que iba es que siempre pienso que si hubiera nacido 2 o 3 años antes mi historia habría sido otra, seguramente más corta, a mi me tocó el rebelarme un poco después, cuando lo cosa no estaba tan jodida, pero no tengo ninguna duda que antes hubiera hecho lo mismo, también fui «militante» y siempre me acordaré cuando al empezar a trabajar en el Mercado Central de Buenos Aires fui seguido durante dos días por un «Falcon verde» con 4 gorilas adentro, el miedo que sentí esos días es indescriptible…, no quería estar en la calle por miedo, no quería estar en casa por miedo…, y estábamos ya en 1983…
Por meses libré de Malvinas, otra marca en el corazón de los argentinos, precisamente estos días estoy recuperando el contacto con un amigo ex-combatiente, al que según me cuentan de vez en cuando le entra la nostalgia…, vamos a llamarlo así…
También tuve mi viaje, mis viajes (las garotas…, un vicio ya sabes…) a Brasil…, Santa Catarina, Rio, Bahía…, una pasada. Aún hoy veintipico de años después gozo con el recuerdo de aquellas aventuras, de aquellos amores fugaces, también hubo una Isabella en mi barra, también luchamos, por conseguir sus favores…, también triunfó la amistad…
Mi vida no está plagada de éxitos en los negocios como la tuya, mis intentos en ese campo fueron vanos :-), pero no me quejo ya que tengo una familia hermosa, unos amigos de fierro, tanto en Argentina, como en España, y unos recuerdos fabulosos de cosas vividas que al fin y al cabo es lo que nos vamos a llevar…
Un abrazo sincero…, y gracias…

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Natalia en febrero 10, 2008  · 

Para mi es «ni Montoneros, ni milicos». Son la misma cosa con distinto olor. A mi viejo casi lo matan los montoneros por el simple hecho de trabajar en una empresa Norteamericana. Pusieron sus fusiles en el puente de la Avenida Henry Ford y amenazaron con matar a quien saliera de la empresa si no les entregaban ambulancias. Imaginate a Castels armado.
Mi viejo safo porque se demoro en salir pero el ingeniero que salio antes que el no tuvo la misma suerte. Si TODOS los que cometieron abusos hoy estuvieran presos y se hiciera una revision como corresponde para que esto NUNCA vuelva a suceder, hoy seriamos un pais unido y podriamos mirar hacia el futuro del vez de mirar siempre al pasado y utilizar el revanchismo. Hoy esos jovenes «idealistas» no solo NO estan presos sino que nos GOBIERNAN y nos ROBAN. No solo eso sino que hacen apologia del gobierno de Fidel Castro y Hebe de Bonafini puede hablar bien de la FARC y festejar la caida de las torres gemelas con total impunidad. Yo como centro derecha tengo que hacer autocritica por los personajes nefastos con los que tengo que convivir en este lado del espectro politico. Cuando van a hacer lo mismo desde la izquierda??

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ElPelas en febrero 10, 2008  · 

“..Yo creo que la gente que nunca hizo un trabajo manual, como será el caso de los lectores de mi blog, no saben lo que es lijar una quilla durante las 8 horas laborales seguidas…….”

JA tronco, tienes toda la razon, por que aqui en el blog hay peña que estamos muy curraos.

Y a ti Martin tronco, cuando quieras te enseño lo que es currelar que yo muchos dias estoy con el mono y con mis llaves inglesas las 24h y no precisamente de guardia como los medicos, colega.

Ahora tambien te confieso que desde que soy empresario y paso las horas en el taller mandando a currar a la peña, skypendo con las chatis y lellendo tu blog, la paso mucho mejor, y lo mismo, si me bien como te ha ido a ti, pronto se me olvida lo que es currelar como obrero colega. ¡Ojala!

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Haim Ac en febrero 10, 2008  · 

Martin,>br>
Hize un poco de estadisticas en tu blog, y me parece que «Mi Judaismo» fue le que tuvo mas comentarios y «Volver a los 17» en 2do o 3er lugar.
Lo comento porque me llamo la atencion que en otros blogs de temas generales (por ej. Daniel Muchnik en «Clarin»), la tendencia es la misma: notas acerca de temas religiosos son muy comentados.
Saludos
Haim

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Emmanuel en febrero 11, 2008  · 

Martin precisamente que desearias volver a 1977 o tener 17 pero con tu fortuna y tus empresas como si cayeras en la fuente de la juventud yo tengo la edad que tanto anelas pero no es nada del otro mundo si estuvieras en mi lugar por un dia seria un reto pero valdria la pena siendo estudiante y emprendedor a pesar de no ganar milllones pero aprendiendo a hacer negocios y enorgulleser a mis padres y hermanos breyaue que son una gran familia emprendedora.

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claudia en febrero 11, 2008  · 

A veces las tristezas de una vida se transforman en un espejo donde otros pueden mirarse. Si has vivido situaciones parecidas, mirarse e identificarse. Si nunca viviste situaciones similares, mirarse y comprender. Mi caso es el último. Debería decir «gracias a Dios», pero solamente diré «gracias», porque esa gratitud va para esta historia.

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Silvana en febrero 11, 2008  · 

En el caso de Argentina, y otros países (la España dictatorial, la Alemania nazi) lo importante, lo fundamental es mantener la memoria viva. Para que no vuelva a ocurrir, para que no se repita.

Lamentablemente, existe mucha gente (como podrás observar en los comments) que intenta relativizar, justificar lo sucedido. No hay justificación para el terrorismo de Estado, para el genocidio, para la tortura, para la impunidad estatal, para el avasallamiento de la democracia, para el gobierno de una minoría no electa.

Y concuerdo con Nicolás, que a nivel secundario los sucesos se tocan de modo muy superfluo y/o mal. Ni hablar que los secundarios (salvo excepciones) cada vez están peores y los estudiantes no aprenden nada de nada. En Argentina desde 1976 justamente la educación ha sufrido un proceso de sistemática destrucción.

Y, si, lamentablemente mucha gente joven repite como loro lo aprendido en casa. Sin siquiera ponerse a evaluar si lo que su padre ultra-conservador le ha dicho es verdad o no.

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Ana en febrero 11, 2008  · 

Natalia:Argentina tiene un destino de pelota de ping pong.
Salimos de una era en que todo se cuantificaba de conformidad a las leyes del mercado(en donde si no habìa plata en caja las jubilaciones y pensiones no se pagaban )y pasamos-sin soluciòn de continuidad-a una era en la cuál el que no pagó nunca a la Anses cobra igual que el que hizo aportes importantes.
Ese ping pong ataca a la clase media ,que es el motor de un país.Es el paso de la ultraderecha globalizada(derecha corrompida pues tolera el monopolio)a la ultraizquierda del «eterno retorno».
Ningùn rubro se ordena con justicia ,hay que estar siempre dividido en dos y odiándose unos con otros para que las cosas sigan como estàn.
Cuando un partido de la clase media «casa la manija» siempre tenemos la suerte que el presidente elegido tenga asesores que le aconsejan mantener el sistema de ajuste con hiper-recesion como sucediò con de la Rua y provocan que la misma clase media se levante contra ese gobierno.
Mi opinión es clara ,como se entiende que esos asesores hayan sido perseguidos por izquierdistas por el gobierno militar?
Perdoná Martín ,si no me lo publicas estás en tu derecho ,pero lo que pasa es que no damos más en Argentina.

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Mario en febrero 12, 2008  · 

En primer lugar me encanto tu recuerdo, son pocos los años que ve llevas, y practicamente hemos vivido las mismas cosas.

Ahora paso a otro tema, alguien dijo por ahi, que tenia mas miedo a la sociedad que a los militares, ¡cuanta razon!. He leido varios mensajes, hablando de Castro, Bonafini, Montoneros, diciendo que a ellos no los castigan, y que no hacen autocritica, y no se cuantas cosas mas. Para estas personas algunas realidades, 1- Cuando el Estado, se pasa a la clandestinidad, y realiza actos reñidos con la Convencion de Ginebra (para no citar otros Libros o creencias), no es un error, y mal que les pese son delitos que no pueden prescribir, dado que el Estado tiene entre sus obligaciones cumplir con la Ley. 2- Quienes siendo civiles, pasaban a la clandestinidad, y se armaban para combatir, estaban cometiendo un delito, que las Leyes penaban y reprimian. Si el Estado cumplia la Ley, nadie podia quejarse. 4- Si el Estado en su «lucha contra la subversion», detenia ciudadanos, que luego simplemente, y de acuerdo a una ex – presidente de facto, «no tenian entidad» dado que estaban caracterizados como «desaparecidos», no cumplia con una de las premisas de la constitucion, por ejemplo esa que dice «las carceles deben ser limpias, para el cuidado no para el castigo» (no es textual, es el concepto). 5- Tengo la obligacion de recordar, o hacer conocer, que el Partido Comunista de la Republica Argentina, a pocos dias del tristemente celebre 24/03/1976, publico una solicitada apoyando el golpe de estado, asi que quienes critican al PC por las acciones terroristas, estan bastante poco informados. 6- Tambien cabe aclarar que la mayor parte de los grupos terroristas armados de la argentina, no eran de izquierdas, sino que eran de derechas, por lo tanto, los enfrentamientos eran entre grupos de derecha (sino lo creen investiguen, que es lo que hacian y hacen los dirigentes de esos movimientos). 7- Otro punto para que se comprenda la paranoia, y locura de esta gente, se cambio la edad de enrolamiento para el servicio militar (colimba – mili), para evitar que ingresaran a los cuarteles, jovenes que podrian estar involucrados en los grupos politicos y/o «subversivos». La edad paso de veinte años a diez y ocho años, diganme si dos «clases», podrian estar sumadas a los grupos clandestinos. 8- Tambien recuerden, se perseguia a los musicos del llamado «rock nacional», pero el 02/04/1982 tuvieron que desprohibir todo lo prohibido, dado que necesitaban canciones en castellano.

Quizas es una lista incompleta, pero la idea que quiero trasmitir es la siguiente: quienes circunstancialmente ejercio el poder en la Argentina, sean electos democraticamente o de facto, y realizaron cosas fuera de la ley, deben pagar sus faltas, asi como quienes pasaron a la clandestinidad, y cometieron ilicitos. Con una diferencia fundamental, las faltas cometidas desde el poder, no pueden prescribir, y tampoco puden reclamar un monumento, dado que actuaron por «izquierda» (fuera de la ley).

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ana en febrero 12, 2008  · 

Mario:por la informaciòn que tienes pareces de más edad.Nuestra generación tiene la obligaciòn de contar las cosas como realmente fueron para que las mismas no se repitan.
Te pongo un ejemplo palpable:observa el problema de la inseguridad.He escuchado de gente zurdoide(pués opino que verdaderos izquierdistas en argentina no hay dado la injusticia en los sistemas sociales)que la inseguridad responde a los problemas de pobreza de la poblaciòn,a la falta de oportunidad etc etc.Con la misma corremos la suerte de provocar un segundo genocidio.
Tú observa que hasta los policìas son ladrones.,cuando esas situaciones de confusión se producen empiezan a tirar indiscriminadamente.
Recuerdo que en el caso de la guerrilla,que hasta fué apoyada por el propio Perón y también la del Erp por el propio Lanusse llegaron las cosas a límites tal que justificaban Y ESO LO DECIAN ABIERTAMENTE QUE NO LE IBAN A RESPETAR NI LA GENERACION FUTURA como de hecho hicieron.
Recuerdo algo que precipitó la represiòn fué la muerte de los fiscales.Hubo varios atentados contra ellos.
Cuando la confusiòn reina no se sabe de donde vienen los tiros.
También ,fíjate la opinión de Chavez sobre la guerrilla de Colombia.Esa posibilidad de beligerancia fué esgrimida desde el principio por Santucho.en Taco Ralo
Yo no te hablo con animadversión hacia nadie sino con total objetividad .Tal vez la guerrilla se encarnò en una generaciòn que no sabía la contribución de quienes la instigaban a la caída de gobiernos constitucionales(caso Timmerman).También se dió la curiosidad que Montoneros se generò en grupos católicos aggiornados que otrora tuvieron tendencias hasta filo nazis.
También los grupos guerrilleros apoyaron a PERON sabiendo que había sido un gran fachista.Siempre él tenía un ladero de exrtrema derecha»para controlar a los muchachos.»
Como representante de mi facultad estuve en un congreso de egresados en Córdoba previo al CORDOBAZO .Allí se comentò que la CIA apoyaba el mismo.Eso he tenido oportunidad de decirlo a altos funcionarios de la embajada norteamericana.
Casi treinta años después en un documental escucho que los norteamericanos no dejaron llegar la asonada a Buenos Aires pués allí estaban los intereses de Ee Uu.
El cordobazo y sus secuelas barrió los intereses italianos y su contribuciòn al desarrollo del gran Córdoba.
Actué buscando gente y logrando que los pusieran a disposiciòn del poder ejecutivo.Mucha gente que me ayudó efectivamente en esos momentos ahora es»crucificada»practicamente por las madres de plaza de mayo.
También del otro extremo hay injusticias.En una oportunidad me tocó defender a la hermana de Roberto Santucho en la devolución de su hija adoptiva «menor de edad» y su nieto de seis meses.Era la época de Menem-
Aunque no lo creas la asistente social dictaminò y la jueza de menores acató el hecho de la entrega de la menor(es decir de los dos menores)a la familia del conviviente adolescente.Pusieron por escrito que una persona familiar de un guerrillero no tenìa caracter templado como para estar a cargo de su hija adoptiva.
Les pido encarecidamente a la gente más grande que cuente las cosas como fueron y que relacione todo lo que pasó con la actual inseguridad-La misma no es producto de la pobreza es producto de haber convertido el país en lugar de tránsito sin que nadie se haya opuesto al respecto.Hay grandes millonarios que sacan partido de este ataque directo a la poblaciòn ,de ninguna manera es fenòmeno social como lo dibujan.

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Luli en febrero 12, 2008  · 

Lo lamentable es que hay quienes todavía defienden esa postura. No olviden que tenemos en Argentina al primer desaparecido en democracia, Jorge Julio López, quien desapareció de su casa luego de testificar contra Etchecolatz. ( Lleva desaparecido más de 14 meses) ¡Que casualidad que al actual gobierno no se le ocurriera ponerle custodia!
Hacen medidas cosméticas como haber cedido el predio de la ESMA para hacer el museo de la memoria. (Que entre paréntesis, sigue en veremos hace más de una año) Para dejar contentos a los militares, les dieron más de 120 millones de pesos en concepto de gastos de mudanza.

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Marcelo Levit en febrero 15, 2008  · 

Que tema tan espinoso !!!
Hubieron excesos de ambos bandos y la justicia aun no es «justa».
Torturadores libres y Firmenich viviendo tranquilo en España.
What a wonderful world …….

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Mario en febrero 15, 2008  · 

En primer termino, gracias martin por dejarnos usar tu blog como foro, y podamos realizar conversaciones y emitir nuestras opiniones.

Ana, debo decir que lei varias veces tu mensaje, y hay cosas que no comprendo, quizas porque no conozca tu manera de escribir, quizas porque seas muy criptica en tu redaccion. Las cosas que conozco, las conozco por leer, por escuchar, por investigar, y en realidad soy como cinco años menor que martin. En cuanto al «general», siempre tuvo una cintura prodigiosa, y una verba mas agil; siempre logro que en un discurso la derecha y la izquierda, creyeran que les habia hablado a ellos (como lo lograba, no tengo idea). Ojala existieran mas personas, como vos misma solicitas, que se dedicaran a contar las cosas que pasaron (aunque les duela y provoque angustia), ya que seria fantastico para las generaciones futuras.

Luli, en tu comentario decis que el actual gobierno no le puso custodia a Julio Lopez, lamentablemente estas un poco mal informada, y no por decir el actual gobierno, sino porque el mismo Julio Lopez no acepto la custodia, que desde la Justicia le quisieron asignar, dado que para el era ridiculo dejar que lo custodien, subalternos de quienes él estaba denunciando y ayudando a encarcelar. Debo decir que esta actitud, es la de un real y verdadero militante de la verdad.

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ana en febrero 17, 2008  · 

Mario:lo de Julio López es el comienzo de un ataque indiscriminado.
Te imaginas un señor anciano que resulta una especie de «bomba de tiempo».
Si te parece críptico mi mensaje ya el vivir te enseñará.

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ana en febrero 17, 2008  · 

Aclarando lo que dice Martín de la ocupaciòn de su colegio.
El proceso de organización nacional fué ocupaciòn del país por su propio ejército,por tal razón(argumentando combatir la guerrilla)los militares firmaban hasta los títulos de médico,abogado,ingeniero etc etc.Eran decanos de las facultades.
Un militar por ejemplo podìa ser un dìa decano de facultad y al otro dìa en razón del servicio ser director de puertos etc etc.
Algo parecido,no tan expreso,quizo pasar en norteamérico luego del 11 S
Se justificó revisión de todo,listados de sospechosos etc etc.
En inglaterra,esto lo publica un comentarista en la BBC ,han creado un sistema de vigilancia donde la polícía(el Scotland Yard)sabe todo lo que hace el ciudadano.
Son peligros de los atentados,guerrilla etc que justifican atrocidades sin que la gente se de cuenta.

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Sergio Zimerman en febrero 19, 2008  · 

Martin,

ya habia leido tu post original, nuevamente me emocione en esta segunda oportunidad no solo por el relato sino por los recuerdos que me trajo y por los vacios que se llenaron y que me quedaban colgados desde aquellos años,

hoy cuando leia el diario me detuve en el articulo que te linkeo porque me llamo la atencion la actitud del alcalde de Madrid quien te emociono al relatar la historia de David en la inaguracion del polideportivo que construiste en su memoria y por otro lado fue el abogado defensor de uno de los fundadores de la triple A, quizas lo sabias o no pero me parecio importante hacertelo llegar, es bueno conocer a fondo a los personajes politicos que son una raza parecida en todo el mundo,

un abrazo, Sergio Zimerman

http://www.clarin.com/diario/2008/02/19/elpais/p-01101.htm

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Nicolás Mango en febrero 29, 2008  · 

Offtopic.

¿Qué está pasando con algún lector del blog? Hay alguien que se la pasa poniendo una estrella a los comentarios de forma desmesurada. Ya me acostumbré a que me lo hagan, no le tomo mayor importancia.

Pero me parece que comentarios muy positivos como los número 37 y 39 son muy sinceros y agradables de leer; y alguien se esmera por ponerle un bajo puntaje a propósito.

¿En qué se basa la persona que hace esto?

NiCo =)

PD: Sé que voy a recibir un par de calificaciones negativas… debería acumularlas y venderlas.

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Nicolás Mango en febrero 29, 2008  · 

Adjuntando a mi comentario anterior creo que el comentario de Fabiolo (40) es muy conmovedor y aun así fue calificado con una estrella por un gracioso 😉

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