Fue maravilloso salir de Tokio –donde tuvimos reuniones una tras otra sin parar– el martes a la noche y llegar a un día radiante en París ayer a la madrugada, pasar la mañana soleada con Nina caminando por el Marais y llegar a la tarde a Bonifacio, donde nos esperaba el Aphrodite. Ahora estamos navegando en las islas entre Córcega y Cerdeña, anclados en un parque natural.

Mi vida de separado con dos «ex» y cuatro hijos no es muy convencional, lo sé. Pero hace mucho que dejé de tratar de ser convencional y me dediqué a ser como soy, con lo bueno y lo malo.

Así es que durante 12 días y noches por mes tengo a mis 4 hijos y 18 hago vida de pareja con Nina (salvo que a Leo lo veo todas las tardes que estoy en Madrid 3 horas). Y además, por supuesto, soy todos los días consejero delegado de Fon.

Durante las vacaciones escolares los días con mis hijos están divididos mitad y mitad. Es interesante que los 3 chicos grandes pidieron que sus días coincidieran con los de su hermanito. Así fue que terminé siendo súper papá 12 días y en pareja 18. Pero las cosas empiezan a cambiar. Alexa, la mayor, empieza Columbia University el 24 de agosto. Este es el tema triste del verano, aunque hay que aceptar que los chicos crecen. Con Isa también tuve un verano de aceptar verla crecer, porque por primera vez estuvo mucho de viaje con sus amigas y poco conmigo y su madre. Tom, que acaba de cumplir 14, está aún más conmigo y con Leo. Pero se que tengo los días «contados» y este verano estuve mucho con él para «aprovecharlo». Se que es trillado, pero lo voy a decir: adoro a mis cuatro hijos. Mi relación con mis ex es buena, y nos consultamos mucho sobre los hijos en un ambiente de custodia compartida.

Asi es que mi vida tiene tres aspectos fundamentales. Ser papá, ser novio y ser CEO. Estos días, del 31 de julio al 10 de agosto, estoy en el periodo de novio. Nina trabaja conmigo llevando comunicación en Fon así que viajamos juntos. Nina está muy acostumbrada a viajar porque desde que terminó la universidad hasta que empezó a trabajar en Fon trabajó escribiendo country reports y vivía 4 meses en cada país. Estuvo bastante en Africa: Sierra Leona, Madagascar, Sudáfrica, Cabo Verde (historia curiosa, porque nunca la robaron en Africa y si a la cuarta hora de llegar a Buenos Aires). Pero bueno, así es que Nina me acompaña con mucha facilidad y buen rollo. Es una viajera experta y gran compañera.

¿Me siento tironeado con tantos roles? Hay veces que todo entra en conflicto. Las 48 horas en Tokio en medio de las vacaciones son un buen ejemplo y cada dos meses tengo alguna crisis así. Unas veces son los entendibles pedidos de tiempo dedicado de un hijo que entran a veces en conflicto con mi rol de CEO o con el de novio. Mis colegas de Fon me ven desaparecer para estar con Leo en medio de reuniones importantes. Otras veces rechazo reuniones importantes y falto como lider y me da mucha culpa. Otras acepto el rol de inversor/mentor en una start up y después no puedo ir a las reuniones. O falto a una boda en otro país (sorry Nati y ¡muchas felicidades!)

En fin, ser papá, ser novio, ser CEO, y si a eso se le agrega ser hijo, hermano, amigo, profesor, y bloguero no es fácil. No es nada fácil. Es por eso que muchas veces digo que no a propuestas. No porque no son interesantes, pero porque no tengo tiempo. O no respondo a comentarios o a correos de los lectores. Porque aunque dije que soy gregario, yo también quiero leer una revista, ver una película, leer un libro (ahora House of Meetings de Martin Amis) o salir en bici.

Pero la mayoría del tiempo consigo gestionar esta locura de horarios gracias a la ayuda de un equipo de colaboradores que me conocen hace años y me previenen de los accidentes de agenda que están por ocurrir. Y también lo logro diciendo que no a muchos eventos que querría asistir o roles que querría tener, pero a esta altura se que no puedo.

El resultado no lo puedo juzgar solo yo.

Hoy tuve una reunión simplemente alucinante para el crecimiento de Fon en Japón. Me gustaría poder bloguearla en sus más íntimos detalles porque fue especial, mezclando oriente y occidente, maneras de hacer negocios, culturas. Pero no puedo. Solo voy a comentar un tema. En USA en general voy a negociaciones solo, o con un compañero de Fon, a veces dos. A la gente en USA le gusta el tema cara a cara. Pero en Japón es como que queda mal ir pocos a las reuniones, y cuando un emprendedor se encuentra con otro tiene que llevar sus tropas, asi que al final éramos 16 en la reunión, 8 de cada lado. Ya puse un video de otra reunión en la que también éramos bastantes y enseñé como se presentaba la gente. Pero esta reunión fue como hacer en público, digamos ante 14 ejecutivos, lo que este emprendedor y yo tendríamos que haber hecho en privado, pero igual fue espectacular y cuando pueda la contaré. Mientras tanto voy a hacer algo muy japonés, pido disculpas.