Anoche volvíamos al barco desde un restaurante en Formentera y no teníamos linternas.  Pero no estaba oscuro, había luna llena.  Es más, teníamos sombras lunares de tanta luz que daba la luna.  Pero como mi lado romántico lucha contra mi lado pragmático, estando en esa situación en vez de disfrutar del paisaje, se me ocurrió preguntarme si realmente aprovechábamos el potencial de la luna para iluminar la noche y hacernos ahorrar energía.  Porque si siendo de roca gris la luna hace de espejo del sol, ¿qué pasaría si lográramos meter algun material que realmente reflejara luz sobre la tierra tipo un espejo? Pero claro, llevar el espejo hasta la luna sería muy complicado.

Fue así que mientras caminaba o «andaba», como dicen en España, empecé a pensar en cómo se puede hacer un espejo de la luna.  Las ideas que se me ocurrieron eran fueron cada vez menos románticas.  Eran temas como tirar misiles a la luna con bombas de hidrógeno que al explotar transformaran la roca en cristal, en algo que refleje aún más la luz del sol.  ¿Cristales?  ¿Bola de disco lunar?  Juro que no fumé nada raro pero no podía dejar de pensar que si la luna ya nos ayudaba en algo que nos podría ayudar en mucho más a ver de noche si solo reflejara mejor la luz del sol.

Termino con un dato interesante sacado de la Wikipedia. Cada año recibimos del sol 8000 veces más de la energía que la humanidad consume en un año. Cuanto más leo sobre el tema más veo que en realidad toda la energía que consumimos es solar, hasta la eólica. Y de ahí el tema de usar la luna como espejo.

Este artículo muy interesante salido en el New York Times, mi periódico favorito cuenta sobre un estudio científico que relativiza la homosexualidad femenina. El estudio que copio abajo en inglés muestra algo que muchos hemos ya visto, que a las mujeres que no son homosexuales…. a veces les gustan otras mujeres. Meredith Chivers de la Universidad de Toronto diseñó un ingenioso experimento en el cual se le enseñaban fotos a mujeres no homosexuales en las que se veían hombres desnudos pero realizando actividades no especialmente eróticas y mujeres enrolladas con mujeres y se medía la respuesta sexual. El resultado es que las mujeres se exitaban según el nivel de erotismo y no el género de los participantes. Personalmente me ha pasado de ver mujeres, amigas, conocidas mías, besarse apasionadamente en fiestas o discotecas sin ser homosexuales (es decir teniendo parejas con hombres y gustandole principalmente los hombres). Esto es algo que aún no he visto entre hombres no homosexuales. Otro tema que considero cercano a este es el tema de las modelos y las actrices. La mayoría de los hombres vemos muchas actrices, en la tele y el cine, y pocas modelos. Las modelos principalmente le venden productos y ropas a mujeres y aparecen en general en revistas femeninas. Por eso cuando las mujeres dicen que los hombres tenemos la culpa de querer mujeres muy flacas yo siento que están totalmente equivocados. Basta ver un calendario en un taller mecánico para entender que a los hombres no nos gustan las anoréxicas, ni las especialmente flacas. La estética de las modelos es una estética de mujer orientada a la mujer. Esta investigación muestra más por qué. Las mujeres responden al erotismo, nosotros…. a las mujeres.

“For heterosexual women,” a researcher, Meredith Chivers, says in a new documentary about bisexuality called “Bi the Way,” which was shown at the NewFest film festival in New York last Friday, “looking at a naked man walking on the beach is about as exciting as looking at landscapes.”

Dr. Chivers, a research fellow at the Center for Addiction and Mental Health at the University of Toronto, says she has data to support this assertion. She recently published results of a study in which she showed people video clips of naked men and women in various sexual and nonsexual situations and measured their genital arousal.

Heterosexual women, Dr. Chivers and her colleagues found, were no more excited by athletic naked men doing yoga or tossing stones into the ocean than they were by the control footage: long pans of the snowcapped Himalayas. When straight women viewed a video of a naked woman doing calisthenics, on the other hand, their blood flow increased significantly.

What really matters to women, Dr. Chivers said, at least in the somewhat artificial setting of watching movies while intimately hooked up to a device called a photoplethysmograph, is not the gender of the actor, but the degree of sensuality. Even more than the naked exercisers, they were aroused by videos of masturbation, and more still by graphic videos of couples making love. Women with women, men with men, men with women: it did not seem to matter much to her female subjects, Dr. Chivers said.

“Women physically don’t seem to differentiate between genders in their sex responses, at least heterosexual women don’t,” she said. “For heterosexual women, gender didn’t matter. They responded to the level of activity.”

Internet es curioso. Albert y Victor de Fon Labs salen con una idea que luego de algunas conversaciones termina siendo Twitxr. La colgamos de Internet y la blogueo. Techcrunch lo levanta y Twitxr se desparrama por el mundo. Twitxr como comunicador en el que pones una foto, tu ubicación (o si lo usas de Windows Mobile o iPhone la pone sola el teléfono) y un texto y tu foto sale en Twitxr, tu texto y enlace en Twitter, y si quieres también en Facebook, Flickr y en tu blog.

Pero luego llega Omjeyed. Que está en Irán, y twitxea. Y viendo sus fotos de manera aleatoria en Twitxr me dió mucha pena, porque parece que está enfermo, en un hospital, pero hace unos dibujitos especiales. Escribe en un idioma que no entiendo aunque Twitxr resuelve sus caracteres. Y quiero desearle que se mejore. Pero no se como. Me dió mucha pena.