Estados Unidos es un país con poca historia pero una capacidad impresionante para diseminar su cultura a nivel global. Los países de la Unión Europea, en cambio, tienen mucha historia, mucha cultura, pero a la hora de construir empresas globales, tienen mayores dificultades para construir gigantes tecnológicos como Microsoft y Google, ya que en esos momentos la cultura les juega en contra. Por un lado, la riqueza cultural y el patrimonio histórico de Europa nos ha hecho el centro del turismo global. Casi todos los habitantes del planeta, si pueden, quiere pasar alguna vez de su vida por Paris, Londres o Roma, en Europa tenemos las Mecas de la cultura occidental. Y las tenemos porque justamente supimos preservar nuestras culturas. Pero esta habilidad, que en el caso del turismo es una gran ventaja, es por el contrario una enorme desventaja en el mundo de internet y las nuevas tecnologías, donde la producción es más que nada cultural. Así como ya ha ocurrido con el cine y la televisión, los únicos que son capaces de diseminar su cultura a nivel global en internet son los norteamericanos. El ejemplo más claro de este fenómeno es la historia de Google, empresa que conozco especialmente bien porque conozco hace años a sus fundadores y les tengo de socios en Fon. Google puso a Estados Unidos en Internet en el lugar que Hollywood puso a la industria del cine. El sitio número uno del mundo.

Supongo que la primera sorpresa de mis lectores será enterarse que a Google no solo le va muy bien en Europa sino que a Google le va mejor en nuestro continente que en Estados Unidos, donde tiene más competencia de Microsoft y Yahoo. Es más, solo el Reino Unido provee a Google del 17% de sus ingresos a nivel global, y Europa en su conjunto más de la mitad de sus enormes beneficios. Pero la parte más increíble del éxito de Google en Europa es justamente lo que hace Google, y es más que nada ayudarnos a catalogar, buscar, y entender nuestras culturas, ya sea la alemana, italiana, francesa, española, catalana, finlandesa, en fin, no hay idioma que los algoritmos de Google no sean capaces de organizar. Google logró hacer lo que ningún europeo pudo y es unificar a todas las culturas europeas en unas granjas de servidores cargados con programas que nos ayudan a categorizar la relevancia de todo lo que se escribe en nuestros idiomas. Google se metió en el epicentro cultural y triunfó donde nosotros nunca pudimos triunfar, quizás porque seguíamos pensando en Cervantes, Goethe y no en cultura en general.

Pero la pregunta entonces es ¿por qué Google? Y mi respuesta es que en Google y en todo Silicon Valley hay tantas nacionalidades trabajando juntas (el 53% de los trabajadores de Silicon Valley no son nativos norteamericanos) que el nacionalismo como tal no existe. Es lo opuesto que en España. Los ingenieros de Google simplemente no piensan en términos nacionales, en términos históricos, sino justamente buscan lo contrario, lo que toda la humanidad tiene en común. En Europa parece que la gente está muchas veces obsesionada con el objetivo contrario. En España, por ejemplo, muchos parecen empecinados en probar que los catalanes, gallegos, vascos o andaluces pertenecen a culturas realmente diferentes, y los políticos españoles gastan cantidades absurdas de dinero protegiendo identidades culturales y no buscando lo que todos tenemos en común. Pero aunque a mi me parece bien preservar costumbres e idiomas, nada de esto ayuda a la hora de construir un gigante global en internet. Lo que Google logra es tener un sitio en catalán, tener un sitio en euskera, tener un sitio en gallego, tener un sitio en castellano porque para el funcionamiento de Google justamente no existen diferencias entre estas culturas.

Google logra integrar a todas las culturas en un sitio pero dándole a cada una su lugar en el mundo. La magia de la cultura norteamericana es justamente esa, es el de lograr que los inmigrantes recuerden lo mejor de sus orígenes, en general en temas sencillos como la comida, pero se olviden de sus odios ancestrales, de sus prejuicios, y que encuentren su humanidad común. Así como Estados Unidos hace de los italianos «Italian Americans» o de los polacos, «Polish Americans» (en inglés las nacionalidades se escriben con mayúsculas dándoles más importancia), Google transforma a todas las culturas en una simple fórmula «cultura X Google». Esta manera de pensar, que es normal para ellos, es difícil de conseguir en Europa, donde la gente mismo adentro de España piensa en una fórmula «cultura X – España». Es de este espíritu que surgen empresas como Google, empresas que encuentran el justo balance en la preservación única cultural (google es el buscador que en más idiomas está y en más idiomas busca) y lo que nos une como humanidad. Esta es la fórmula que ni España ni Europa ha encontrado aún. Lo que le ocurre a España le ocurre también a Europa y es la constante tensión entre lo local y lo nacional, o lo nacional y lo continental, argumentos que no terminan de resolverse y que enfocan al europeo a pensar en su cultura contra las otras y no como parte de una contribución a la humanidad. Si los europeos no son capaces de crear sus propios “Googles” es justamente porque están muy aferrados a su cultura, a su historia, a sus odios, a sus prejuicios. Y lo mismo le ocurre a los asiáticos (los odios entre japoneses y chinos por ejemplo son aún más fuertes) y a los musulmanes. Esto deja vía libre a los norteamericanos que son los únicos que han logrado tratar con éxito este desafío.

Termino con la única historia de éxito global surgida de Europa en el mundo de la tecnología: la de Nokia. Nokia ha logrado, desde Finlandia un verdadero milagro, ser provedor del 40% de todos los teléfonos móviles que se venden en el mundo. Pero durante una época fui miembro del consejo de internet de Nokia y quedé muy desilusionado con la cultura del gigante. El que no habla finlandés ahí pinta poco, los cuarteles generales de Nokia son el ejército más grande de rubios que vi en mi vida, la palabra diversidad no es parte del vocabulario Nokia y es así que en Nokia ocurren errores estratégicos enormes basados en la cultura joven finlandesa. Por ejemplo, resulta que los finlandeses eran los mejores del mundo en escribir con teclados numéricos y gestionando pantallas desde teclados numéricos, sin darse cuenta que el resto del mundo no compartía estas habilidades, por lo que les fue difícil sacar un teléfono que compitiera con la Blackberry y el iPhone. Hasta en las historias de éxito la mono experiencia cultural juega en contra. El futuro del mundo no está en las monoculturas sino en la diversidad. En Fon hemos aprendido esto, empezamos basados en Alcobendas teniendo una gran mayoría de gestores y empleados españoles, y ahora hemos cambiado y Fon es dirigida aún desde España pero con una plantilla mucho más internacional. Los resultados son muy buenos. Como dice la canción, la pureza está en la mezcla, y en el caso de las nuevas tecnologías esto es más verdad que nunca.

Erepublik, la empresa fundada por mi amigo Alexis Bonte, que está desarrollando un «Massive Online Social Strategy Game» o juego masivo online que además es red social, acaba de levantar 550 mil euros. Erepublik es otro start up global gestionado desde Madrid.

Ya son muchos los start ups hechos por no españoles o extranjeros nacionalizados como yo. Otros incluyen Tuenti, Mobuzz, Vpod.tv, Meneame, Fon and Hipertextual. Esto refleja lo positiva que puede ser la inmigración para un país. En el famoso Silicon Valley, el mayor centro de innovación de Estados Unidos, el 53% de los trabajadores no son norteamericanos nativos. Estoy seguro que me quedo muy corto en mi lista y deben haber muchas más empresas de nuevas tecnologías fundadas por inmigrantes. O dicho de otra manera, si los inmigrantes somos el 10% de la población, creo que estamos sobre representados en el mundo de los start ups.

Otro tema es que los trabajadores extranjeros están sobre representados en los start ups y eso es porque para operar en internet a nivel global hace falta gente de diversos países, como tenemos en Fon. En Fon en Madrid hay gente de China, Alemania, Francia, Austria, Suecia, Argentina, y muchos españoles. Pero entre los españoles, por lo menos la mitad no son de Madrid. Ese también es un dato interesante.

Agregado: si quieres una invitación para Erepublik, enviame un correo electrónico a martin@fon.es

Fon está creciendo muy rápidamente, especialmente gracias a las alianzas con los grandes operadores como BTFon. Pero al mismo tiempo, ahora que los mercados de capital de riesgo se pusieron más duros, si queremos que los fondos que tenemos en Fon nos alcancen hasta que lleguemos a break even vamos a tener que hacer una reducción de personal de 14 personas. Estos empleados están distribuidos por el mundo. Aunque 14 personas parezca poco, a mi me hace sentir muy mal despedir gente y pido disculpas a los empleados que tendremos que despedir. Para cada uno de esos 14 estamos hablando de su trabajo, y aunque se pueden conseguir nuevos empleos, es muy duro tener que dejar una empresa. Pero durante los últimos 2 meses estuve pensando mucho en cómo lograr no despedir a nadie y no lo he logrado, porque cuando trabajamos con operadores crecemos más pero realizamos menos actividades nosotros y necesitamos menos gente.

Además, aunque Fon ha aumentado sus ventas mensuales y realizado otras reducciones de costes no relacionadas con el personal, y las pérdidas han bajado de 1 millón de euros por mes a 400 mil en medio año, aún tenemos que bajar más y llegar a break even con el cash que hay en la empresa, y para eso es indispensable realizar la reducción. Luego de esta reducción tenemos el equipo que necesitamos. En estos casos, el desafío es doble, por un lado comunicar la difícil noticia a los que tienen que dejar la empresa y por otro reasegurar a los demás, a la gran mayoría digamos, de que esta es la única reducción que haremos este año y que luego esperamos volver a emplear más gente.

Esta es mi interpretación de lo que está pasando con Yahoo.

La empresa estaba siendo mal gestionada por Jerry Yang y las acciones bajaron a $19.

Ballmer vió una oportunidad de comprarla barata y lanzó el takeover.

Yang y sus board members vieron la posibilidad de lograr con un comprador rico lo que no lograron gestionando la empresa, es decir, que suba la acción. No solo rechazaron la compra a $31, sino que pidieron $37 o casi el doble de lo que estaba la acción antes que Microsoft pronunciara la palabra Yahoo.

Ballmer y Gates dijeron, «seremos ricos pero no tontos» y los mandaron a freir churros y se piraron.

Los accionistas que habían comprado acciones creyendo que la compra era segura quedaron con una acción devaluada que cayó a $25.

Icahn, viejo lobo de mar de las batallas de los takeovers de los 80, se metió en el tema sin entender nada de internet y empezó a comprar acciones baratas con el objetivo de conseguir que Microsoft se quedase con Yahoo a $31 y retirarse con un billoncito verde en el bolsillo.

Las reglas del board de Yahoo resultaron ser muy buenas para Icahn porque aunque la mayoría de las empresas eligen sus directores (consejeros los llaman en España) en períodos alternos Yahoo los elige todos juntos y muy pronto. Entonces Icahn mandó una carta con mucho humor, comenta una de las mejores periodistas de tecnología Kara Swisher. Icahn le dice al directorio de Yahoo que son unos tarados porque no le vendieron la empresa a Microsoft.

Hace un rato los de Yahoo respondieron con esta carta diciendo que ellos no querían regalar la empresa y otras banalidades que resultan absurdas, porque ellos son el board responsable que la acción haya bajado tanto.

La clave ahora es cómo van a votar los accionistas de Yahoo que no son ni Icahn ni Jerry Yang/Filo. Si yo fuera accionista de Yahoo dudaría sobre cómo votar, porque por un lado tengo a unos incompetentes para gestionar la empresa y para hacer deals y por otro tengo a un incompetente para gestionar la empresa pero que sí sabe hacer deals. Si Icahn gana, todos sabemos que compró acciones para vender la empresa y la acción no va a subir porque él quiere salirse del deal, y para colmo Icahn no tiene idea de cómo gestionar Yahoo.

Un comentarista llamado Enhiro sacó el tema en este blog del emprendimiento en otros campos, como el de la ciencia, en su caso la astronomía. Este comentario me tocó de cerca porque justamente soy hijo de un astrónomo, Carlos Varsavsky, pero un astrónomo-emprendedor.

No hace falta hacer empresas para ser emprendedor. Se puede ser un emprendedor social, es decir, un creador de una ONG. Mi amigo Ken Roth, por ejemplo, el fundador de Human Rights Watch, es un emprendedor social,. Su organización es especialmente eficaz defendiendo los derechos humanos en el mundo. Su contribución creando Human Rights Watch es enorme. Su poder es social, no jurídico, pero los gobiernos le escuchan. Pero Ken Roth cobra un sueldo normal por dirigir HRW. Su motivación, que es tan grande como la de un emprendedor empresarial, es dejar al mundo mejor que como lo encontró.

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Cansado de leer críticas a mi y a otros emprendedores y en general al espíritu de emprender como creación y específicamente al tema de vender empresas me decidí a hacer este video para responder. Pido disculpas por perder la paciencia pero así me salió.

Termino con un video que me enviaron hoy como respuesta a mi video, en Youtube, es de un portugués, Paulo Silva y enseña la fonera+ conectada a un panel solar. Me pareció genial y de alguna manera explica más por qué hago Fon que el mío. Es el hack, del hack, del hack, que al final hace crecer Fon. Esta fonera con panel solar, en función repetidora, ya me hace pensar en muchas ideas nuevas.

Primero el video. Este video que ya tiene casi un millón de gente que lo vió es gracioso y en ciertas cosas bastante verdadero. Pero luego de que lo veas voy a explicar por qué no creo que estamos frente a otro crash como el del 2001 en tecnología.

Como decimos en Twitxr una foto vale mil palabras así que aquí va la foto.

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Este gráfico llega hasta el pico del Nasdaq a fin de octubre del año pasado de 2800. Como se ve, este pico es aún la mitad de lo que fue el pico del 2000 de más de 5000. Y las bajas del 2002 fueron increíbles, el Nasdaq pasó a solo 1100. Ahora ha bajado de 2800 a 2300, algo que realmente no se puede llamar un crash. Pero además la cantidad de dinero que se invirtió en Internet entre el 2006 y ahora es muchísimo menor de la que se invirtió en el 2000. Los veteranos del 2000, entre los que me incluyo, al realizar empresas nuevas medimos las inversiones con cuentagotas. Un Meneame por ejemplo tiene tan pocos empleados y tantos millones de visitantes, y cobra suficiente con publicidad para que el crash no le pueda hacer nada en su realidad cotidiana. Y si ahora con Mariano Amartino y Alec decidimos probar con un Copada para hacer un Meneame argentino y nos sale bien, tendremos algo que valdrá millones, pero si sale mal, la inversión total, y digo total, es de menos de 8000 euros.

La Web 2.0 son muchos sitios así. Como Twitxr, otro sitio que lanzamos y que costó menos de 20,000 euros realizar y ya tiene miles de visitantes diarios. Otro que hicimos, Gspace, tiene millones de visitantes y costó unos 30,000 euros. Los fracasos del 2000 eran de decenas o cientos de millones, no de miles o centenares de miles. Inclusive, comparando las inversiones en telecomunicaciones que yo hacía y que hago ahora, la diferencia es enorme. Fon lleva invertido unos 25 millones de euros en 2 años y ya somos de lejos la red WiFi más grande del mundo y nuestra última ronda de financiación se hizo a un valor mucho más alto de lo que llevamos invertido. Si nos va bien, Fon valdrá miles de millones. Pero supongamos que nos vaya mal, por ejemplo, que el mundo móvil se va por el lado del HSDPA, que las Nintendo DS empiezan a salir con HSDPA, que la PSP también, que todos los aparatos móviles reemplazan el WiFi por el HSDPA (3G que funciona mejor). Bueno, en ese caso poco probable, las pérdidas de Fon serían una gota en el océano de las finanzas. En cambio, en el 2001/2003, solo en Estados Unidos hubieron 67 grandes bancarrotas solo en el sector de las telecomunicaciones. Inclusive Jazztel tuvo que reestructurar su deuda bajo mi dirección y yo dejé a la empresa sin deuda y con un valor de 700 millones de euros de capitalización, pero Jazztel tuvo que canjear sus bonos por acciones y fue una negociación muy dura. Si comparo Fon con Jazztel, las cifras de dinero que se invertían en Jazztel eran 20 veces mayores, pero el objetivo era mucho menor porque en Fon hemos conseguido ser la red WiFi más grande del mundo con mucha penetración en algunos paises como el Reino Unido gracias a BTfon, y en Jazztel el objetivo era y sigue siendo (aunque yo desde el 2003 no estoy asociado con la empresa) dar servicio de internet a empresas y hogares españoles. Hoy en día no existen las financiaciones como las que conseguían las empresas de telecomunicaciones en el 99 y 2000, época en las que hice Jazztel, Viatel y Ya.com, empresas que conseguimos que sobrevivieran la masacre del 2001.

Pero aunque creo que no estamos viviendo un crash en el mundo tecnológico, creo que sí estamos viviendo un enorme crash a nivel global en los mercados inmobiliarios. El problema de los mercados inmobiliarios es que, a diferencia del sector tecnológico, en que las empresas casi no tienen deuda, es la enorme importancia del apalancamiento. Las empresas inmobiliarias norteamericanas y españolas están tan pero tan endeudadas que cuando la propiedad baja un 30%, se lleva el 100% de su valor accionarial, y ni hablar de los bancos que les prestaron esos fondos.

El otro día se me ocurrió que en mi blog, un blog de un emprendedor para emprendedores, voy a elegir a fin de cada año la persona que a mi me parece que se merece el título del emprendedor del año. Inicio la serie eligiendo a Miguel Salís Canosa. Si, ya sé que algunos lectores van a pensar que lo elijo por ser mi gran amigo, padrino de mi hijo Tom, compañero de años de planes divertidos y a veces también momentos tristes y difíciles. Pero no, no lo elijo por nada de eso. Lo elijo porque es un emprendedor de los grandes. Creo que una persona que en dos años y poco armó una enorme empresa de energías renovables, que saldrá a bolsa en febrero en Madrid con un valor estimado que los analistas estiman en 700 millones de euros, se merece el nombramiento.

Miguel y yo fuimos juntos a la universidad de Columbia en Nueva York, de donde Miguel se graduó en el año 84 y yo en el 85, y desde entonces fuimos muy amigos, pero seguimos inicialmente caminos diferentes, yo el de emprendedor, Miguel el de empleado en banca de inversión. Miguel trabajó en Lehman Brothers, Solomon Brothers y Citicorp hasta que le convencí de dejar la banca y unirse a Jazztel en sus comienzos. Miguel trabajó en Jazztel desde el 99 hasta el 2003 realizando una muy buena gestión en los momento tanto buenos como malos para la empresa. Cuando dejó Jazztel, dirigió mi empresa holding mientras que al mismo tiempo incubaba y lanzaba Eolia, convenciendo a la exitosa banca de inversiones Nmas1 de invertir con el. Lo genial de lo que hizo Miguel en Eolia es lo que se que a él no le gustaría decir (porque Miguel, como buen español, es muy modesto) y es que Eolia es más que nada una creación personal en la que el mérito es principalmente suyo. Sí, Nmas1 le ayudó a buscar fondos, y sí, yo invertí en el primer parque que luego hizo parte de Eolia, y Eduardo Merigó, otro gran emprendedor, le apoyó desde el comienzo, y sí, Eolia tiene ejecutivos muy buenos trabajando ahí y además tiene a un grupo de inversores estrella. Pero nada de esto le quita mérito a Miguel Salís, el «ingeniero» de este enorme emprendimiento. Es absolutamente increíble que un emprendedor en España pase de tener una idea a tener una empresa casi cotizada en bolsa (aunque no salió aún al mercado estoy seguro que la salida irá muy bien) en menos de de tres años.

Eolia tiene 19 parques eólicos con una potencia instalada de 500 megawatios en Andalucía, Castilla La Mancha, Castilla León, Cataluña y Canarias. Además está negociando e invirtiendo mucho también afuera de España. Es interesante que Miguel diera el salto de ejecutivo a emprendedor a los 47 años. Esto demuestra que la pista de despegue del emprendedor puede ser más larga o más corta pero que al final lo importante es despegar y el amigo Miguel despegó a lo grande. ¡Enhorabuena Miguel!

Telefónica viene haciendo trampa y riéndose de los consumidores desde que comenzó la liberalización. Yo lo sufrí compitiendo contra ellos desde Jazztel y Ya.com. La trampa es muy sencilla. Jazztel, por ejemplo, construyó una red de fibra óptica enorme que llega a las centrales de Telefónica, quienes tienen la obligación de entregarle pares de cobre que van a la casa del abonado. Lo que hace Telefónica es que los entrega, pero muy tarde, entonces la gente se cansa y se va con Telefónica. Pero el problema es que Telefónica está tan blindada por el gobierno, al tener medios y otras cosas que en otros países no le dejan tener a los competidores, que aunque frecuentemente conseguíamos que les multaran, las multas eran de un valor irrisorio. Algo así como que cada vez que te pillaran mal aparcado te hicieran pagar 1 euro y te dijeran, malo, malo.

Bueno, por suerte los chicos de Bruselas se despertaron y le encajaron una multa de 151 millones de euros al ex (aún casi) monopolio del fijo. Ahora lo triste es que, viendo la reacción de la bolsa, parece claro que el mercado asume que Telefónica no va a pagar esta multa. E igual esta multa no es nada comparada con las multas que el regulador francés le metió a France Telecom. ¿Cómo se puede solucionar este problema? De dos maneras. Una es haciendo lo que hizo Ono y otros cableros que decidieron llegar hasta el usuario de una manera que Telefónica ya no pudo hacer nada. La otra es hacer lo que yo siempre quise hacer en Jazztel y que creo que tendría que ser la estrategia de Jazztel, y es llegar a casa del usuario con una combinación de fibra óptica con cable de categoría 6 donde no pueda llegar con ADSL. De esa manera, Jazztel se destacaría con un servicio bidireccional de 100 megas con el que creo que el 10% más fanático de los internautas pagaría algo de 60 euros por mes para tenerlo y hacer la inversión rentable. Este es el servicio que ofrece mi amigo de Labs2 en Suecia y que se ofrece comunmente en Corea y Japón. En mi opinión, Jazztel se equivocó en usar tantos recursos económicos para competir en publicidad y precio ofreciendo un servicio mediocre y hubiera sido mucho mejor ofrecer un servicio independiente de Telefónica llegando directamente al cliente. La mejor manera de que Telefónica no pueda hacer trampa es haciendo lo que hicieron Ono o Vodafone y es simplemente, pasar de ellos.

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Después de mi visita a sus oficinas, sigo maravillado con Facebook. Creo que representa claramente la filosofía y el éxito de la Web 2.0. Y explico por qué…

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